No importa

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Rukawa llegó a casa, Hanamichi estaba en la cocina tomando un chocolate caliente, al entrar a la cocina se tensó, esperó a que el Zorro se tomara su vaso de agua y se sentase frente a él, había sacado unas lonchas de queso y se había hecho un bocadillo.

Rukawa: Te pasa algo?

El ojiazul ya conocía al pelirrojo, se habían hecho amigos en un par de años y desde que compartían piso eran prácticamente hermanos, el tensai estaba nervioso y el zorro lo sabía.

Hanamichi: Yo... eh... Bueno ha pasado algo

Rukawa: Mh? Escupe

El dormilón no tenía mucha paciencia no le gustaban los rodeos, estaba agotado y sólo buscaba comer, ducharse y dormir.

Hanamichi: He besado a Noa.

El moreno se quedó impactado, Sakuragi le miraba con ojos de culpa, estaba decidiendo como tomarse esa confesión, apenas hacía una semana que conocía  a la muchacha y lo único que estaba claro entre ellos es que no era nada serio, que sólo querían divertirse, no tenía ningún derecho a enfadarse aunque estuviera ardiendo de rabia por dentro.

Rukawa: No importa...

El Zorro se levantó y fue hacia el baño, el pelirrojo se quedó en el sitio, no acababa de entender la reacción de su compañero de equipo, y todo era tan complicado... Pasó el día sin que compartieran muchas palabras, al día siguiente le despertó el tono de llamada de su teléfono, no eran ni las 7 a.m.

Hanamichi: Si?

Noa: Hana-kun... Necesito un favor...

Hanamichi llegó a la dirección que le había dado Noa, la chica salió de puntillas con los zapatos en las manos y cerrando sin hacer ruido. Se notaba que había pasado la noche allí, la chica sonrió con ojos tristes y abrazó al pelirrojo, se puso las deportivas y fueron andando alejándose de esa casa.

Hanamichi: Me vas a explicar que ha pasado?

Noa: Es que...

La chica se encogió avergonzada, el numero 10 no podía evitar pensar que era adorable, le dio un pequeño codazo y le sonrió para animarla, ella le sacó la lengua y procedió a contarle lo ocurrido.

Noa: Eso era la casa de Akira...

Sin más explicación Hanamichi entendió todo, bufó indignado y empezó a andar más rápido, la chica tenía que prácticamente correr para seguirle el paso. Estaba enfadado, el puercoespin la había tratado mal estando él delante, que sería capaz de hacer si estaban a solas? o es que ella quería que se las hiciera? Maldita sea...

Noa: Hana-kun...

El chico se giró, ella había parado para coger aire, tenía las mejillas coloradas y respiraba agitadamente, él la encaró con los brazos cruzados, visiblemente enfadado.

Noa: He sido una tonta yo...

Hana: Vas  a volver con ese idiota?

La chica no se lo había planteado, habían pasado la noche juntos, pero al despertarse por la mañana se había sentido sucia y mal, por eso había llamado a Hanamichi para que la viniera a buscar. Le miró con sus grandes ojos algo humedecidos, el chico mantenía su mirada seria y ella no sabía bien que hacer, estiró un poco el borde de su camiseta y desvió su vista al suelo.

Noa: No lo se...

Hanamichi volvió a girarse y andar, la chica salió corriendo tras él, le agarró la mano y el chico se giró, también tenía lágrimas en los ojos.

Hana: Se que no tengo derecho a nada, Haruko me llamó para vernos y yo quería hablar contigo antes de nada porque...

Noa: También es probable que salgáis juntos no?

El muchacho contuvo el aire, no podía enfadarse con ella cuando él prácticamente estaba haciendo lo mismo? La chica le miraba fijamente, tenía los puños apretados.

Noa: Yo no soy buena para nadie Hana, es mejor que salgas con esa chica y que sólo seamos amigos...

Hana: No he quedado hasta mañana con ella...

La chica alzó la vista, el pelirrojo se había acercado a ella, Noa no le había puesto nombre aún a lo suyo con Akira, ni Hana a lo suyo con Haruko, lo mismo no volvían a tener esta oportunidad o a estar libres para tener algo más que el contacto de dos amigos.

Ambos fueron conscientes al momento de que si se deseaban, si necesitaban contacto, ese era el momento, el muchacho agarró a la chica y la besó con ganas, ella correspondió el beso, el chico la abrazó con tanto ímpetu que la elevó del suelo para tenerla a su altura, por lo que ella se colgó de su cuello para tener estabilidad.

Noa: Esto nunca a pasado...

Hanamichi: Tranquila...

Se encaminaron entre besos furtivos hacia la casa de Noa, ese momento era SU momento y nadie se lo iba a quitar.

Los ojos del zorro (Rukawa x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora