Mi Ángel De La Guarda

Capítulo 36

*NARRA ÁNGELO*

-Vamos a ver, ¿qué cojones te pasa a ti?-me pregunta Armani, cabreado.

-Defiendo a mi familia, ¿tan difícil es entenderlo?-le respondo.

-¿Cómo puedes pensar que ella os quiere matar? ¿Estás loco?

-Kate tiene razón, Alessandra estaba planeando todo esto. Ella quiere matarnos, y quedarse con el imperio de mi padre.

-Mira Angelo, no me hagas golpearte, porque ganas no me faltan. Alessandra te ama, y yo estoy segurísimo de que ella jamás te haría eso. Tú eras el que le rogaba para que volviese contigo, ¿y ahora le haces esto? Ella está ahí dentro, con vuestro bebé debatiéndose entre la vida y la muerte.

-Ese no es hijo mío-gruño, furioso.

-Ay madre, que la tipa esa te ha comido la cabeza-exclama, mientras se lleva las manos a la cabeza.

-¿Quieres que te enseñe cómo es realmente Kate?-interviene, Antonio.-Porque no es quien tu crees, Ángelo. Te estás poniendo tú solito, en peligro.

-¿Qué dic-pregunto, cuando somos interrumpidos por dos doctores.

-¿Familiares de Adriano y Alexis Salvatore?-pregunta, uno de ellos. Nosotros asentimos, y nos acercamos a ellos.-Ambos tienen bastantes golpes, que dejarán hematomas, y están deshidratados. Pero dentro de lo que cabe, están bien. Alexis solamente tiene una costilla rota, pero Adriano no tiene ningún hueso roto. Les dejaremos un día ingresados, con suero para hidratarles. Pueden pasar a verles, ambos están en la habitación 202.

-Gracias, doctor-le agradezco, antes de que se vaya.

-Ahora, pasamos con Alessandra-comienza a hablar, el otro doctor.

-¿Cómo está? ¿El bebé está bien?-pregunta, Alina preocupada.

-Ambas han salido del peligro, estaba teniendo una amenaza de aborto por toda la situación-explica.

-¿Ambas? ¿Es una niña?-pregunta esta vez, Armani. El doctor asiente, y ellos comienzan a celebrar.

-Es una niña, pero no le podéis dar más disgustos o la perderá. Ahora, ¿quién es Ángelo?

-Yo, señor-le digo, acercándome a él.

-Más te vale cuidarla, eres un maldito idiota.

-Oiga, ¿pero qué dice? No se meta, donde no le llaman.

-Vuestra discusión se ha escuchado, por todo el maldito hospital. ¿Cómo puedes tratarla así? Aún estando dormida, susurra tu nombre y que te ama. Sus brazos están marcados, tienen hematomas por tus agarres. ¿Quieres perder a tu mujer y a tu hija? Bravo, porque lo estás consiguiendo. Si la vuelvo a ver, con algún signo de violencia, llamaré a la policía y haré que te detengan-el doctor se acerca más a mi, y ambos nos quedamos mirándonos furiosos. Maldito idiota, le hace falta una bala en el puto cráneo.

-¿Podemos pasar a verla?-pregunta, Armani separándonos.

-Sí, habitación 304. Si me disculpan, debo retirarme-dice éste, arreglando su bata.

-Gracias, doctor-le agradece, Armani.-Mira Ángelo, vamos a subir a verlos a los tres y después tú vienes con nosotros. Tenemos que hablar, seriamente. Y no le hagas caso, a esa tiparraca-dice señalando, a Kate que espera sentada en los bancos.

Asiento con la cabeza, y él comienza a tirar de mi brazo hacia los ascensores. Entramos en la habitación, que nos ha dicho el doctor, y los veo despiertos.

-¡Padre! ¡Alexis!-les abrazo a los dos, y ellos sonríen contentos. Los demás, también les saludan, quedándonos todos a cada lado de ellos.

-¿Dónde está, mi pequeña?-pregunta mi padre, buscándola por la habitación.-Le he echado mucho de menos.