Los ojos del zorro (Rukawa x Lectora)

Encuentro intenso

Eres Noa Sato, una chica de 20 años que busca licenciarse como profesora de gimnasia, este curso empiezas a dar practicas en un instituto y te has mudado a un piso compartido con tu amiga Ayako.

---Punto de vista de Noa ---

Noa: Ayako creo que voy a salir a correr un rato para conocer el barrio...

Ayako: Cerca de aquí hay un parque con pistas para correr, campo de fútbol y cancha de basket, seguro que te gusta, yo de momento tengo que seguir arreglándome que luego he quedado con los chicos...

Ayako era manager de un equipo de basket en el instituto, y ahora en la universidad mantiene mucha amistad con algunos chicos y sigue ayudando a los que aún siguen en el instituto y están a punto de graduarse, dice que esta noche vendrán a cenar para presentármelos y la verdad, no me hace especial ilusión conocer a críos, vienen un par que apenas tienen 17...

Salí a correr por las calles dirección al parquecito, me había puesto unos leggings cortos cómodos, una camiseta de tirantes y una sudadera encima, aunque a decir verdad a medida que iba corriendo, iba notando que la sudadera me sobraba, maldita humedad de kanagawa.

Llegué al parque y vi una fuente, fui hacia allí, me quité la sudadera y me remojé la cara y la nuca, al alzar la cabeza vi que había alguien mirándome fijamente como si me perdonase la vida.

--Punto de vista de Rukawa--

La verdad que estas instalaciones nuevas tienen una cancha genial, lo malo es que la gente se mete en la pista sin importar que esté entrenando... Cómo odio esta gente que viene a correr, ya va la tercera chica que me pide el número de teléfono, ¿no vienen a entrenar? Deberían dejarse de tonterías...

Lancé la pelota y el rebotó en el aro, mierda, la pelota se fue lejos, llegando a una zona ajardinada donde estaba la fuente, al mirar hacia allí me quedé helado.

Una chica apareció entre los pétalos que caían de las flores de cerezo, su cabello rojo fuego recogido en una coleta, se soltaba ligeramente y se pegaba a sus mejillas sonrojadas por el ejercicio, lentamente como una aparición se deshizo de la sudadera que llevaba, dejando ver su piel bronceada, algún tatuaje y unos pechos más que generosos, se mojó la cara y alzó la vista, fulminándome con unos grandes ojos verdes.

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Noa: ¿Tengo monos en la cara?

Rukawa: ...

Noa: ¿Hola? ¿Se puede saber que miras?

Sin mediar palabra el chico empezó a andar hacia ella, pasó de largo se agachó y cogió el balón de baloncesto, se lo mostró y se dirigió a la cancha.

Noa: Vaya mal educado, se dice buenos días por lo menos.

Rukawa: Será buenas tardes...

Noa: Ah... Para corregir si contestas?Muy amable

La chica se acercó a él y le quitó el balón hábilmente, Rukawa se giró con los ojos como platos ante esa osadía, por no hablar de que ni la había oído acercarse.

Noa: Te mereces que te den una paliza...-Dijo con sorna, mientras driblaba el balón entre sus piernas.

Rukawa se lanzó a recuperarlo, Noa hizo un leve movimiento y pasó el balón tras su espalda, se acercó a la canasta y lanzó, encestando sin problema. Se agachó a coger la pelota, y se giró mirando desafiante al pelinegro.

Rukawa: De acuerdo, juguemos un rato.

Así empezaron un uno contra uno, bastante intenso, a pesar de que la chica a penas medía 1,65 cm, era rápida y la cosa estaba bastante igualada. Rukawa estaba desconcentrado, si que es verdad que la chica era buena, pero él no estaba jugando al 100%, cuando ella atacaba, él intentaba defenderla y sin querer ciertas partes de su cuerpo empezaron a reaccionar con el roce de la chica y su sudor, su olor a vainilla suave tampoco ayudaba a que el  chico prestase atención... De repente ella saltó, muy alto, tanto que hizo un slamdunk y se quedó colgando del aro, sonriendo.

Rukawa: ¿Que llevas muelles en los pies?

Noa: Bueno la verdad he entrenado mucho para llegar, pero no es algo que consiga siempre... Ay...

----punto de vista de Rukawa---

La chica seguía hablando sin soltar el aro, ¿cuanto tiempo se va a quedar ahí?, su camisa se elevaba ligeramente dejando ver algo se su vientre, que ganas de acariciar esa piel que se asomaba, de repente miró hacia abajo y parecía ¿asustada?

Rukawa: ¿Todo bien?

Noa: Em... Esto... La verdad me da un poco de miedo soltarme ahora...

Me acerqué a ella sin pensar mucho, la verdad es bastante habitual que esas cosas pasen con jugadores bajitos, entrenan y entrenan para saltar más y luego se asustan de lo que llegan a conseguir, le agarré las piernas por los muslos,estaba ardiendo, por mi cercanía vi que se sonrojaba todavía más, me gustó que reaccionase así por mi.

Noa: ¡¿Que haces?!

Rukawa: Pues ayudarte, con el miedo que tienes es probable que al caer ni siquiera te apoyes bien y te hagas daño...

Noa: Eh... vale...

Se soltó por fin del aro, deslizándose entre mis brazos, noté como su trasero pasaba por mis manos, la curva de su espalda, y su busto pasaba primero por delante de mi cara y se deslizaba por mi pecho, y quedamos frente a frente. Ella sonrojada me miró a los ojos, yo la verdad, estaba hipnotizado por su cara y su olor, si no hubiera hablado creo que aún seguiría abrazado a ella.

Noa: Gracias... ¿Me sueltas?

Rukawa: Eh? Sí perdona...

----Punto de vista de Noa---

Cuándo el chico se acercó y noté sus manos en mis piernas, sentí como un rayo atravesara mi cuerpo, su tacto era frío a pesar de que habíamos estado jugando durante un buen rato, me dejé caer, notando con mis manos sus marcados pectorales y sus abdominales, durante el partido me había distraído un par de veces su mirada azul penetrante, pero tenerle tan de cerca era demasiado intenso, notaba su respiración en mi pecho mientras bajaba y su aliento chocando contra el mío, estábamos cerca, muy cerca...

Noa: Gracias... ¿Me sueltas?

Rukawa: Eh? Sí perdona...

Me alejé un paso de ese chico tan atractivo, me acababa de mudar por haber roto con mi novio,¿de verdad iba a andar tonteando por ahi con el primer tío que se me cruzase? Pero la verdad es que este chico no era de los que se ven todos los días... Me quedé en silencio mientras él se acercaba a la fuente, ni siquiera reaccioné cuando se quitó la camiseta para refrescarse, su piel era blanca como la leche, relucía al sol, sus músculos estaban definidos y su pelo negro contrastaba como si hubiera sido diseñado por un ángel. La verdad es un chico extremadamente sexy y a nadie le amarga un dulce ¿No?

Noa: Oye... Tienes hambre?, mi casa esta cerca de aquí, podríamos merendar algo...

Espero no haber sido demasiado sutil, él se me queda mirando con una pose seria ¿le habrá molestado? Lo mismo he sido demasiado atrevida, ¡si ni siquiera nos hemos presentado! Qué vergüenza, me he dejado llevar por el calor del momento, será que soy más pervertida de lo que creía maldita sea...

 Rukawa: Me encantaría.

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Estoy empezando a ilustrar los capítulos poco a poco! Aquí dejo un boceto de lo que llevo... Que tal??! ♥️