EL CAMBIO DE LOS SIETE [En Proceso]

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Pi pip pi pip pi pip

6:00 Am.

Maldita alarma. Joder.

Estoy demasiado cómodo como para levantarme, en realidad ni siquiera tengo ganas de moverme, estar acostado es una de las mejores cosas del mundo.

Los rayos de Sol me estaban molestando en la cara, por lo que estuve a punto de levantarme a cerrar las cortinas. Pero entonces me dí cuenta de una cosa: todavía seguía abrazando a Wil.

Los recuerdo de anoche comienzan a
golpearme sin darme cuenta: yo llegando a la casa, los tres mirando películas con su tía, nosotros subiendo a su habitación, los chicos llorando, yo abrazandolos.

- Joder - suspiré.

Si me pongo a pensarlo, todo lo que había pasado ayer era demasiado triste, más triste de lo que había pensado en mi vida.

Bajo la mirada y me encuentro con los grandes rizos de Wil, marrones, brillantes, con olor a shampoo de coco. Se me escapa una enorme sonrisa, cuando quise darme cuenta ya los estaba acariciando.

El cabello de Wil es una mezcla de café dorado con una selva de rizos alborotados. Parecía imposible de creer, pero en los rayos del Sol se veían aún mejor.

Recordar todo lo que había pasado ayer me dolía un poco: ellos se veían tan mal, y yo nunca había estado en una situación como la de Wil, no sabía lo que se sentía, y no podía ayudarlo. Solo estaba haciendo lo que pude.

Yo ni siquiera conocía bien a estos chicos, pero tenía un sentimiento extraño, sé que no los conozco del todo, y sé que no puedo cambiar su situación. Pero me dan ganas de ayudarlos, realmente me dan ganas de ayudarlos.

También puedo decir que me dan un poco pena, yo no soy perfecto, pero soy feliz. En cambio ellos se veían tan rotos y vulnerables, una parte de mi solo quería ayudarlos hasta que se sintieran bien.

Era un poco raro todo, porque puedo ver como ellos se quieren, pero ninguno sabe expresar sus sentimientos y emociones, por lo que se complica toda la situación. Supongo que en esa parte es donde entro yo.

Anoche me daban ganas de meter a ambos en una cajita de cristal, así nada podía lastimarlos. Pero eso es imposible. No podemos evitar que a las personas les pasen cosas malas, necesitamos por eso para madurar. Pero siempre es más fácil decirlo que hacerlo.

"No podemos hacer a la gente olvidar."

"No podemos ayudarlos siempre a todos."

Esas eran las frases que me repetía constantemente, ya saben, para sentirme menos mal. Según Charles yo tenía "el complejo de super héroe de Disney", y quizás era verdad. Porque siempre estaba intentando ayudar a todos, y como es común, esta no es la escepcion.