PRETTY GIRL||. g. blythe

- THIRTEEN!

capitulo trece;
( crushes )

— ¡MARIANNE! —GRITÓ TOM,— ¡ESTE JUEGO YA no es divertido! —dijo corriendo por toda la casa. Marianne había entrado al cuarto de Thomas y lo había sorprendido escribiendo una carta.

Sin embargo ella no la tomo para molestarlo, bueno, técnicamente lo había estado molestando bastante pero en la mente de adolescente de ella y en su mente de Tauro, necesitaba saber que era lo que el estaba haciendo.

— ¿Que escribes? —preguntó la castaña entrando al cuarto del mayor. Haciéndolo sobresaltarse, mientras sus mejillas se teñían de rojo.— ¡Te gusta alguien! ¡Vamos dejame leerla! —dijo acercándose al castaño. Haciendo que el, con el corazón en la mano por los nervios empezara a sudar. Su hermanastra no podía saber de eso.

— No, por favor. —dijo empezando a quitársela de encima.

— No me puedes decir que no, —dijo ella sonriendo.— porque de todas maneras me las arreglaré para hacerlo.

Y al final, luego de dos dias de insistir sin poder sacarle alguna información el lunes en la mañana ya la tenía en sus manos. No con su permiso, pero la tenía.

Sin embargo, no se atrevía a abrirla se sentía como si estuviera invadiendo la privacidad de su mejor amigo. Así que abrió la puerta del ático, dejando pasar a Thomas, el cual tenía una cara de miedo y preocupación.

— Lo siento. —dijo ella devolviéndole la carta a el.— No llegue a leerla, y no voy a planear leerla. Es tu privacidad y no había llegado a pensar en lo mucho que te odiaría si fuera al revés.

— Gracias. —el la abrazo fuertemente y Marianne no dudo en abrazarlo de vuelta. Y eso alivio bastante a Thomas, ya que desde el incidente entre ella y Blythe Marianne había estado notablemente más triste y decaída. Pero su sentimiento de alivio fue rápidamente remplazado por un sentimiento de preocupación, ya que empezó a sentir como la tela de su camisa blanca se empezaba a mojar.

Ninguno se quería separar de su abrazo, y ninguno lo hizo.

— Creo que me gusta alguien. —confesó Marianne en un susurro.— Y no quiero que me guste.

— Estanos en las mismas, Mar. —dijo el, acariciandole el cabello.

DURANTE LAS PRÓXIMAS SEMANAS MARIANNE había dejado de ser la persona que todos en el pueblo conocían. No hablaba con nadie, fallaba cada pregunta que le hacían en el colegio, había adelgazado lo suficiente como para que Gilbert y Thomas se preocuparan por ella. Era una persona completamente distinta y nadie aparte de Gilbert, Thomas y Anne lo notaba.

— ¡Mar! —la voz de Anne hizo que la castaña empezara a caminar más rápido, jalando del brazo a su hermana menor para que le siguiera el ritmo.— ¡No me puedes ignorar para siempre, Marianne! —dijo ella empezando a correr, para intentar alcanzar a su amiga.

— No estoy de humor para hablar contigo, Anne. —dijo ella, aún con su paso rápido, mientras que Maggie se quejaba pero intentaba seguirle el ritmo sabiendo que no se puede quedar sola en los bosques.

— ¿Tienes algún problema conmigo, Blossom? —dijo Anne, finalmente alcanzándolas y parándolas.

— ¿Por que tendría algún problema contigo, Anne? —preguntó ella, sin ninguna emoción.

— ¡Porque acabas de correr con tal de no hablarme! —contestó la pelirroja, con sus ojos aguados.

— No tengo ningún problema contigo, Anne. —ya sintiéndose culpable por tratarla así.

— Mentira. —Maggie habló. Haciendo que la mayor la viera con ojos llenos de furia, mientras que la pelirroja alzó sus cejas.— Le gustas al chico que le gusta. —dijo ella, haciendo que ahora la pelirroja abriera la boca, mientras que la castaña cerraba los ojos esperando ser bombardeada de preguntas.

— Lo siento muchísimo, no fue mi intención meterme en tu camino con alguien. —dijo ella.— No se que lo pude haber hecho para gustarle a esa persona.

— No hiciste nada, Anne. —dijo ella sonriéndole con pena.— Yo no lo culpo, incluso yo me enamoraría de ti. —las mejillas de Anne se tiñeron del mismo color que su cabello.

— Créeme que voy a hacer todo lo posible para dejarle de gustar.

— Gracias. —dijo ella sonriéndole sinceramente, extrañaba hablar con Anne.— Ahora, ¿Puedo continuar mi camino? —la pelirroja asintió, le dio un beso en la
mejilla a ella y a su hermana menor y se fue saltando hacia su casa.— Te odio. —le dijo a su hermana, la cual la miró con confusión.

— ¡Pero no dije que era Gilbert!

EN SERIO LO SIENTO X NO HABER ACTUALIZADO EN DOS AÑOS DAMN. si les soy sincera se me había olvidado esta historia así q pls si quieren alguna actualización les agradecería muchísimo si comentan ideas para ver cómo la continuó xq tengo 0. graciassss!!!!!!