The moment for chaos

V. Versus

"... As he begins to raise his voice

You lower yours and grant him one last choice

Drive until you lose the road

Or break with the ones you've followed

He will do one of two things ..."

How to save a life fragment by Nilu

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Poe permaneció observando con fijeza. El maestro de su esposa salió a toda prisa, como si estuviera resistiéndose a algo que evidentemente le estaba costando más trabajo del que intentaba admitir.

A unos tres metros, del lado opuesto de la puerta del salón de clases, Poe Dameron vio cambiar el semblante de su esposa a uno de ensoñación, uno que jamás le había visto antes con él.

Sintió hervir su sangre en el momento, anterior a su precipitada salida, en que los dedos del profesor Ben Solo se posaron en la mejilla de Reyleen y se deslizaron sobre ésta, lentos, como si saborearan el instante mismo sobre su piel. Reyleen no se retiró y en cambio, permaneció con los ojos fijos, dulces y agrandados de emoción, revoloteando sus pestañas largas, mirando al profesor como si fuese el único hombre al que había observado con amor en toda su vida.

Pasó algo.

Y por un momento, Poe Dameron pensó que había sido descubierto, espiando sin motivo.

Pero el motivo era claro, estaba allí. Ellos estaban tan cercanos como nunca él mismo lo había sido con su esposa.

Pero era su esposa.

Reyleen se levantó y tomando sus cosas, salía del salón cuando Poe dio la vuelta a éste y se paró justo frente a ella, rápidamente, como si la hubiera sorprendido in fraganti. La reacción de Reyleen fue de sorpresa nerviosa. Fue lo único que Poe necesitó para comenzar a hacer reclamos.

- Ahora entiendo por qué siempre estás tan cansada... ¿Quién iba a creer que tú, con lo buena y dulce que te ves, ibas a ser la clase de mujer que engaña a su marido? – y la mirada de Poe, tensa y acusadora, dejó fría a Reyleen que, en ese instante, tenía la cabeza hecha un desastre.

- No sé de qué... - Su voz sonaba entre angustiada y asustada.

- ¡Deja de mentirme! ¡Eres una sucia mentirosa! – Estalló - ¿Vas a decirme que no estaban juntos? ¡Acabo de verlos! – Y la tomó por los brazos, agitándola como a una hoja - ¡¿Quién es?! ¡¿De dónde lo cono..?! – En ese momento, Ben Solo regresaba por el mismo camino que había tomado al irse, pues había olvidado su iPad dentro y se encontró con Poe Dameron agitando a Reyleen, al borde de la locura.

Sin siquiera pensar, sin reparar en lo que fuera que hubiera en sus pensamientos, en ese instante sólo su instinto actuó. Algo en Ben se encendió, como si hubieran incendiado en su interior un barril de dinamita. Sin poder controlarse, se abalanzó sobre Poe, quien no pudo ocultar su evidente sorpresa e indignación. ¡Él era quien estaba siendo engañado!

Ben dejó ir su puño contra el rostro afeitado y descompuesto del esposo de Reyleen. Ésta yacía en el suelo, mirándoles a ambos, asustada y en shock. No sabía cómo intervenir, no porque no supiera a quién apoyar. Poe era su esposo, y si él creía que ella le debía una explicación, se la daría. Pero algo en su interior también la hizo enojar. La forma en que le tomó de los brazos, hiriéndola, removió en ella un indescriptible deseo de ser hombre y devolverle el favor. Comenzaron a intercambiar golpes, aunque para sorpresa de Reyleen, quien se incorporó sacudiéndose y acercándose tratando de separarlos sin éxito, gritándoles que pararan, era el profesor Solo, quien estaba proporcionándole una verdadera paliza a su joven esposo, pese a probablemente tener la misma edad. Sin embargo, Ben era ágil, y aunque de cuerpo atlético y alto, realmente parecía tener habilidades para pelear cuerpo a cuerpo sin que su estatura le resultase un problema. Poe practicaba diversas disciplinas en el gimnasio, pero nunca se había focalizado en nada y eso se notó. En un momento en que Poe ya no podía más, pero continuaba golpeando al que creía su rival, más para no renunciar a golpearle que por el hecho de sentirse indignado, asestó un golpe en la mandíbula de Ben, que ni siquiera se inmutó. El puño de Poe dolió insoportablemente y algo perturbado al no notar reacción alguna de Ben, intentó golpearle una vez más, sólo para descubrir que el profesor Solo tenía un derechazo mortal. El puño de Ben se encontró con la mandíbula de Poe y este cayó, casi fulminado, lleno de sangre su rostro, en el suelo.