Fighters (Todoroki Shoto y tú)

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Cansada era la palabra que me definía plenamente en estos momentos, me encontraba tirada en mi cama buscando algo para ver en la televisión, me frustraba un poco ver miles de programas con el mismo argumento absurdo.

Me rendí y puse una caricatura, parecía más interesante. Tomé mi celular y vi algunos mensajes de Shoto, decidí contestarle.

Shoto <3: ¿Estás ocupada?

Shoto <3: Salí temprano hoy, podría ir a tu casa.

(T/N): Está bien, puedes venir.

Después de mandar ese mensaje, corrí rápidamente a mi closet. Si bien me acababa de bañar, no podía verme con mis fachas de descanso, una humillación estaba asegurada. Encontré algo que se veía informal pero no tanto. Me deshice de mi ropa de vagabundo para ponerme la blusa negra oversize y el short corto de tela suave. Me miré al espejo, supongo que así viste la gente en sus casas.

Me acomodé el cabello dejándolo suelto pero peinado, rocié un poco de mi perfume sobre mí. Sí, tal vez estaba exagerando mucho para una visita de Shoto, pero debemos tener en cuenta que es la primera siendo pareja realmente, lo que me tenía un poco nerviosa.

Decidí que ponerme maquillaje sería una exageración, ya me veía bien, de hecho me gustaba el conjunto, tal vez me lo pondría para salir a la tienda.

Escuché que tocaban la puerta, pánico interno. Bajé las escaleras con mis pantuflas elegantes y me preparé para poner una cara normal. Abrí la puerta y me encontré con mi Shoto deportivo y casual, algo bueno de ver.

Shoto: Hola, ¿te sucede algo? Tienes una expresión rara.

Fallé en lo más fácil, suspiré y lo invité a pasar con pena. Ahora que lo pienso, no pensé en hacer algo de comer o alguna actividad por el estilo.

Shoto: (T/N), ¿estás bien?

Negué y él se acercó a mí, tomando mi cara entre sus manos para después besarme la frente.

Shoto: Lo que sea que te inquiete, puedes contar conmigo.

Muero de amor, bendito sea el día en el que conocí a este hombre. Lo abracé fuertemente y él correspondió a mi acción rápidamente.

El día era caluroso, extrañamente para el tiempo en el que estábamos, opté por pasar a Shoto a mi habitación y encender el aire acondicionado. Podríamos ver alguna película de terror y tener excusa para abrazarme de él aunque no tenga miedo, anoten el tip.

Nos encontrábamos debajo de mi sábana separados por un plato grande de palomitas. La película era algo aburrida, los tipos eran estúpidos y siempre iban hacia el peligro, al parecer carecían de sentido común. Estaba casi dormida, haciendo un esfuerzo para mantener la conciencia, el bicolor se encontraba en el mismo estado.

Tomé el plato vacío y lo coloqué en mi mesita de noche, después me giré hacia el chico ya dormido y me abracé a él para imitar su acto.

Me desperté de golpe después de una pesadilla en la que moría a manos de un villano. Admiré a la belleza de dos colores que tenía a mi lado por un rato. Busqué a tientas mi celular y lo encontré debajo de la almohada, para mi sorpresa, ya era bastante tarde, ¿tanto había dormido? Encendí la cámara para ver mi apariencia, todavía me veía decente. Le tomé unas fotos a él y procedí a intentar despertarlo.

(T/N): Shoto, despierta.

Empecé a jalar sus mejillas suavemente y logré mi cometido. Un somnoliento Todoroki me observaba algo consternado.

Shoto: ¿Qué sucede?

(T/N): Debemos comer, ya es bastante tarde. No es bueno que te saltes las comidas si eres un héroe profesional.

Pareció captar el mensaje unos segundos después, asintiendo flojamente. Me coloqué mis pantuflas para después bajar las escaleras y dirigirme a la cocina a preparar la cena. Sería algo sencillo, mis habilidades culinarias aún no eran demasiado buenas.

Llamé a Shinya y dijo que no llegaría hasta mañana porque iban a comenzar una misión de rescate, le dije que se cuidara y me respondió de igual forma antes de despedirse.

Shoto bajó aún tambaleante, al parecer tiene el sueño pesado. Cenamos tranquilamente y dieron las 10 de la noche.

Shoto: Creo que ya debería irme.

Su afirmación me envolvió en una gran interrogante, ¿realmente quería que se fuera? Tal vez invitarlo a quedarse lo incomode y me abandone para siempre. Bueno, no creo.

(T/N): ¿No puedes quedarte a dormir?

La pregunta no aparentó ser esperada por él, ya que abrió un poco más de lo normal sus ojos. Pensé en si eso se pudo haber malinterpretado y las posibilidades eran mínimas.

Shoto: ¿Shinya no se molestará?

(T/N): Hmm, no creo.

Fui a robarle ropa a mi hermano para dársela a mi novio, sí, después se la pediré. Se la midió y la camiseta le quedaba corta, sabía que Shoto era alto, pero no que Shinya era tan enano. Me puse a medirlos mentalmente, mi hermano medía aproximadamente 1.70 m, mientras que Shoto en mi ausencia había crecido unos 10 cm, entonces mi novio le ganaba de altura por lo menos 16 cm. Sí, mis cálculos deben ser perfectos. En conclusión, el bicolor se había convertido en un poste de luz.

El pobre se tuvo que quedar con la misma camiseta que tenía puesta desde que llegó. Ofrecerle que se la quité sería muy osado, aunque sí lo pensé en su momento.

Estuvimos viendo una película un poco más interesante que la anterior, estaba tomada de su mano mientras lloraba por la muerte de la niña en la pantalla, después de ver cómo su vida había sido tan difícil, me esperaba que la pequeña superara su enfermedad. Tiendo a ser sentimental en ocasiones, ahora mismo me estaba humillando porque la niña en realidad no murió, qué historia tan complicada. Shoto, al ver mi cara, empezó a reír disimuladamente. Lo miré con enfado.

(T/N): Perdón por tener sentimientos.

Shoto: Era obvio que no se había muerto, (T/N).

(T/N): Se cayó en un maldito árbol, ¿cómo se sobrevive a eso?

Shoto: La película se llama Milagro, ¿no es obvio?

Lo pensé y tenía razón, me crucé de brazos viendo a la niña ser feliz y jugar con sus hermanas. El bicolor se me acercó y me besó. Lo sentí algo diferente a los pequeños besos que nos habíamos dado antes, este era más profundo, si se podría explicar de esa forma.

Sentí arder mi cara al separarnos, nos mirábamos fijamente. Un leve temblor recorrió mis manos al dirigirlas a su rostro. Después de acariciar levemente sus mejillas, lo sujeté y lo atraje hacia mí, volviendo a formar un beso intenso.

En algún momento estaba sobre Shoto, en realidad no estaba pensando con claridad, no podía decir exactamente qué estábamos haciendo. Hasta que recapacité, yo no sabía hacer esto, no me sentía lista aún. Fui disminuyendo hasta que me separé de él por completo.

Estaba completamente roja y no hallaba palabras para explicarle mis inseguridades al muchacho que me dirigía una mirada con pesar, tal vez pensando que él hizo algo mal.

(T/N): No me malinterpretes, es que no he hecho algo así antes y no sé si estoy lista.

Shoto: Yo tampoco y te comprendo, no te preocupes, no es necesario.

Volvió a acomodarse en la cama, ahora acostándose frente a mí, su leve sonrisa me confirmó que todo estaba bien. Me recosté frente a él, mirándolo felizmente.

Shoto: Te amo.

(T/N): Y yo a ti.

Esa noche dormimos abrazados, y confirmo que es lo mejor del mundo.