Hoja.

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Despacito, casi sin sentirlo, me voy desprendiendo del nido.
Como una hoja que llegado su ciclo se aleja del árbol que la vio crecer.
Como un ave en su primer vuelo, abro mis alas.
Ambas sabíamos que este momento iba a llegar, y a las dos nos cuesta dejar de ver la misma cara todos los días.
Con tanto de tu parte, lección a lección, hoy llegué a ser quien soy. Un tanto decidida y perseverante, y otro poco sensible.
No tengo tus ojos, no tengo tu nariz, ni tus labios, ni tu mentón; sin embargo todos insisten en que soy tu viva imagen ¿Será?
Y a lo cerca un día me tenias que ver dejar el seno para correr atrás de esos sueños que desde tan chiquita soñaba al jugar. Y me ves, tu primer mérito, los frutos de tanto amor y consejos concentrados en una simple sonrisa de gracias.
El resplandor de la primera hoja que se desprende, para un día poder formar su propio árbol.

Secretos de la tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora