One Shots [Hot] (Zayn Malik) +18

• Doctor Malik •

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La azafata me saludó con una leve inclinación de cabeza, e intenté devolverle el saludo, pero mi mente estaba centrada en que estaba en un avión, a diez minutos de despegar, y yo le tenía pánico a volar.

Antes de subir, me había tomado unos relajantes, y ahora estaba sintiendo un fuerte dolor en el estomago, así que busqué rápidamente mi lugar, y me dejé caer pesadamente.

No pasaron ni cinco segundos, cuando sentí a alguien sentarse a mi lado, no me interesaba en lo absoluto quien era, ya que me encontraba demasiado mal, pero fuera quien fuera olía demasiado bien, y no pude evitar girar la cabeza para ver a esa persona.

Un moreno enfundado en un traje, con unos ojos mieles increíbles, estaba mirándome con el ceño un poco fruncido. Me quedé observando sus alucinantes pestañas, mientras lo veía mover sus labios, pero mi cabeza estaba zumbando y no podía escuchar nada.

— ¿Señorita? ¿Se encuentra bien? Está sudando. —Pestañeé despacio, mientras lograba captar algo de lo que decía, y asentí.

—Odio volar...lo odio, lo odio...—Gemí quejándome. Cada vez me sentía peor—Y esos estúpidos relajantes no me calmaron nada...—Entonces el moreno desconocido se inclinó hacia mí, posando su mano en mi frente.

— ¿Qué relajantes eran? ¿Los tiene a mano? Quisiera verlos. —Negué con la cabeza.

—Me tomé los dos últimos, y tiré la caja...—Dije en un murmuro, su toque era ligero, pero había activado algo en todo mi cuerpo. —Tiene usted una mano muy suave. —Por primera vez pude ver el ápice de una sonrisa en aquella boca tan increíble, y cerré los ojos.

Lo escuchaba hablar con una azafata, pidiéndole una toalla pequeña y agua fresca, mis ojos seguían cerrados porque los parpados me pesaban, y me costaba mucho abrirlos.

— ¿Señorita? Voy a ponerle esta toalla mojada, por favor, abra los ojos, y tómese esto—Su voz ronca me hizo abrir los ojos de nuevo, y lo vi sosteniendo un vaso en una mano, y una pastilla blanca en otra. En cuanto sujeté ambas cosas, él cogió la toalla que la azafata tenía en sus manos, y la colocó suavemente sobre mi frente. —No vuelva a tomar relajantes como si fueran caramelos de fresa, por favor. —Solté un quejido leve, y me tragué la pastilla antes de hablar.

—Suena usted como mi padre...—Sus ojos se clavaron en los míos, haciéndome temblar un poco.

—Si fuera su padre, la tendría boca abajo sobre mi regazo, y le daría unas nalgadas. Al menos dígame que comió algo. —Negué con la cabeza despacio, ya que escuchar la palabra nalgadas de su boca, me había provocado un fuego interior.

—Odio volar, y de los nervios se me fue el hambre...—Él frunció el ceño todavía más, y me encogí.

— ¿Se da cuenta de la tontería que hizo? ¿Medicamentos con el estomago vacio? ¿A quién se le ocurre? Creo que solo a usted, señorita. —Suspiré pesadamente ante el tono de su voz.

—Lo sé, lo sé, soy un desastre, perdón, deje de tratarme como una niña, señor...—Él llevó su mano hasta mi frente, dándole la vuelta a la toalla.

—No me diga señor, me hace sentir viejo. Me llamo Zayn Malik, si me dice Zayn, muchísimo mejor. —Asentí sonriendo, y él también sonrió— ¿La señorita no tiene nombre?—

—No uno tan bonito. —Malditas pastillas, ¿eran relajantes o suero de la verdad? —Me llamo Phoebe.

— ¿Se siente mejor, Phoebe? —Asentí despacio de nuevo, al sentir como mi estomago había dejado de doler.