flirt | 46

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No me sorprendió ser la primera de los dos en despertarse, por lo que dediqué los primeros minutos de mi día en detallar su hermoso rostro entre mis pequeños dedos. Paseaba con parsimonia la yema del índice por cada una de sus facciones, embelesada con todas ellas, incrédula de que alguien tan increíblemente guapo como él se hubiera fijado de alguien tan simple como yo.

Para cuando llegué a sus rosados labios, tracé una pequeña línea en el inferior, hasta robarle un rápido beso antes de intentar levantarme de la cama. Sin embargo, al momento de querer alejarme, solo logré que afianzara su agarre en mi cintura y soltara un pequeño gruñido adormecido.

—¿A dónde crees que vas? —protestó con una voz excesivamente ronca que me dejó embriagada, acomodándose sobre mi pecho.

—Ya tenemos que levantarnos —contesté intentando ocultar mi sonrisa de verlo escondiendo su cara perezosa en mí.

—No, no tenemos —negó lentamente, soltando un pequeño bostezo que me dio cosquillas.

—Vamos, Jaehyun —insistí quitándole un mechón rebelde de la frente—. Hoy será un largo día. Ayer todos se quedaron dormidos después de comer, pero estoy segura de que hoy será un desastre.

—Te puedo asegurar que no se ha despertado ni Taeyong —refunfuñó.

—He estado escuchando voces desde hace años.

Soltó un gruñido y rodó hasta quedar con la espalda sobre el colchón, abriendo pesadamente sus ojos hasta dejarlos clavados en el techo. Reí un poco, finalmente pudiendo levantarme a enlistarme para el día, yendo a buscar de entre mis bolsos el cepillo de dientes, desodorante y demás antes de posar la mano sobre el pomo de la puerta.

—Oye, Yoo, ¿y tú piensas salir así?

Quedé tan solo por unos segundos confundida con su tono burlón, para luego bajar la mirada a mi atuendo y chillar al darme cuenta de que tan solo llevaba mis bragas y su camiseta, producto del maratón que me hizo pasar ayer en la noche. Corrí a ponerme un pantalón de pijama intentando ignorar tanto sus risas como mi sonrojo, entonces saliendo despavorida por la puerta y consiguiéndome una larga fila en el baño.

—¿Qué es esto? —cuestioné al último de la fila, Sicheng.

—Una de tus amigas lleva como veinte minutos ahí y todos los otros baños están ocupados también —respondió tallándose un ojo con el dorso de la mano, dándose sin querer un aspecto increíblemente tierno.

—Esta es nuestra mejor opción, a menos que quieras pasar al poso radioactivo que seguramente dejará Johnny allá abajo —se unió Mark a la discusión, haciéndonos encoger la cara en muecas de asco.

***

—Hoy tenemos todo el día para jugar en la playa —anunció Taeil en cuanto nos sentamos a desayunar, desparramados por toda la sala al no tener una mesa lo suficientemente grande para tantas personas.

—Teníamos pensado hacer una fogata en la noche —siguió Taeyong, a lo que el público vitoreó—. Kun y los demás traerán una guitarra.

—Son unos amigos que viven el pueblo, los conocemos desde la primera vez que vinimos hace mucho tiempo —me aclaró en el oído Jaehyun mientras los chicos seguían planeando el día, a lo que asentí retomando mi comida.

Antes de que pudiera dar el último bocado, ya el timbre sonaba con insistencia. Doyoung fue el encargado de abrir la puerta, y pronto un grupo entró entre gritos y risas. Eran cuatro chicos, uno más guapo que el otro, quienes no tardaron en saludar animosos a los demás. También venían dos muchachas que no pude detallar bien, pues ante mi obvia mirada embobada una enorme mano se posó frente a mis ojos.

Flirt || Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora