C.35

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—¡Niños, dejen de correr!.

Cinco pares de ojos me miran suplicantes y pongo todo mi esfuerzo en no llorar como la hormona andante que soy.

—Pero Lexie...

—Sin peros Irina. Entiendan que se pueden caer y lastimar, además, ya está el desayuno, ¿No quieren comer?.

Todos gritaron y fueron a lavarse las manos al baño y posteriormente a sentarse en el comedor.

Una vez que estaban de espaldas sonreí apenas y moviendo mis labios, vaya que me costó trabajo.

Hace dos meses de mi plática con Samuel.

Hace dos meses que le pedí ayuda a Maximiliano (ya que ya lo tuteo) para que me cambiara de departamento a un piso inferior o superior.

Hace dos meses que vivo dos pisos abajo del departamento de Samuel.

Hace dos meses que volví a ser la chida que odia al mundo y más a los hombres (claro está que hago excepciones), y aunque les sigo hablando igual a la gente más cercana a mi, dejé de ser cariñosa incluso con los niños. Muchas veces me han preguntado que es lo que me pasa, porqué soy así, y aunque si me duele un poco, no regresaré a ser esa misma chiquilla estúpida.

Mi mamá desde donde quiera debe estar decepcionada pero, creo que por otro lado, lo entiende. Solo.....es un presentimiento.

Desayunamos rápido antes de que Jack venga por ellos para llevarlos a sus respectivas escuelas, si, resulta que Maximiliano se enteró de ellos y no solo ha decidido pagarles la escuela, los ha adoptado y oficialmente son unos Maddox.

Y aunque viven en una casa que Maximiliano compró y se mudó junto a Jane, ellos vienen algunos días conmigo al departamento.

Maximiliano sabe de las pruebas y contrato que hice con Samuel, al enterarse mostró cuando decepcionado estaba con su hijo, aunque no era el único. Desde entonces Jane casi no le dirige la palabra, y mucho menos, al enterarse del su noviazgo con Layla.

Si, finalmente Samuel terminó por tener una relación con Layla, ¿Porqué no me sorprende?.

Gracias a Dios no me lo he encontrado, ni a él ni a ella, si lo hiciera, se darían cuenta de cuánto he cambiado, empezando por no quedarme callada ante lo que pienso y siento.

—Lexie, ¿Me ayudas?.

Me pregunta Alan para colocarse su pequeña corbata. Lo ayudo y después le acomodo el suéter que parece un mini saco, de manera que no se vea arrugado.

—Listo.

—¿Lexie?.

—¿Mmm?.-Le respondí a la vez que colocaba 5 loncheras con su respectiva comida en la mesa y los chicos salían.

—¿Ya no volverás a ser la dulce Lexie?.

Me freno de golpe--ya que iba a la cocina-- al escuchar su pregunta tensándome. Quería decirle que tal vez tomara un poco de tiempo pero que esa Lexie si volvería.

Pero estaría mintiendo.

Suspiré y me giré para darme cuenta que cinco pares de ojos me veían esperando una respuesta.

Lo único que ellos sabían es que mi relación con Samuel había terminado y que no sabía que llevaba a su bebé en el vientre por una pelea que tuvimos, y aunque no lo aceptaron al principio, fingieron que si.

Me arrodille con trabajos--ya que ni panza de cinco meses no me dejaba--enfrente de ellos antes tratar de hablar con tono dulce, algo que me costaba trabajo.

—Miren niños, como les he dicho anteriormente, yo tuve una vida muy difícil por gente mala. -Ellos asintieron. -.....y gente de ahora, usó mi pasado para mentirle a Samuel agregándole cosas a mi historia que no eran ciertas y...

—¿Cómo teléfono descompuesto?. -Preguntó el pequeño Marco interrumpiéndome.

Sonreí un poco y asentí.

—Si, como teléfono descompuesto. Entonces.....el decidió creer en ellos, y no en mi. -Dije tratando de deshacer el nudo en mi garganta. -Samuel me hizo mucho daño, un daño irreparable que me hizo regresar a ser como era antes.

—¿Tú eras así antes?.-Me preguntó Irina.

—Si, y ahora me cuesta demasiado ser alguien amable. ¿Me entienden?.

Los cinco asintieron y me abrazaron.

—¡Es un tonto!.

—¡Nosotros jamás te lastimaremos!.

—Ya no lo quiero Lexie.

—Es un cobarde

Eso y aún más comentarios de los niños fueron los que me hicieron soltar una pequeña risa que los dejo asombrados ya que hacía mucho que no lo hacía.

Tocaron la puerta y un Jack medio sonriente fue lo que ví cuando abrí la puerta.

—Hola embarazada.

—Hola chismoso.

Mi relación con Jack y Bruno se había vuelto aún más estrecha, claro que aún no se acostumbraban a mi vieja yo, pero tendrían que hacerlo, no volvería a ser esa estúpida chica ingenua que creía en los hombres.

—¿Ya están listos los mocosos?.

—Ey. -Dije señalándolo con el dedo amenazante. El levantó las manos sonriendo. -No les digas mocosos.

—Pero tu también les dices así.

—Pero son MIS mocosos. No tuyos.

Los pasos de los niños se escucharon y empezaron a saludar a Jack.

—Hola Bruno.

—Soy Jack mocoso. -Dijo Jack haciendole cosquillas a Axel quien siempre lo molestaba con lo mismo.

—Nos vemos en la tarde Lexie. -Se despidió Jack de mi con un beso en el cachete al igual que cada uno de los mocosos, para luego marcharse.

Cerré la puerta escuchando ningún sonido.

Sola, como siempre he estado.

Sobé con amor mi estómago mientras le hablaba.

—Tranquilo mi amor. Tú no tendrás que pasar por lo que yo pasé, sobre mi cadáver te hacen algo.

Y aunque ya no he sabido nada de Tigre ni de Rosalie, Max y Benjamín han estado al pendiente, cabe decir, que yo no les dije nada, fue la chismosa de  mi amiga Paty a decirles. Desde entonces no me dejan sola por mucho tiempo ni a los mocosos.

Tenía cinco meses de embarazo y en mi último revisión, me dijeron que era un varón.

Tendría a un precioso varón.

Una vez que naciera, me iría, regresaría a México dónde nadie me conozca, me busque o me quiera dañar.

Unos fuertes golpes en la puerta me hicieron fruncir el seño molesta sacándome de mis pensamientos.

Me acerqué rápidamente y la abrir la puerta casi doy un paso atrás al ver a la persona que estaba afuera, rápidamente lo disimulé subiendo mis muros reforzandolos de orgullo.

—¿Qué quieres?.

—¿E-es cierto?.-Dijo sorprendido y molesto

—¿Qué?.-Dije seca

—¿Es cierto que te hiciste unas pruebas de paternidad?

Entonces la sangre dejó de correr por mi cuerpo.

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Chá chá chaaaaaan 👻👻

Otra historia de Amor © | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora