Mi amiga suspira y nos ve a ambos.
-creo que si no funcionan los supresores es mejor...-No.- digo interrumpiendola y salgo de la habitación.
Estaba furioso y sabia lo que iba a decir.
Que era mejor que cuando estuviera en celo y los supresores no funcionaran él fuera mi... mi pareja sexual.
No quería eso y me negaba a aceptarlo.
No sabía si ella se hacía la tonta o en verdad no se daba cuenta del dolor que sufría al sentarme.
Pero sin duda alguna era algo que no quería volver a experimentar.Odiaba la tonta idea de estar con un chico como él.
De solo pensar en sus palabras anteriores sentia asco: "Yo lo había visto ayer en el club y él fue quien se me abalanzó ".
Ni que fuera tan vulgar para hacer algo como eso.
"Además... ¿no era mejor que fuera yo a un completo desconocido?"
No mi ciela.
Prefiero morir solo y nunca más tener sexo.
Pero los tres tenían razón... necesitaba un alfa.
Pero a ese alfa lo voy a buscar yo.
No era gay para estar con otro chico, ¿verdad?Llego a mi casa furioso.
-Cariño, ya llegaste.- dice mi madre saludandome, cosa que me sobresaltó.
Era poco común verla por aquí, casi siempre andaba haciendo eventos de caridad.-Mi vida, ¿Qué te pasó?- dice viendo las marcas de mi cuello.
Ella acerca su mano cerca de una y provocó un quejido de parte mía.-Tengo que hablar con ustedes.
La hora de la comida transcurrió normal.
-Me dijo tu madre que querías hablar con nosotros. - habla mi padre analizandome con la mirada.
-Tengo documentos que mostrarles.- suspiro.- creo que será mejor después de comer.
Siempre que quería impresionar a alguna chica la traía a esta casa.
Mis padres nunca estaban, así que eso no era problema para hacer cualquier tipo de cosas que un chico de mi edad haría sin duda alguna.Mis padres me miran sentados en el sofá, y lanzo sobre la mesita un sobre lleno con los exámenes que me hizo Eimi.
Ellos los ven con duda.-Soy un Omega. - digo entrecortado.
Mi madre se tapa la boca con sus manos, y mi padre no quita la vista de los documentos.-Ester.- dice viéndome con sus penetrantes y fríos ojos. -Tenemos algo que decirte.
Alzó la ceja esperando que hable.
Nada más me podría sorprender.-Hace tiempo. - inica mi madre.- me di cuenta que era estéril.
-Pero fue un error del médico. - digo señalándome y ella niega con la cabeza.
-Tu no sabes cuánto ansiaba un hijo.- su mirada melancólica y la forma que simulaba cargar a un niño me rompía el corazón...-Además tu padre necesitaba un heredero.
-yo tenia una joven y bella secretaria. - continuo mi padre.- Ella estaba viviendo problemas económicos... pero podía tener hijos.
Me siento en el sofá de enfrente.
Al parecer mi vida era una total mentira.-Hicimos un trato con ella.- dijo entrecortadamente mi supuesta madre.-Un millón de dólares, a cambio de un hijo.
-Ella aceptó.- susurre y la señora frente a mi asintió con la cabeza.
-Todos los papeles para tenerte en mis brazos fueron rápidos, y apenas una semana te tenía entre mis brazos.- sonrió melancolicamente.
-¿Qué pasó con ella?
-Renunció apenas cobró el millón.- hablo fríamente mi padre.
-¿Tú si eres mi padre?- él asiente.
-Ella al ser pobre...- lo veo suspirar. -Había grandes probabilidades de que tuvieras esa droga en tu ser.
Escupe esas palabras con total asco.
Justamente así es como me siento.
Un engendro que fue cogido por el culo.-Nunca mostraste signos de estar en celo.- habla la mujer frente de mi.- Así que nunca nos preocupamos.
¿Cómo no podía yo ser su hijo si ante las fotos y las personas somos iguales?Mi padre se levanta de su asiento y me mira apenado.- Todo esto es mi culpa, discúlpame.
Me quedo en la sala con la mirada perdida.
No tengo ni la más mínima idea a donde se fue mi padre, pero la que me crió como mi madre se queda a mi lado, apoyándome.-¿Eso?- señala mis marcas.- ¿Fue producto de tu celo?- asiento avergonzado y ella me abraza.
Entre sus brazos me rompo en lágrimas.
Esto era yo ahora.
Un bastardo.
Un bastardo rico y que siempre fue amado por una mujer que nunca fue su madre.-Apartir de ahora todo va a ser diferente. - me susurra. - pero no importa que decisión decidas tomar... Yo siempre te apoyaré. - asiento tímidamente. -¿me dejas seguir siendo tu madre?
-Por favor nunca lo dejes de ser.- digo como bebé en sus brazos.
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Entre armas y Almas. (OMEGAVERSE).
AvventuraCuando tu vida empieza a dejar de tener sentido. Cuando el amor parece ya no funcionar. y un único deseo de querer estar a su lado. Yo no puedo ser esto que todos dicen que soy... pero sin duda alguna te voy a proteger. Cuando te conocí fue el momen...