DNA; La Batalla Contra Los Fallidos [Trilogía 2/3] Terminado

Capítulo 12

Pov. Hoseok /Narración antes de la llegada de JungKook/

Un año entero... Habían pasado 365 días en los cuales Taehyung siempre admiraba el cielo, en espera de su regreso. Entendía su sufrir, no era la primera vez que lo experimentaba.

Solté un suspiro cansado y me gire sobre mis talones para poder quedar de espaldas ante Tae, quien miraba los computadores que mostraban las localizaciones de los fallidos que escaparon. No he dejado de arrepentirme, era mi culpa. Yo los había dejado escapar y ahora ellos asesinaban todo a su paso. Quería poder hacer algo.

Un día como cualquiera, de la nada los computadores se encendieron, habían aparecido nuevos fallidos. Desde entonces la cifra aumento más y más... Tae no me echaba la culpa, pero sabía que era mi culpa ¡Yo libere a los fallidos!

Creí que no había solución... Hasta este día. Después de tanto tiempo, él al fin se digno en aparecer... Con una criatura y un nuevo hombre. Yo en verdad creí que amaba a Tae... Pero no era así...

Me enfurecía el hecho de que Tae aún este perdidamente enamorado de Jungkook y que él... ¡Él se halla olvidado de Taehyung tan fácilmente! ¡Odiaba a Jungkook! ¡Lo odiaba con toda mi alma! ¡Pero se va a arrepentir! ¡Me las vas a pagar Jungkook!

Al abrir la puerta, me encontré con su presencia.

—¡Te odio! —le dije antes de salir corriendo fuera de la habitación

Yo ya no hacía falta en la vida de Tae, él no me quería a mí. Ya no quiero hacerme más daño... ¡Ya no!

Corrí sin parar, no sabía bien a dónde me dirigía y ciertamente no me interesaba... Tropecé con una maldita rama, deje salir el llanto, ya no lo soportaba, deje salir mi dolor... ¡Mi frustración!

—T-tae... —solloce

—Pobre Hoseok —esa voz... —, sigue creyendo que la vida es fácil, sigue creyendo en el amor

—¿¡En dónde estás!? —me levanté de un brinco y busque con desesperación su presencia

—Has dejado de usar tu poder, todo por él. Quien prometió que te protegería... Ahora dime ¿En dónde está él?

—E-eso...

—Hoseok... Ven conmigo. Ven a casa —al fin logré verla, estaba rodeado de varios fallidos y ella yacía frente a mi extendiendo su mano

¿Volver a casa?.... Casa...

—Yo te cuidaré, yo te daré amor. Yo jamás te dejaré solo

Yo no quiero estar solo... Se siente mal... Es horrible... No quiero volver a sentir la soledad...

—Y-yo... —mis lágrimas calleron, nuevamente ese ácido quemaba mis ojos.

Qué más da... Este siempre fue mi destino.

—Toma mi mano, vuelve conmigo...

¿En verdad nunca más volveré a estar solo? Nunca más...

—S-sí... —estoy en casa...

—¡NO LO HAGAS HOSEOK! —esa voz...

—Es tarde... Ya no volveré a estar solo...

—¡NO!