-EIGTH!

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CAPITULO OCHO;
(OJOS LINDOS Y MEJILLAS ROJAS)

     LOS CUATRO JÓVENES CAMINABAN EN dirección hacia la casa de los Blythe, ya que iban a cenar junto con ellos

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LOS CUATRO JÓVENES CAMINABAN EN dirección hacia la casa de los Blythe, ya que iban a cenar junto con ellos. Ya que su madre ahora trabajaba como enfermera en esa casa, además los tres Blossom querían pasar tiempo con John. Ya que su madre les había puesto al tanto del estado del mayor.

Se encontraban los tres mayores escuchando las quejas de Marge sobre lo difícil que le eran las sumas. Cosa que hacían a los dos más inteligentes del salón sonrieran alegremente y no pararan de pensar: Si las sumas se le hacen difícil ya queremos ver cuanto le costará el futuro.

Mientras que Tom pensaba en que tendría que hacer para que ellos dos se quedaran solos por vario tiempo.

Apenas llegaron el entro corriendo en busca de su madre, quien se encontraba en el cuarto de John, quien dormía feliz.— Hoy tenía ganas de preparar un plato, pero no creo que haya suficiente... —dijo el inglés.— ¿pan? Podrían ir Cosette y Gilbert por más pan, mientras nosotros nos adelantamos a cocinar.

— Como quieras, cariño. —susurro la mayor.— Solo no despierten a John, el solo se despertará para comer.

El castaño asintió, y se fue corriendo hacia la puerta. Donde los chicos seguían caminando extremadamente lento hacia la casa, ambos callados mientras la menor seguía caminando.

— Marianne, Gilbert. —dijo apenas recuperó el aire, el no solía correr mucho.— Madre Fleur quiere que vayan a buscar pan al pueblo. —les sonrió traviesamente, haciendo que ambos lo miren con los ojos entrecerrados.

— Está mañana teníamos suficiente pan. —dijo desconfiado.— ¿Estás seguro que eso pidió?

— Si, completamente seguro. —dijo rápidamente.— Ahora, váyanse solos, solamente ustedes dos. Sin nadie más, juntos. —empezó a a divagar rápidamente, haciendo que el ceño fruncido de ambos se intensificara.

— ¿Está bien? —interrumpió la castaña, su hermanastro la había empezado a confundir. Y apenas ella dijo eso Thomas agarro a la hermana, quien también tenía cara de confundida y la jalo del brazo hacia adentro de la casa. Dejando a dos extrañados e incómodos adolescentes.

— Si quieres, —dijo Marianne después de un largo silencio.— en mi casa hay suficiente pan. Para no gastar plata.

— Ahora que lo pienso... —dijo Gilbert viéndola a sus ojos claros.— no creo que necesiten más pan, no nos dieron dinero para comprar pan.

— Thomas. —dijeron al unísono, el castaño había estado intentado que ambos se quedaran completamente solos desde el regreso de la familia a Avonlea.

— Ya que... —empezó el masculino, rascándose la nuca.— ¿podríamos hacerlo feliz quedándonos solos durante un tiempo? Cuando volvamos no se va a percatar de que no llevamos el pan que nos pidió.

— ¿Está bien? —dudo la castaña, se llevaban bastante bien. Sin embargo luego de el acercamiento en la casa de Ruby, y el concurso de deletreo sus acercamientos habían empezado a ser más incómodos.

— El clima está muy lindo. —mencionó el masculino, el silencio había empezado a incomodarlo bastante y quería hablar con ella.— Hace que tus ojos se vean más brillantes.

— Gracias. —dijo extremadamente roja, por el frío y por el comentario. Haciendo que el sonría, había logrado hacerla sonrojar.— Tus ojos también se ven extremadamente lindos con el clima.

— ¿Crees que mis ojos son lindos? —ella asintió mordiéndose el labio mientras veía hacia el frente, tenía la cara completamente roja.— ¿crees que soy lindo?

— Si a Ruby le gustas debe ser por algo, —fijo volviéndolo a ver a los ojos. Sin notar la cercanía de ambos, sin embargo el sí la noto haciendo que se ponga tan rojo como ella.— digo, nunca han hablado.

— Me gusta pensar que le gusto por mi inteligencia. —ella rió, haciéndolo sentir extremadamente nervioso. Estaban bastante cerca.

— Si fuera por eso, —dijo lentamente.— Ruby estaría loca por mi o por Anne, no por ti. —volvió a ver hacia el frente.— Pero en esta época a nadie le gusta nadie por su intelecto, prefieren el físico y el mío no es el mejor.

— ¿Quien te ha dicho que no eres hermosa? —dijo apoyando su mano en la mejilla de ella para que lo viera de nuevo a los ojos.

— Mi... —los ojos claros de ella se abrieron como si hubiera visto un fantasma.— ¿Crees que soy linda?

— Hermosa. —dijo, con el corazón en la garganta.— Estoy seguro de que cualquier chico querría ser tu novio.

— Igual el amor no está en mis planes. —dijo ella viendo los ojos del masculino.

— ¿En serio? —preguntó el, algo desilusionado.— y si alguien tan guapo e inteligente como yo te quisiera besar, ¿lo rechazarías?

— No creo que alguien —dijo ahora viendo los labios de el pelingero.— tan inteligente y guapo como tú me quisiera besar, Gran Gilbert.

¿Por que crees eso? —dijo el también viendo los labios de ella, tenía muchas ganas de rozar sus labios con los de ella.

Se empezaron a acercar lentamente, con la intención de probar los labios del otro. Sin embargo algo los interrumpió.




















diossssss, en el siguiente capítulo odio a billy, josie, la abuela de ella, a todes alch.

PRETTY GIRL||.                                  g. blythe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora