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Recibir aquella sonrisa por parte de Jimin no lo había tranquilizado por completo.
Pero ya no podía detenerlos, estaban muy lejos del cielo para hacerlos retroceder.

Al llegar a la Tierra los regañaria; aunque le sorprendía más ver allí a Min Yoongi. Él no era un ángel fácil de convencer.

Cuando divisaron la Tierra esta ya se encontraba sumida en la oscuridad de la noche y las estrellas decoraban el cielo.
Era una vista maravillosa.

El primero en traspasar el umbral divino fue Yoongi. Parecía una flecha arrojada con violencia hacía alguna presa.
El siguiente fue Namjoon; este antes de traspasar se volteó y le brindó a ambos ángeles una sonrisa y luego desapareció tras el umbral.

Jimin y él traspasaron juntos el umbral.
Ahora todo lo que alguna vez conocieron había quedado atrás y se encontraban frente a algo totalmente desconocido.
Al menos para él.

La Tierra era un lugar hermoso.

Yoongi los guió hacía un denso bosque; allí podrían ocultarse hasta el amanecer para luego poder ocultar sus alas por completo.
Si permanecerían mucho tiempo en la Tierra debían lucir un poco humanos. Aunque sus bellezas no pasarían desapercibidas. Después de todo eran ángeles.

Todo estaba yendo bien y antes de llegar junto a Yoongi un sonido ensordecedor lo asustó.

Entonces sintió algo raro. Algo dolía.

Observó hacia atrás unos segundos y cayó.

Namjoon y Yoongi detuvieron su vuelo casi al instante de haber escuchado aquel sonido.

Algo andaba mal. Voltearon al mismo tiempo y tras de sí solo vislumbraron a Jimin.
Este último observaba hacía el camino con preocupación.

- ¿Y Taehyung? - preguntó Namjoon al mismo tiempo que se acercaban a Jimin.

Yoongi lo observaba preocupado.

- No lo sé - fue lo que salió de la boca del pequeño ángel - estaba detrás de mí y luego escuché ese sonido - añadió observando los ojos de Yoongi - ¿Qué fue eso Namjoon? - preguntó confundido.

- Un disparo - Yoongi tomó la palabra y miró a Namjoon que aún seguía sumergido en sus pensamientos

- Dí algo Namjoon por favor - las palabras de Jimin estaban cargadas de miedo y preocupación.

- Yoongi quédate aquí con Jimin y cuídalo iré a ver qué sucede - se dirigió a Yoongi ignorando por completo al pequeño ángel elegido por Rafael

- ¿Qué? NO - la voz de Jimin era aguda, alta y cargada de desesperación - QUIERO ACOMPAÑARTE

- Jimin - habló Yoongi acercándose a él - es mejor que Namjoon vaya a ver por Taehyung - su voz trataba de alguna manera sonar tranquila para no alterar más a Jimin - si en cinco minutos no regresa te prometo que iremos tras ellos ¿De acuerdo? - susurró colocándose frente a frente con él indicándole a Namjoon que podía ir

- Lo prometes - la voz de Jimin sonaba temblorosa

- Claro que sí, ahora cálmate - colocó sus manos alrededor del rostro del menor y guió sus ojos hasta los suyos.

Aquella no era la primera vez que Yoongi miraba tan de cerca a Jimin, pero si era la primera vez que sentía una opresión en su corazón por verlo sufrir de aquella manera.
No era nada común en el ángel elegido por Gabriel; aquellos comportamientos, pero ahora alejados de todos en el reino de los cielos podía actuar como se lo dictara su corazón.
Y ahora le gritaba que debía cuidar de Jimin sin importar lo que sucedería a su alrededor.

Namjoon voló lo más rápido que pudo y se colocó sobre un árbol. No divisaba por ningún lado a Taehyung.

- "Quizás el sonido de aquel disparo lo asustó y se escondió en algún lado de este bosque" - se dijo así mismo y continúo buscando determinadamente con su mirada.

Entonces un brillo que reconocía muy bien se hizo presente en el centro del bosque.
El brillo de los rayos del Sol

- "Por nuestro padre, que no sea lo que estoy pensando" - se dijo nuevamente y desplegó las alas hasta llegar allí.

Tras él dos ángeles lo seguían.

El cuerpo de Taehyung se encontraba sobre el frío suelo del bosque y una de sus alas estaba muy mal herida. Podía notarlo debido a que el brillo de sus alas iba disminuyendo poco a poco.
Estaba por ir a recogerlo cuando escuchó unos pasos acercarse lentamente.

No sabía cómo lo había echo, pero Jimin lo habia convencido para seguir a Namjoon durante su trayecto.
Y cuando menos se dió cuenta el ángel más pequeño ya había salido tras Namjoon a una velocidad muy importante.
Debía reconocer que en algunas circunstancias Jimin solía ser un ángel bastante rápido.
Hasta más rápido que él.

Los pasos se acercaban cada vez más hasta donde se encontraba Taehyung y pudo divisar a un humano de estatura un poco baja. Podía decirse que en altura se parecía a Taehyung, pero no llegaba a ser tan alto como el.

Un grito ahogado se escuchó a sus espaldas.
Cuando volteó observó a Jimin siendo sostenido por Yoongi.
Este último trataba a duras penas de que el ángel menor no se soltara de su agarre.

- Va a matarlo - fueron las palabras de Jimin - sueltáme Min Yoongi debo ayudarlo - su voz se cargaba con enojo y frustración

- No lo hará - afirmó Namjoon observando de nuevo la escena - está tan sorprendido por lo que hay frente a sus ojos, que no me extrañaría que se desmayara

- ¿Eso crees? - preguntó Yoongi sosteniendo con aún más fuerza al otro ángel

- Claro que sí - suspiró el ángel de tez morena - para ningún humano es fácil ver a un ángel y menos si está herido - añadió

- ¿Y si te equivocás? - atacó Jimin con sus palabras - y si lo lástima aún más - continúo hablando mientras batallaba por deshacer el abrazo de Yoongi - yo no me quedaré aquí para ver cómo lo asesina - sus alas comenzaban a lastimar los brazos del platinado

Yoongi no quería quitarse, aquel abrazo era lo que protegía a Jimin de cometer la locura de asesinar a ese humano.
Si lo liberaba en aquel momento sabía que guiaba a el ángel al acto más atroz de todos. El asesinato.
Y no había como salvar a un ángel que cometía una atrocidad como aquella. Solo lo compensaría la muerte del mismo ángel.
Y él no permitiría aquello.

Para la suerte de los ángeles el joven humano no se desmayó.
Se acercó lentamente al ángel que se encontraba en el suelo y susurró unas palabras que ellos no lograron escuchar debido a lo lejos que se encontraban.
Y luego pasó uno de sus dedos apartando unos cabellos del rostro del ángel para apreciarlo con mayor detenimiento.

Tal vez aquel humano era la diferencia entre todos los demás. Y Namjoon estaba conciente de ello.

El ángel que espero [Vhope] Libro I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora