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Me giré mirándole. Estaba sorprendida de que él estuviera allí.

No sabía cómo me sentía. Estaba feliz y estaba bastante enfadada.

Él me sorprendió con un tremendo beso.

Y yo, por las ganas, se lo seguí.

Acaricié su nuca y noté como me pegaba a él.  Tenía sentimientos encontrados, por un lado, le había extrañado muchísimo, pero, por otra parte, él me abandonó cuando más le necesitaba. Me aparté y le miré.

- ¿Qué haces aquí, Luis? – Pregunté mirándole. Él acarició mi pelo y miró mis labios. Le aparté con la mano.

-He venido por ti, nena. – Murmuró y suspiré, negué con la cabeza.

-Fuera de la ducha- Musité tapándome y girándome para darle la espalda.

Noté sus fuertes brazos rodearme por la cintura. Su miembro apoyado en mi espalda baja haciendo que perdiese la cordura. Depositó un pequeño beso en mi hombro. Él sabía que ese gesto me debilitaba, por eso mismo lo repitió.

Moví mis hombros para que apartase sus brazos de mi cuerpo y se separó. Sabía que estaba frunciendo el ceño. Me mantuve quieta, notando el agua resbalar por mi pecho. Escuché como salía de la ducha. Giré mi cabeza para mirar lo que hacía, se estaba secando y vistiendo.

-Si cambias de opinión avísame discretamente – Dijo antes de salir. Miré la puerta y me quedé bajo el agua un buen rato pensando a qué había venido eso. Respiré hondo y al acabar de ducharme me vestí y salí. Escuché risas, música y conversaciones. Olía a barbacoa y efectivamente vi que estaban haciendo una para celebrar que habían llegado.

Busqué con la mirada a Luis y lo vi sentado con varios tíos más hablando de temas suyos. Luego me acerqué a Vivi, quien estaba haciendo la barbacoa y miraba de reojo a Luis.

-Veo que ya conoces a todos- dijo sin mirarme.

-Creo que sí. – Respondí mirando a la del flequillo bicolor.

-Te daré un consejo. Sé que os conocéis de antes y le tienes aprecio, pero apártate de Luis. – Soltó.

Fruncí el ceño mirándola.

- ¿Y por qué tendría que hacerlo? – Pregunté mirándola- ¿Acaso estás enamorada de él? ¿Piensas que tras un polvo me clavará una navaja?

Vivi me miró soltando las pinzas con las que cocinaba. Negó con la cabeza.

-Se llama código de amigas. No creo que debas de calentar mucho a una embarazada. – Eso me dejó incluso más descolocada.

-No te estoy siguiendo.

Vivi agarró mi brazo y tiró de este para llevarme a la cocina, la cual estaba vacía.

-El bebé de Rosa, es el hijo de Luis.

Mi mundo se cayó. Noté como mi cara se descomponía. No me esperaba eso.

-Rosa y Luis están...

- ¿Juntos? Eso es lo que Rosa querría. Ese crío es producto de una noche loca. Ya sabes... de vez en cuando es bueno desfogarse. Todos aquí lo hacemos... - Hizo una pausa y me miró. Yo estaba descompuesta- Aún recuerdo cuando llegó después de estar contigo... Jamás le había visto así. Tan preocupado, sintiéndose tan culpable... Sin embargo, él no podía hacer nada para ayudarte. Ninguno de nosotros podíamos. Somos criminales buscados en todo el mundo. Ahora las cosas se han calmado y por eso te hemos sacado de allí.

Me sentí dolida. Lo había pasado tan mal y ya no podía hacer nada o casi nada para recuperarle. Tampoco quería. La cárcel me había hecho ser tan fría que casi no me importaban los sentimientos de Luis. Casi.

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2020 ⏰

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Cuando el sol caigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora