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Recorría las calles de Musutafu en busca de una agencia de héroes muy interesante para mí. Se formó después de la graduación de mi generación de U. A., eran tres conocidos que apreciaba mucho. Mientras caminaba, observé mi muñeca, una pequeña pulsera de plata con un dije algo gastado colgaba de esta, sonreí internamente al recordar quién dio el obsequio.

Llegué a mi destino, tenía una suerte inmensa, Izuku se encontraba afuera haciendo lo que parecía ser una llamada. Se veía cambiado, notablemente más alto y musculoso, su cara seguía viéndose algo infantil, pero es Izuku, no hay problema.
Di pasos flojos hacia el peliverde, como disimulando mi presencia. Escuché que colgó la llamada y se sostuvo la nuca nervioso. Me coloqué a su lado y logré asustarlo.

(T/N): ¿Malas noticias?

Dije mirando hacia el frente, evitando que me viera directo a la cara, agregaríamos un poco de misterio al encuentro.

Izuku: Algo así. Es algo con lo que se debe lidiar.

Izuku es muy sincero y algo ingenuo, ya sé con qué podría hacerlo hablar y sorprenderlo.

(T/N): ¿Alguna vez has pensado que las personas que se van, nunca regresarán?

Izuku: Sí, cuando estaba en preparatoria tenía una amiga. No éramos los más cercanos, pero su presencia era muy grata. Se fue hace mucho y nunca volvió, tengo entendido que es una heroína famosa en Londres.

(T/N): Vaya, no deberías contarle experiencias personales a extraños.

Reí un poco y el chico se puso rojo, tal vez no había medido sus palabras. Volteé a verlo directamente a los ojos, su cara era un asombro total.

(T/N): Es una pena que a los que les hayas contado esa historia piensen que jamás regresaré. Es una mala forma de divulgar mi existencia, Izuku.

Me abrazó por los hombros, se le veía feliz, me invitó a pasar a la oficina, donde me encontré con Tenya y Ochaco. Tuvimos una tarde bonita, me contaron muchas cosas y yo les dije que debíamos ir a Londres algún día, prometiéndoles un tour. Se hizo muy tarde, Tenya se ofreció a llevarme en su auto. Acepté despidiéndome de los otros dos.

Íbamos en el auto recordando eventos pasados. Iida se había vuelto más relajado, pero seguía con restos de su actitud ordenada.

Tenya: El día en el que fui internado en el hospital junto a Deku y Todoroki, la barrita que me dejaste fue mi comida de ese día.

(T/N): Si mal no recuerdo, era de granola.

Seguimos hablando de temas sin importancia hasta que llegamos a mi casa, agradecí y me despedí de Tenya, quien me invitó a ir a la agencia cuando quisiera.

Entré en casa y mi hermano se encontraba en la cocina hablando por teléfono, no quería entrometerme, pero escuché un “Llegó mi hermana, te quiero, adiós”. Espero no le esté siendo infiel a Shinji con Ryuko, sería devastador para mí.

(T/N): ¿Era Ryuko?

Me miró con notable enfado, suspiró para después ponerse recto.

Shinya: Sí, últimamente hemos estado saliendo.

Lo miré algo impactada, no esperaba que me lo confesara tan rápido. Sonreí ampliamente para después felicitarlo, creí que sería un señor soltero de por vida (o que estaría con Shinji). Tuvimos una cena familiar, hizo su comida favorita, Onigiri.

(T/N): Podrías invitar a Ryuko después.

Shinya: Tú podrías invitar a Todoroki.

Mi ánimo volvió a los suelos, recordé que en la mañana había leído una noticia que decía “Posible romance entre Shoto y heroína que no recuerdo su nombre”. Mi hermano notó eso y no lo dejó pasar.

Shinya: ¿No lo visitaste hoy?

Negué mientras miraba la pulsera en mi muñeca, tal vez ni siquiera me recuerde.

Shinya: No puedo creer que una heroína famosa de Londres sea una cobarde en temas amorosos.

(T/N): ¿Y eres tú quien me lo dice?

Pregunté burlesca, sujetó su sien con aparente molestia. Respiré hondo y puse mis manos sobre la mesa.

(T/N): Mañana iré, ¿contento?

Me dio el visto bueno y después nos levantamos. Puse los platos en el lavavajillas y me retiré a mi habitación.

Me pasé toda la noche pensando sobre qué demonios le diría a Shoto; “Hola, guapo”, o tal vez “Si ser hermoso es un delito, tendrías tres cadenas perpetuas”. Reí por las boberías que recorrían mi mente al pensar en un reencuentro. Repasé mentalmente todo lo que debería decirle, aunque en realidad estando ahí no diría nada.

De nuevo me levanté temprano, hoy comenzaría a arreglar el traslado de licencia y cosas por el estilo. Pero ahora tenía otra cosa pendiente.

Shinya me prestó su auto, espero no haya problema con que mi licencia no sea local. Conduje hasta la Residencia Todoroki, me estacioné frente a esta y los nervios me consumieron. Ms sujeté al volante, me di ánimos y salí del auto. Casi olvido las llaves adentro.

Avancé hasta la puerta del lugar, tocando el timbre al costado del portón. Se escucharon pasos inmediatamente y después la puerta interior abrirse. Vi a la figura femenina acercarse lentamente hacia mí. Era una mujer albina de mirada amable, me recordaba a él.

(¿?): Buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?

(T/N): Quería ver si se encontraba Shoto.

La mujer me miró fijamente, parecía que su mente estaba trabajando a mil. Terminó su trance y su semblante cambió a uno mucho más feliz.

(¿?): Claro, Kamihara.

(T/N): ¿Me conoce?

Rei: Soy Rei, la madre de Shoto, pasa.

Seguí a la amable mujer hacia dentro de la casa, estaba feliz de que Shoto pueda tener de nuevo a su mamá. Nos sentamos en los cojines de la sala, para iniciar una curiosa conversación.

Rei: En cuanto te vi lo supe, Shoto me describió tantas veces tu cara que podría haberte identificado entre cientos de jovencitas.

Me ruboricé al pensar que el bicolor hablaba de mí con su madre.

Rei: Nunca te llegué a conocer, pues Shoto fue a verme después de que te fuiste. Hablamos, lloramos y después volvimos a hablar, pero de ti. Él estaba demasiado triste por tu partida, me mostró varias fotos que se habían tomado juntos, las atesora como su vida.

¿Atesora? Estamos hablando de pasado. Asentí a sus palabras con una sonrisa algo triste.

(T/N): Yo también tengo esas fotos, cuando llegué a Londres las imprimí, fue suerte, porque después de un tiempo perdí mi celular.

Rei: Bueno, ahora tiene sentido el porqué de no contestarle. Le mencioné esa probabilidad y fue como se tranquilizó. Te contaré un secreto, él aún te espera.

Una lágrima recorrió mi mejilla. La sequé en cuanto escuché pasos aproximarse, volteé a ver a la persona y me puse muy feliz. Me levanté para darle un gran abrazo y ella lo correspondió. Hace mucho que no veía a Fuyumi.

Fuyumi: Es impresionante lo mucho que cambiaste, yo a tu edad seguía viéndome igual que ahora.

(T/N): Siempre has sido muy bella, por lo que no veo el problema.

Reímos y la mamá de Shoto nos regañó por hablar sin ella. Nos sentamos y estuvimos hablando un buen rato. Estas dos mujeres eran la amabilidad en persona, me sentía cómoda con ellas. Volví a escuchar una persona acercándose, pero no era Shoto, era su hermano, Natsuo.

Natsuo: ¡Wow! ¿(T/N)?

Asentí, al parecer, toda la familia me conocía, le sonreí y el joven dijo que sólo pasaba a dejar unas cosas a Rei, por lo que no se unió plenamente a nuestra conversación.

Rei: Shoto no tarda en llegar.

Fuyumi: Tenía que trabajar una hora extra por el incidente del otro día.

Se escuchó el timbre de un celular, revisé que no fuera el mío y era el de Fuyumi. Contestó y su cara cambió un poco, ya no estaba con su sonrisa iluminada.

Fuyumi: Está bien, nos veremos en la noche.

Colgó y me miró algo angustiada.

Fuyumi: Era Shoto, dijo que volvería hasta más tarde.

Mi expresión luchó por mantenerse neutra.

(T/N): No pasa nada, volveré otro día. Ahora mismo debo ir a arreglar mi licencia de héroe.

Rei me miró compasiva, mientras que Fuyumi seguía con su angustia.

(T/N): No se preocupen, trataré de volver mañana.

Les sonreí y les dejé mi número, pidiendo que no dijeran nada a Shoto aún. Me retiré de la casa para ir a la agencia de Shinya.

Aparqué cerca del lugar y caminé apresuradamente, pero choqué con alguien y casi caigo al suelo. Miré al afectado y vi que era Hawks. Me disculpé para después seguir caminando, pero me llamó antes de seguir con mi acción.

Keigo: Oye, ¿nos conocemos?

(T/N): Personalmente creo que no, si me disculpas, debo ir a la agencia.

Le sonreí levemente para intentar seguir caminando, pero de nuevo habló.

Keigo: Soy Keigo Takami, todos me conocen como Hawks. ¿Puedo saber tu nombre?

Se me hizo extraño su interés, pero aún así, no sería una grosera. Ya había extendido su mano hacia mí.

(T/N): Soy (T/N) Kamihara, un gusto.

Me miró algo sorprendido, después hizo una mueca de decepción.

Keigo: ¿Eres esposa de Edgeshot?

(T/N): En realidad soy su hermana, ¿no se nota el parecido?

Keigo: En absoluto.

Reí un poco para después intentar despedirme de nuevo. Las interrupciones de este hombre estaban comenzando a molestarme un poquito. Mi paciencia no era mucha en estas situaciones.

Keigo: ¿Podríamos conocernos más?

Sentí mi estómago revolverse, no me gustaba tener que rechazar a las personas así, pero a veces era necesario.

(T/N): Si lo hacemos sería sólo una amistad.

Keigo: ¿Acaso yo insinué algo distinto?

No esperaba esa respuesta, lo miré atónita y él me miró con una expresión despreocupada y hasta algo burlesca. Me había sentido algo ofendida, pero era mi culpa.

(T/N): Debo irme.

Seguí mi paso para llegar por fin con mi hermano. Lo saludé y le dije que vayamos a arreglar el trámite. Tuve suerte, pues al ver mi popularidad y el número de casos resueltos, me la otorgaron sin problemas, además de que había sido recomendada por mi anterior agencia. Comenzaría mis labores de heroína en Japón dentro de poco.

Fighters (Todoroki Shoto y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora