AVISO: EN ESTE CAPÍTULO APARECEN ESCENAS EXPLÍCITAS DE SEXOAl entrar en el bar, Luis miró a todas partes alucinando.
-Hace muchos años que no entro a uno de estos. – Susurró mirándome.
-Vamos a bebernos unas birras y tomar algo rápido, que sobre las doce tenemos que estar a media hora de aquí. – Respondí.
-Quedan tres horas para las doce, nena. – Dijo acariciando mi culo.
-Pasan rápido, créeme.
Comimos y bebimos entre risas y anécdotas locas. El camarero, quien me conocía de hace varios años, se puso a charlar con nosotros cuando la clientela era menor. Ambos salimos satisfechos de allí.
Conduje hacia la carrera de coches, nos quedaba una hora para que llegase la gente. Aparqué en una zona apartada.
-La última que te cuento esta noche eh. -Dijo Luis muerto de la risa.
Asentí intentando aguantar la risa.
-Bien. Yo soy el "jefe" de un gran grupo de criminales. ¿Has visto Kill Bill? Bien, yo sería Bill. Bueno, pues hace como... seis años, entró una chica a la banda, Amanda. Ella era una tía bastante peligrosa y se enamoró de mi. Yo, que como te he dicho antes, tengo sexo de año en año, pues decidí aprovechar que ella estaba loquita por mi y decidí liarme con ella. Era una locura, se creía que por una noche juntos ya éramos Bonnie y Clyde.
-Venga ya, ¿qué pasó entonces?
-Bueno. Cuando le dije lo que realmente sentía, es decir, nada, ella decidió que torturarme era la mejor opción. De ahí algunas marcas de mi espalda. Otras son por cuchilladas que me han clavado gente que quería verme muerto.
Ahí va la respuesta del porque tantas marcas en su espalda.
-Me sedució para ir a la cama y se puso rollo dominatrix. Se supone que su intención era hacerme daño, pero sin sexo. Y yo, ay de mi, lo peor es que me gustó.
Comencé a reír con él.
-Quién lo diría. A uno de los tipos más peligrosos del planeta le gusta que le dominen y manden. – Susurré mirándole.
- Muchísimo además... - Susurró y me besó. Era un beso distinto al resto, este era ardiente. Con ganas. Ya no podía evitarlo más.
Me levanté del asiento y me puse sobre su regazo intensificando el beso.
-Vamos a hacerlo ... - Jadee notando como un suave picor llegaba a mi entrepierna.
Luis me miró mordiendo mi labio inferior. Sonreí y cogí, de forma torpe, mi bolso. Agarré un condón de los que había pillado hoy y lo abrí mientras Luis se bajaba los pantalones y los calzoncillos.
Me desnudé de cintura para abajo y me quité el sujetador mientras él se intentaba concentrar para poner el condón. Notaba como mis pezones se endurecían por mi estado de lujuria. Me monté sobre él mientras él se colocaba para entrar.
Jadee al sentir su miembro en mi interior y comencé a moverme mientras él me levantaba la camiseta y se llevaba uno de mis pechos a su boca. Gemí con los ojos cerrados notando como sus manos agarraban mi culo para ayudarme a moverme, cada vez con más ritmo.
Él separó su cara de mis pechos para besar mis labios con ganas. Un gemido ronco salió de sus labios cuando empecé a moverme más rápido. Me tiró de la camiseta quitándola. Una de sus manos estaba situada en el mismo lugar de antes mientras que la otra acariciaba mi espalda desnuda.
Agarré su mano, la cual estaba en mi trasero, y la subí a mi espalda para que me abrazase. Esto no duró mucho ya que Luis decidió poner las manos en el mismo lugar de antes. Miré su cara de placer, la mía sería prácticamente igual. Me encantaba la forma en la que me miraba, se notaba que tenía ganas de esto, de tenerme tan cerca, de besar cada rincón de mi cuerpo y de poder ser el responsable de mi placer durante unos minutos. A mi me pasaba exactamente lo mismo, yo era la encargada de darle el placer. No era como el sexo con gente que pasa por tu cama una noche. No. Era sexo con deseo acumulado y ganas de sobra.
ESTÁS LEYENDO
Cuando el sol caiga
Teen FictionLa vida de Ágata se ve llena de adrenalina cuando se encuentra obligada a esconder en su casa a uno de los mayores criminales buscados por la Interpol. ❤️Portada hecha por @Alexa_Henao❤️