Entre armas y Almas. (OMEGAVERSE).

Capítulo 1.

Me paró y le tiendo el dinero a la mujer  por sus servicios.
Había pagado tanto para tan poco.

Algo raro me andaba pasando.

Bajo las estrechas escaleras del lugar y busco a mis alrededores.
¿Donde se había metido ese inútil?
Veo la hora.
En verdad había sido rápido.

Me siento en los sillones de la sala de espera y comenzó a indagar en mi celular, pero nada me divertía últimamente.

Pasado unos minutos el baja con su sonrisa arrogante.

— Hey!- me dice apenas me mira. — acabaste rápido. - suelta una pequeña risita,  la cual se ve cortada al ver mi mirada. — ya veo. - suspira molesto y rodea mi cuello con su brazo.— vamos, te invito otra ronda.

—Vamonos. - lo miro furioso y a regañadientes acepta.

Ambos nos metemos en una cafetería que está algo lejos de nuestros departamentos y nos disponemos a comer.

—¿Como vas con May?- pregunta con una ceja alzada y con la boca llena de comida.

Que repugnante.

Suspiro cansado ante su pregunta. — Cada vez peor.

May...
May era mi novia desde hace 3 años.
Nos conocimos en clases, ella se sentaba junto a mi y un día el amor surgió.
May era una chica hermosa y eso nadie lo podía dudar.
Cabello largo, ojos verdes y la chica más estudiosa que pude conocer alguna vez.

Pero el tiempo pasó.
Y las cosas cada vez se ponen peores entre nosotros.

—Creo que mañana voy a ir con Eimi.

El chico frente de mi suspira cansado. —Es linda, pero aún no entiendo como es que le confias tu vida.

—Es mi amiga.- digo dándole un mordisco a la hamburguesa. — en alguien debe de experimentar para aprender.

...

Al día siguiente me encuentro sentado frente de mi amiga la pecosa.
Ella vestía una bata y tenía el semblante serio mientras analizaba todos los datos.

— ¿Pasa algo? - rompo el silencio antes de que el termómetro bajo mi axila sonara, ella se acerca para verlo y después lo guarda.

—sabes.... andaba pensando que talvez deberías de ver a un profesional. - toma asiento frente de mi.
Todas sus expresiones no mostraban algún sentimiento o significado de lo que me pasaba.

—¿No confías en tus conocimientos? - suspira avergonzada.
Claro que  no lo hacía.
Nunca lo hacía.
Era la persona más insegura  del mundo y solo vivía para complacer a sus padres.

— No es eso.- hace una mueca mirándome fijamente. — Es solo que pienso que esto se puede relacionar con tu relación con May.

Una parte de mi sabe que me oculta algo, pero decido ignorarla.

Desde que esta chica decidió estudiar medicina la apoyé.
En mi siempre práctico.
Pero si no confío en mi doctora...  se que puedo confiar en mi amiga.

— ¿Eso es un consejo como mi doctora o como mi amiga?

Puedo ver debajo de sus ojos y se que lleva mucho tiempo sin dormir,  además de que ha estado llorando.

—Como tu doctora pienso que debes de ir al sexólogo o a terapia de pareja.

Hago mueca ante sus palabras pero sabía que tenía razón.
Ella sabía claramente que tenía problemas sexuales.
Ya no sentía lo mismo al tener sexo con May.
Ni con ella, ni con otra mujer.
Y la noche de ayer era un claro ejemplo.