Prueba

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Me sacaron esposada de manos y pies hasta un cuarto rodeado de paredes de vidrio. Cerca de la puerta hay una mesa con cuchillos de diferentes tamaños, y en el centro hay cinco muñecos aparentemente rellenos.

-Quitadle las cadenas -ordena el rubio al que conocí hace apenas dos horas.

-P-pero...

-No puede hacerlo si no tiene movilidad -dice una señora algo más mayor que tiene pinta de ser la manda más.

A regañadientes me los quitaron, y lo primero que hice fue estirarme.

Cra-cra-cra... me triscan (crujen) los huesos.

-Estoy crujiente -sonrío.

Me acerco a la mesa y miro con fascinación los cuchillos. Cojo uno ancho, largo, bien afilado y con un mango ajustable a mi mano.

-Adelante -dice la mujer que acompaña a Flag.

De medio lado, como si fuese un boomerang, lancé el cuchillo atravesando con un corte limpio el cuello del primer muñeco. El cuerpo de este se desplomó en el suelo esparciendo los granos de maíz de su interior.

Cojo cuchillos más pequeños y los dejo incrustados en los muñeco, ya sea en el centro de la cabeza o en el lugar correspondiente al corazón.

-¡Listo! -digo sacudiéndome las manos.

Sin decir una palabra más, me encadenan y me devuelven a la horrible y sucia jaula de la que hace apenas quince minutos que salí.

>>¿Para qué era la prueba?

-Eso no te incumbe -responde el oficial.

-Deberías aprender a respetar.

Me coge por el cuello del uniforme y me pone de espaldas a la pared sin soltarme.

-¿A mi me vas a hablar tú de respeto? ¿¡Tú!? ¡Arruinaste la vida de mi hermano al romperle los codos!

-Deberías recordar que no fue decisión mía. Era trabajo y yo no hago excepciones.

Me lleva arrastrando del pelo hasta el interior de la celda y me tira con fuerza al suelo. Cuando cierran, me agarro a los barrotes y me incorporo.

>>¡Pregúntale a tu mujer! -grito.

-¿Cómo dices? -pregunta dándose la vuelta.

-Se sentía triste y sola, y la única compañía nocturna que tenía era su mano. Sólo te preocupaba tu hermano el tenista, la estrella de la familia y en quien todos fijaban la mirada. No me extraña que me contratase.

-¡ESO ES MENTIRA!

-Claro, claro... también es mentira que me pagó 125.000 dólares, vuestros ahorros de toda una vida. Debo tener el recibo entre los objetos que me quitásteis. ¿Quieres verlo?

-¡CIERRA EL PICO!

Coge un palo de descargas y me da una, dejándome tirada e inmóvil en el suelo.

Suicide Squad (Rick Flag y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora