ayudame a sentir

capitulo 6

-Dos semanas y aun no hay noticias-Decía el Dr. Brief, mientras se sentaba en el sillón de la sala.

-Todo esto es mi culpa-Goku agacho la cabeza.

-No digas eso, se que hiciste lo que pudiste. Esa cicatriz en tu cabeza, no te la hicieron por huir. Da las gracias, que esos mal nacidos no te mataron.-La madre de Bulma, trataba de animar al joven Goku. Se sentó junto a el.

-Ellos no iban a matarme-Contesto, apretando fuertemente sus puños.

-¿Cómo lo sabes?-pregunto el Dr., encendiendo un cigarrillo.

-Hay algo que no les he dicho- Goku hizo una pequeña pausa-Conozco a los secuestradores de Bulma-

-¿Como que los conoces?-El cigarrillo del Sr. Brief callo al suelo.

-Ellos son mis hermanos-Goku, no podía mirar a los padres de Bulma, la culpa lo estaba consumiendo.-Creí, que pedirían el rescate y en menos de tres días, la dejarían ir. Los conozco, no es la primera vez que hacen esto. Pero...- suspiro-Pero por alguna razón, ni siquiera llamaron.-

La madre de Bulma, se levanto, y abofeteo al joven-¿Acaso no ves que es la vida de mi pequeña?-Las lagrimas comenzaron a salir de sus ojos.

-Calma querida- Le dijo su esposo, que se acercó a ella, para abrazarla y tratar de calmarla-Dime chico, ¿Qué podemos hacer?-Dijo el Dr. mirando a Goku.

Este se paro y lo miro directo a los ojos-No se preocupen. Yo me encargare, traeré a Bulma a casa, sana y salva. Lo prometo-

-Se que es una gran carga para ti, pero eres nuestra única esperanza.-Dijo el padre de Bulma.

-Pero querido, ¿Cómo puedes confiar en el?, después de lo que nos acaba de decir- La Sra. Brief, se alejo de su esposo.

-Si el tuviera algo que ver, no hubiera dicho nada-Volvió a abrazar a su esposa-Se que estas muy mal, yo también lo estoy. Pero no hay muchas opciones y si llamamos a la policía, todo empeorara. Démosle una oportunidad. Confiemos en el. Confía en mí.-

El joven salio de la casa, no sin antes dedicarle una última mirada, a aquel hombre, que sostenía en sus brazos, a la inconsolable mujer.

Estaba decidido, a regresar a Bulma con sus padres. Pero debía ser precavido, o la matarían.

Hace años que no sabía nada, de sus hermanos, así que tendría que buscarlos, hasta en el más oscuro rincón, si era necesario- Bulma. Yo te traeré a casa-Dijo mientras subía a su auto y salio, sin rumbo alguno, pero con una meta fija en su mente.

Mientras, la joven estaba aun dormida. Sus manos estaban vendadas al igual que su tobillo. Pero no estaba sola, un hombre estaba sentado a su lado.

Turles solo la miraba, Algo en ella llamaba mucho su atención, pero trataba de ignorarlo. Puso su mano en la frente de Bulma-Al fin bajo la fiebre-

-Hola-Dijo la joven, que se despertó por el contacto-¿Dónde estoy ahora?

-En un lugar más cómodo- Contesto el hombre, cruzo sus brazos y volteo el rostro.

-¿Tu me curaste?-Trato de sentarse

-¿Qué haces mujer?- Quiso acostarla.

-Tranquilo, no voy a escapar, aun me siento muy mal, como para intentar eso. Pero ya me recuperare-Le dedico una calida sonrisa a Turles, que la sostenía de los hombros.

Este se sonrojo ante el gesto de la chica y volvió a retomar su posición en la silla.-Mira niña, si intentas escapar, te matare.-

-Lo se- dijo ella, dejando escapar una lagrima.