Capítulo 4 (parte 1) ☘️

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La intensa aventura me hizo sentir viva...

*

Corría por el bosque, sabía perfectamente que sin él a mi lado corría un gran riesgo de ser atrapada por esa cosa. Mi respiración era acelerada, la adrenalina recorría mi cuerpo y se adueñaba de este. Intentaba llegar hasta el internado, por primera vez deseaba estar dentro de esos muros.

El rugido de algo atrás de mí puso mis bellos de punta, giré mi rostro sobre mi hombro, tratando de ver detrás de mí y casi gritaba del miedo. Sus ojos amarillos brillaban en toda la oscuridad, trotaba en cuatro patas, sus hocico no dejaba de chorrear baba y de este sobresalían sus inmensos colmillos. Era más grande que un oso y tenía poco pelo, era espantoso. Podía jurar que una de sus patas era de un ave y la otras tres de un tigre; su cola era larga y anormal... La movía de un lado a otro.

Quería llorar cuando sentí que me estaba alcanzando, mis piernas ya no daban para más y el aire frío penetraba mis fosas nasales e impedía que mi respiración fuera constante. Un dolor en el costado derecho hizo que mordiera mis labios con fuerza y volví a ver detrás de mí. Emití un grito al momento que esa bestia se abalanzaba en mi dirección.

— ¡DEVAK! —grité con todas mis fuerzas.


**


Once horas antes.

Estábamos caminado por el jardín de rosales, era receso. Mis amigas hablaban impacientes por la fiesta que se llevaría a cabo en unas horas e insistían mi presencia en ella.

—No deseo ir —aclaré por milésima vez.

—Es por la fecha ¿Verdad? —Inquirió Kara con un deje de preocupación—, nos dijiste que estás bien.

—Y lo estoy —aseveré al momento que tomaba un poco de agua.

—Pero no quieres asistir a la fiesta —acusó Violet.

—Entiendo. Si voy a la fiesta quiere decir que estoy bien ¿Cierto? — Afirmaron mis sospechas con un asentimiento en la cabeza.

Debe ser una broma, ¿No?

—Es estúpido —me limité a decir.

—¡Por supuesto que no! Si te quedas en casa es porque en estas fechas te encierras en tu burbuja e impides que alguien entre, ¡No has ido a una fiesta en dos años! —aseguró Kara.

—¿Es malo? No deseo ir a la fiesta porque no tengo ganas, porque no se me hincha los ovarios para asistir —refuté. Probablemente la fecha tenga demasiado que ver en mi decisión pero no era momento para divertirme.

—¡Tu madre no hubiera querido que te perdieras está fiesta! Sabes lo importante que era para ella que congeniaras con los demás y está fiesta en particular era su favorita. — Fue lo único que dijo mi prima antes de voltear se sobre sus talones y alejarse a zancadas de mí.

—A ti te encantaban las fiestas, tu madre lo sabía por eso no debes de privarte de este tipo de cosas —. Kara me miró esperanzada y es que tenía razón, probablemente mi madre me hubiera marcado para ver mi vestuario y todo lo que me pondría para la fiesta.

—Porque me encantaban las fiestas... Es que mi madre está muerta.— Giré sobre mis talones y caminé hasta el salón de física. Esta materia me tocaba tres veces a la semana, ayer los chicos no asistieron así que no pude decirles nada acerca del proyecto.

Recibí un mensaje de Luck en el grupo de la familia que teníamos con papá.

"Hobbit, ¿Irás a la fiesta anual del instituto?"

EL PECADO DE LEILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora