Salgo de clases y me lo topo.
-¿ Qué haces aquí?- digo viéndolo fijamente.
-tomó clases aquí.- su respuesta parecía más una pregunta.
-No te me acerques.- lo miro furioso.
-Ni aunque quisiera. - me regala una sonrisa de lado.- Tú siempre eres el que se topa conmigo.
-Amor.- oigo el grito de mi odiosa novia.- te espero en la cafetería.
El chico rie sarcásticamente. - creo que te esperan.
Mi cara de repulsión lo divierte más.Iba caminando pesadamente por los pasillos de la escuela hasta que siento como alguien me tapa la boca y me mete en una aula vacía.
Escuchó como le ponen seguro a la puerta y cuando volteo miró a un chico castaño viéndome.-Aléjate de él. - me apunta con su dedo.-No es bueno para ti.
Su olor era ácido y embriagador.
-Eres un alfa.- digo sin pensarlo, este me mira con los ojos bien abiertos.
-cállate. - mi dice secamente y por alguna extraña razón lo obedezco.- no hables es eso aquí... o en cualquier otro lado.- todo eso lo dice apuntandome con su largo dedo, y con cada palabra se acercaba más a mi.
Me hago para atrás tembloroso. -Soy un Omega, no... no me hagas nada.
-¿crees que no lo sé?- por su garganta se escapa una amarga carcajada.- Apestas a Omega.
-Hey.- me quejó.
Con su mano libre jala de mis labios. - Tus caninos apenas están creciendo... aún eres un cachorro.
Intento alejarme de él pero la pared me lo impide.
Se apega más a mi y me comienza a olfatear.
Era más alto que yo, y podía sentir que su acompañante era demasiado grande.-Nunca eh estado con un cachorro.- siento su respiración en mi cuello, y eso me pone nervioso.- y menos cuando esta en su primer celo.
-Tome supresores. - se aleja de mi y suela una carcajada que recorre toda la habitación.
-Hay un tipo de supresor que es como un perfume. - dice pensativo. - eso esconderá tu olor.
-¿cómo lo sabes?
-la pregunta es... ¿ cómo es que tu no lo sabes?- suelta una pequeña carcajada. -¿tus padres no te lo dijeron?- niego con la cabeza. -¿Acaso vives en una cueva?- lo vuelvo a hacer y este solamente suspira pesadamente.
-¿No me vas a hacer nada malo?- lo miro confundido y él hace la cabeza de lado como si no entendiera.
-¿ Porque debería hacerlo?
-Eres un alfa.- suelta otra carcajada, no sabia si en verdad le daba risa o solo se burlaba de mi.
-¿Qué clase de persona crees que soy?- en este punto ya no me importaba escucharlo carcajearse, ya me había acostumbrado a su encantadora y burlona risa.-Más bien... ¿Qué tipo de alfas te has encontrado?- bufo al recordar al idiota. -cuando tengas dudas sobre tu celo y esas cosas, hay una chica en la facultad de medicina que atiende a puros pacientes con relación al Omegaverse.
-¿Hay alguien que se especializa en este tema?- el asiente con la cabeza.-¿Quién puede ser tan idiota para hacer eso?- ni bien termino esa frase siento un puñetazo en mi cara, el cual me hace caer al suelo.
Me duele y siento que si lo quiere es capaz de romperme la mandíbula entera.-No vuelvas a hablar así de ella.- me mira fulminante desde arriba y con una mano en la perilla de la puerta.-Consultorio 163, cuarto piso. Es la segunda persona en la lista de ese consultorio.
Consultorio 163.
Cuarto piso.
La segunda persona que aparece en la lista...¡AY NO!

ESTÁS LEYENDO
Entre armas y Almas. (OMEGAVERSE).
PertualanganCuando tu vida empieza a dejar de tener sentido. Cuando el amor parece ya no funcionar. y un único deseo de querer estar a su lado. Yo no puedo ser esto que todos dicen que soy... pero sin duda alguna te voy a proteger. Cuando te conocí fue el momen...