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¿Se supone que me sienta feliz?, bueno mi madre supone que si, después de todo la carta de aceptación a la universidad llego hoy en la mañana pero, ¿que sentido tiene?
Muy bien, entraré a la universidad que quería, estudiaré lo que quería, trabajaré, ganaré dinero... a estas alturas no se que es lo que me hace feliz.
¿Mi familia?, ¿mis estudios?, ¿mis amigos?, ¿eso es realmente lo que me hace feliz?
desde que tengo memoria he vivido de la misma manera, ir al colegio, llegar a casa, comer algo delicioso que preparó mi madre, hablar con mis amigos e ir a dormir, parece que todo se repite, o bueno al menos hay algo ahora que me ha sacado de esto.

Kim MinGyu, alto, piel de un color canela hermoso, inteligente y al mismo tiempo bobo, para muchos un chico sexy y atrevido, para mi un cachorrito cursi, mi novio.

Extrañamente la persona que me sacó de mi rutina, extrañamente la persona que me hizo darme cuenta que odio mi vida.

Y ahora esta pregunta ronda todos los días en mi cabeza, ¿quiero seguir viviendo así?, ¿tan siquiera vale la pena?

Porque claro, ahora tengo a MinGyu y los primeros meses fue genial, pero... el es tan genial, hace un montón de cosas, parece que siempre se mete en problemas pero siempre se divierte, su vida es divertida y yo...

A veces siento que le estorbo, suena cruel, pero yo solo soy un chico que se la pasa escondido bajo sus libros con miedo de todo, el parece tan libre, si se queda conmigo solo lo limitaré, ¿porque no puedo ser como el? ¿porque no puedo cambiar?, me odio a mi mismo de solo pensar que tal vez un día el me deje porque soy demasiado... yo, soy demasiado yo y terminaré fastidiandolo.

¿que pensaba cuando comenzamos a salir?, el se merece más, ¿porque me elegiste a mi?, no tengo nada en especial.

solo quiero desaparecer.

Y aun sabiendo que esto no va a durar mucho me quiero aferrar a ti, porque eres lo que le da color a mi asquerosa vida.

Kim MinGyu, estoy seguro de que-

Tuvo que dejar de escribir porque el timbre sono y su madre ordenó que fuera a abrir, cerró su libreta y la guardo en el cajón de su ropa para después bajar los escalones y llegar a la planta baja.

Al abrir la puerta una pequeña sonrisa se posó en sus labios, su novio estaba frente a él con una pequeña maceta que estaba plagada de hermosas rosas, MinGyu sabía que él ama a la naturaleza y que pensaba que cortar flores era algo horrible así que en vez de ramos de flores siempre le regalaba pequeñas macetas con diferentes tipos de flores.

—Felicitaciones, hermoso —Aquella felicitación salió de los labios de MinGyu, se acercó y lo abrazo suavemente dejando un beso en sus labios.

—¿Te contó mi madre? —preguntó mientras sonreía ampliamente viendo cómo el moreno tan sólo asentía suavemente para después besar su frente.

—Lo lograste, whoa, mi chico es el más inteligente de todos —aseguró mientras permanecía abrazándolo, manteniendo aquella maceta detrás de la espalda de su novio para que no le pasara nada.

Cuando se separaron WonWoo se acercó a las rosas y las contempló con una sonrisa.
—Son preciosas —susurro y le sonrió al más alto para después tomarlas y tomar su mano haciéndolo pasar a su casa.

Subieron a su habitación en donde dejó la pequeña maceta, no le hacía falta agua por lo que podía dejarla ahí por un momento hasta que le consiguiera un lugar lindo, sintió los fuertes brazos de su novio rodear su cintura y rápidamente se dio la vuelta correspondiendo a aquel abrazo.

—Pensé que hoy estarías saltando de felicidad, parece que no estas feliz... ¿pasa algo? — aquellas preguntas hicieron que WonWoo se mordiera los labios para después mirarlo y negar suavemente.

—Es solo que me duele la cabeza desde la mañana, hoy no fue el mejor día para que llegara la carta, pero sólo es eso ¿si? —dijo con una pequeña sonrisa, MinGyu tan solo asintió y dejó un pequeño beso en sus labios.

—Está bien, pero entonces deberías estar descansando —dijo el más alto mientras lo miraba con un pequeño puchero, dios, esos lindos gestos lo hacían derretirse, ¿como podía ser tan lindo?

—Estoy bien así, ya tomé algo, además mi mejor medicina eres tú —aseguró mientras sonreía ampliamente para después volver a acomodarse en su pecho.

MinGyu le hacía sentirse seguro, cuando estaba con el todos sus problemas parecían desaparecer, podía esconder la cabeza en el pecho de su novio, sentir su aroma, sentir aquellos fuertes brazos acariciandolo y eso le hacía sentir protegido, seguro de todo lo que le hacía mal, hasta de sí mismo, MinGyu lo salvaba, le hacía sentir que todo estaba bien.

Se recostaron en la cama y hablaron de un montón de cosas, MinGyu había aplicado para la misma universidad así que lo más probable era que lo aceptaran y de esa manera estar aún más juntos, hablaron de la posibilidad de irse a vivir juntos en un departamento cerca de aquella universidad, hablaron de tantas cosas, tonterías al azar, aquel "dolor de cabeza" incluso desapareció, reían, se besaban, permanecían abrazados o tomándose las manos, incluso le tocó regañar y pegarle manotazos a MinGyu cuando sus manos iban directo a su trasero y lo apretaba, pero claro que sólo era porque su madre estaba en la casa, si no fuera así el mismo ya se hubiese encargado de quitarle toda la ropa a su novio.

Esa era otra cosa para halagar de MinGyu, aun cuando todos lo tachaban de que seguro era un chico que se acostaba a la primera con cualquiera, MinGyu había resultado muy respetuoso, estaban a punto de cumplir un año como novios y la primera vez que hicieron el amor fue en su octavo mes, aún recordaba como MinGyu había preparado una cena pero los besos se hicieron incontrolables y terminaron en su cama, aún recordaba las manos de MinGyu tratándolo como lo más delicado del universo y aunque MinGyu para nada era virgen, se notaba en sus ojos y en sus actos que estaba algo nervioso, lo estaba cuidando y eso, que siempre lo cuidara y se preocupara por su bien, lo había enamorado mucho más.

Claro que desde esa primera vez ambos aprovechaban cualquier momento posible para hacer el amor, el tan solo pensar en los labios de su novio recorriendo su piel, haciendo fuego en el, lo hacía estar en las nubes.

Por su parte a MinGyu le encantaba el pequeño sonrojo que cubría el rostro de su novio, porque no importaba cuantas veces lo hicieran, WonWoo seguía sonrojandose por completo y se veía tan lindo.

En fin, pasaron la tarde entre jugueteos, besos y palabras tontas, comieron algo y después MinGyu tuvo que regresar a su casa, después de eso solo bastaron unos pequeños minutos para que volviera ese sentimiento, para que se volviera a odiar, para no sentirse digno de tener a un novio como MinGyu, para querer dormir y tal vez no volver a despertar.

Volver a escribir en aquella libreta que le ayudaba a liberarse, no podía llorar, se sentía un monstruo por eso, tenía una tristeza tan inmensa que no podía llorar, estaba vacío y no sabía cuando tiempo podría seguir aguantando de esa manera,solo aguantando todo junto a su vieja libreta y sus notas.

『 Notas 』『 Meanie 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora