Árbol.

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Mirá para arriba, bien arriba, bien al cielo.
¿Viste que hermoso?
Dicen que la oscuridad te despista, te hace chocar.
Pero la oscuridad que porta el universo, es preciosa.
Algo así como cerrar los ojos para sentir mejor una caricia.
¿La sentís?
A veces le pido a la luna que te acaricie mientras dormís, porque por culpa de la puta distancia, no nos vemos, pero la luna nos ve a los dos, y los dos vemos la misma luna.
A veces es necesario alejarse un poco, para recobrar el sentido de la palabra amor, para dejar de tirar ese cariño obligado sólo porque sí, para asegurarnos de no estar esperando que caigan frutas de un árbol seco.
Yo sé que nuestro árbol no está seco, o eso pienso todas las noches; sobre todo esas en las que creo que un suave viento me tira el tronco abajo.
Yo sé que es difícil armarse de paciencia, es difícil no regar a cada rato el brote creyendo que así va a crecer más rápido.
Yo sé, que los dos sabemos, que los dos sentimos, que los dos amamos.
Yo sé, o por lo menos creo hacerlo.
Y no es que crea que lo sé todo, solo creo que no hay árbol que se seque del todo en primavera.
Menos el nuestro, que largó su primer brote en otoño y sobrevivió tantos inviernos.

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⏰ Última actualización: May 10, 2020 ⏰

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