La Señorita Park ni se inmutó de mi petición para ir al baño, por lo que me apresuré a caminar por los pasillos hasta llegar al lugar acordado. Ni siquiera le había contestado, así que me puse a cuestionar si lo habría podido tomar como un rechazo; no obstante, ni siquiera estuve totalmente dentro del aula cuando una mano rodeó mi muñeca y me haló dentro, haciéndome chocar contra un firme pecho.
Distinguí de inmediato su masculino olor, por lo que aproveché el momento para esconder mi avergonzado rostro entre su cuerpo. Aún cuando se quiso separar, afiancé mi agarre en su cintura por completo reacia a darle cara. Me zarandeó un poco en lo que soltaba una risilla, a lo que yo hice un puchero y me apegué aún más.
—¿No piensas alejarte de mí, eh? —se burló, con lo que arrugué la nariz y apreté los ojos. De verdad no tenía ganas de levantar el rostro, sentir su mirada, que viera mi sonrojo, que me preguntara qué me pasaba... ¡no, no y no!
—No en unos años, no —balbuceé contra su pecho.
—¿Y eso? —cuestionó sin dejar su tono divertido de lado, acariciando mi cabello entre sus dedos.
—Estoy cómoda —contesté, haciéndolo reír un poco y permitiéndome deleitarme con la vibración que se extendía desde su cuerpo al mío.
—Yo también, pero me temo que no podemos estar así todo el día —dijo, finalmente tomándome de los hombros para alejarme un poco. Mis ojos seguían cerrados, y un sonrojo que esperaba no fuera tan evidente se esparció por mis mejillas—. ¿Todo bien?
—¿Por qué no lo estaría? —reí nerviosa, abriendo los ojos poco a poco, consiguiéndome con los suyos escudriñando en mis expresiones con sospecha.
—Porque no has contestado mis mensajes desde que dejé tu casa, incluso el de buenos días, y tampoco te acercaste en la mañana. Por lo general despiertas antes que yo y hablamos por un rato antes de venir —explicó poniéndose un poco más serio, bajando levemente una de sus comisuras. Todo eso era cierto, algunas veces hasta lo llamaba para que no se quedara dormido.
Suspiré, mirando al suelo— Estaba con Miyeon, nos poníamos al día —no quería volver a molestarlo con mi pena, ya ayer se había esforzado mucho por hacerme sentir cómoda.
—¿Ah, sí? —alzó una ceja desconfiado; en realidad apesto mintiendo, no tenía idea de cómo había conseguido hacerlo por tanto tiempo con Yeon, aunque se lo atribuyo al hecho de que por lo general se trataba de ocultar y evadir—, ¿y le dijiste que follamos?
—¡Buah, no lo digas así! —chillé, tapándome el rostro con las manos y cerrando los ojos con fuerza, mi cara ardiendo.
—Es sobre eso, ¿no?
—Puede ser —contesté, mordiendo mi labio mientras golpeteaba el piso con mi bota muerta de los nervios.
—Yoojin, por favor, dime qué es... —pidió en un suspiro, bajando su tono de voz a casi un susurro. Sus manos remplazaron las mías sobre mis mejillas y dio leves caricias con sus pulgares— Con cada segundo que pasa me pongo a imaginarme mil y un posibilidades, te juro que me estoy volviendo un loco paranoico.
—Está bien —tragué saliva, armándome de valor para confesarme. Era realmente bochornoso decirle que lo evité un poquito porque no sabía darle la cara después de anoche, ¡no estaba acostumbrada a nada de esto! Apenas y pude hacerlo en la otra ocasión en la que hicimos algo más, pero esto simplemente no podía ignorarlo—. Todavía no puedo tratarlo con naturalidad, es vergonzoso. Mierda, fue algo enorme, me da mucha pena verte a los ojos después de lo de ayer.
—¿Es eso? —asentí lentamente, incapaz de verlo a la cara. Sin embargo, volvió a envolverme con sus brazos—. Dios, pensé que estabas arrepentida o algo. No vuelvas a dejarme con la intriga de esa forma, ¿sí? Sabes que puedes comentarme lo que sea.
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Flirt || Jung Jaehyun
Fanfiction¿Cómo evitar los sentimientos? Es imposible. Para una chica tan inocente -o despistada- como Yoojin, el escuchar a su mejor amiga decirle a un chico que la deje en paz la pone alerta al instante, corriendo a su rescate sin dudarlo o siquiera confirm...