Acababa de llegar a la escuela a las 6:50 de la mañana, todavía faltaban 10 minutos para entrar. Miré mal la hora y vine apurado pensando que iba a llegar tarde, por lo que había venido sin uniforme y con los ojos llenos de lagañas. La señora Mordanne me iba a matar.
Estaba distraído mirando al suelo cuando vi llegar a los dos rubios que tanto conocía. Paul y Wilde eran hermanos gemelos, además de ser mis amigos de toda la vida.
Ambos bajaron de un auto diferente al que había visto la última vez, y este parecía bastante más caro. Apenas verme Wilde caminó hacia mí, Wilde era conocido por ser el menor y más explosivo de los hermanos.
- ¡Hola!- me saludó mientras se acercaba para darme un gran abrazo - ¿cómo estás Wil? no creí que te vería este año, supongo que vas a quedarte otro año en la casa de tu tía - a lo que yo solo sonreí y me dediqué a sonreír, me cae bien Wilde, lo quiero mucho a pesar de ser un estúpido.
- Al menos este año no vas a perderte de las mejores fiestas - agregó mientras me guiñaba un ojo y se daba vuelta para ver a su hermano Paul, quien se encontraba cerrando la puerta del auto.- ahí viene tu chico - a lo que después de decir eso se bajó los lentes de sol y se daba media vuelta para irse caminando a quién sabe donde. Ojalá que sea al salón de clases.
-¡Wil!- me gritó Paul mientras agitaba la mano desde lejos, ahora que hacía el contraste entre él y su hermano me daba cuenta que son exactamente iguales, aveces hasta me sorprendo al verlos y no encontrar ninguna diferencia, pero sin duda su mayor diferencia eran sus personalidades.
- Creí que no te vería en años, joder - dijo mientras terminaba de acercarse y me daba y enorme abrazo, me apretó tan fuerte que parecía que iba a asfixiarme.
Paul es un chico demasiado bueno, siempre se preocupa por nuestro grupo de amigos, además de ser el más cercano a mí de todos, sin duda lo había extrañado en el verano.
- Yo tampoco pensé que te vería - dije mientras lograba zafarme del abrazado y le dedicaba una sonrisa - me cansé de mi madre, realmente tuvimos problemas últimamente y no tendría sentido quedarme un año con ella sabiendo que mi tía siempre tiene un lugar para mí.
Bueno, eso era verdad, quería a mi madre pero todo había ido muy mal últimamente. Por lo que decidí venirme a vivir otro año con mi tía, sin decir que me alegraba estar con los chicos.
- Está bien - dijo Paul dedicándome una sonrisa mientras me hacía una seña para que lo siguiera hacia el salón de clases - vamos a ver a los chicos, seguro van a estar felices de verte - y luego de eso soltó una sonora carcajada que supuse fue de alegría, y la verdad es que a mí también me alegraba estar aquí.
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EL CAMBIO DE LOS SIETE [En Proceso]
RomanceUn grupo de amigos cursa su último año de secundaria. Todos son ricos, guapos, y lo que menos les preocupa es estudiar. Aquí veremos sus lados de la historia. Son siete chicos, siete historias, y siete protagonistas. A través de ellos veremos el pa...