Parte Uno.

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¿Porque siento mojado? Esa fue la primera cuestión de Sakura al sentir un par de gotas caerle en su frente, pensó que estaba soñando y paso su mano por su frente para quitarse las gotas, así que despacio abrió sus párpados para nada más encontrarse con un pequeño Pug a su lado derecho en la cama y un gran Bulldog a su otro lado en el piso, sosteniendo una ¿Rosa? parpadeo varias veces hasta sentarse de golpe y ver a los demás caninos por toda su habitación.

— ¿Kakashi está bien? —fue lo primero que preguntó al verlos todos reunidos, Pakkun se aclaró la garganta y habló dando a relucir ese rango de líder que poseía.—

— Sakura. —pronuncio el nombre de la pelirosa con voz profunda, ronca y podría decirse que perezosa como siempre era.— Kakashi está bien, no te preocupes, estamos aquí por ti.

— ¿Por mi? —pregunto confusa.—

— Feliz día de la madre. —Dice esa oración como para aclarar la situación pero solo deja más confundida a Sakura, Buru se acerca y deja la Rosa en su regazo, ella sigue parpadeando confundida o tratando de entender ¿Que ocurría?—

—Yo, Uh. ¿Gracias? —se decidió por darle una suave sonrisa, su mano inconscientemente viajó a la cabeza de Buru y lo acaricio, mientras con la otra sostenía la rosa.—

—Bien muchachos formación. —dicto el pequeño Pug haciendo que los demás Ninken se colocaran uno al lado del otro, Pakkun se bajó de la cama y se puso a un extremo, la cabeza de Sakura daba vueltas ante la extraña pero tierna formación.—

Terminó por levantarse de la cama, dejando la rosa encima de esta, se arrodillo y acaricio a cada uno detrás de las orejas el que más disfruto el tacto fue Buru, el gran Pitbull con collar de púas y expresión de "Puedo comerte de un mordisco" también era el más dulce, termino de mimarlos para ir al baño y darse una ducha para ir al trabajo, cerro la puerta detrás de ella.

Por otro lado los perros comenzaron a dispersarse por toda la casa para hacer los que hacer que a ella le correspondía pero por el poco tiempo que tenía entre el hospital y las misiones era difícil, los Ninken se ofrecieron por ese día y sin esperar orden (nada más de Pakkun) ordenaron y limpiaron lo que podía.

Para cuándo Sakura salió del baño vio su cama más o menos tendida y la rosa en medio de esta, eso la hizo sonreír pero a la vez confundirse ¿Porque hacen eso por ella? Sacudió su cabeza, luego entendería las cosas, se comenzó a vestir, sus pantaloncillos y camisa de siempre más su bata de médico, Cuando abrió la puerta de su habitación se sorprendió al ver ordenado el pasillo de su casa, camino por esta hasta la cocina donde en la barra estaba una bolsa marrón, al lado de ella estaba Pakkun.

—Para Sakura Haruno, su comida favorita. —hablo el Pug, ella se acercó y abrió la bolsa viendo sus dulces y comida favorita, estaba impresionada.—

—Diria que me sorprenden y me halagan. —Pakkun camino hasta la cabeza de Buru y quedarse allí, Sakura miro los ocho Ninken y sonrió.— gracias chicos, no se hubieran molestado enserio.

—Por supuesto que sí, eres mamá Sakura. —Dijo Guruko aquel Ninken con bigotes, le recordaba tanto a Naruto más por su pelaje casi naranjo o marrón claro no estaba tan segura y su expresión tan carismática.—

—No soy mamá. —Le debatió iba agregar algo más pero entonces se dió cuenta de la hora.— Debo irme si quiero llegar con mi madre y al hospital. —hablo más para ella que para los Ninken, se alejo de ellos y camino a la puerta principal no sin antes tomar sus cosas (y la bolsa de comida) salió de casa, cuando se dió vuelta los Ninken estaba frente a ella eran tan sigilosos como su sensei, que si se lo preguntan lo extrañaba.— ¿Serán mis escoltas? —bromeo pero comenzó a caminar, seguida de los ocho perros ninja de Kakashi Hatake.—

Claramente atrajo la atención por dónde pasaran, y más si caminaba a casa de sus padres que era más céntrico sentía su cara arder en leves sonrojos Hatake ¿Que les hiciste a tus perros? Se preguntó mentalmente cuando compro un ramo de flores en la tienda de los Yamanaka, camino a paso rápido a la casa de su madre podía vez a través de los espejos y/o vidrios ella y los Ninken de menor a mayor por tamaño.

Llegó a casa de su madre y tocó la puerta, minutos después la señora Haruno ya estaba abrazando a su hija con cariño.

—Feliz día de la madre, mamá. —hablo la dulce Sakura entregándole las flores.—

—Oh, mi niña muchas gracias. —dijo volviendola abrazar y tratando de que no maltratar a las flores.—

—Eres la mejor mamá del mundo, no quiero ni desearía otra gracias por siempre creer en mi. —Agradecio la joven Haruno con alegría y cariño.—

Los Ninken estaban detrás presenciando la escena, la señora Haruno se dió cuenta y solo un "oh"

—Que lindos son, Sakura. —solto a su hija para acercarse a uno de ellos Goruko fue el elegido para las caricias de la señora.—

—Son de mi sensei. —Comenta Sakura viendo la escena.—

—Ex- sensei. —la corrigió, se alejo de Guruko y la observó con una suave sonrisa, la señora Haruno era baja del tamaño de Sakura con rasgos finos y dulces, como la pelirosa salvo por el cabello, el color de este fue la herencia para ella.—

—Ex-sensei. —rio suave.— Debo irme mamá, tengo que ir al trabajo espero pases un maravilloso día.

—Gracias, igualmente cariño. —Se despidió de su madre y volvió a caminar para el hospital seguido de los fieles Ninken ahora no era Kakashi el que encabezaba, si no Sakura y por alguna razón... Ese pensamiento le encantó.—

¡Feliz Día Mamá Sakura!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora