Prólogo

69 4 4
                                    

Todo comenzó el 28 de septiembre de 1929, una tarde gris y lluviosa en un cementerio. Las familias que se encontraban allí velaban a aquellos que habían perdido la vida en la guerra. Entre ellos, un niño de seis años de cabello castaño estaba totalmente empapado, observando con seriedad la gran caja de madera cubierta con la bandera de su país y el símbolo de dos rosas. El niño miraba la escena con una expresión estoica, consciente de que alguien muy cercano a él se había ido para siempre, dejando a su madre sola quien debía luchar por seguir adelante.

Un soldado se acercó y le entregó la bandera al niño, mientras su madre abrazaba con fuerza al mejor amigo de su difunto esposo, buscando consuelo en medio de su dolor.

Al otro lado del cementerio, una niña albina acompañaba a un soldado que permanecía en posición de saludo, con su puño derecho en el pecho y la mano izquierda detrás de la espalda. Llevaba un brazalete con el símbolo de dos rosas en su brazo izquierdo y mantenía los ojos cerrados en señal de respeto. La niña, angustiada por la pérdida, reprimía sus emociones hasta el límite, mostrando una mirada seria y contenida. A su lado, un joven soldado de cabello azabache, con apenas 19 años, miraba la escena con una expresión seria e inexpresiva.

Al salir del cementerio, la niña cruzó su mirada con el niño castaño, y en ese breve instante, algo movió los corazones de ambos. Sin darse cuenta, esa fue la primera señal de un destino que los uniría para siempre.

"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper"...

Un Amor En La Guerra [Temporada 2] | FreddaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora