Capítulo 7: Cambios.

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En medio de la cocina, Himawari fue mirando entre los cajones. Parecía que buscaba algo, pero estaba un poco desesperada en hallarlo.

Por otro lado, Sumire se encontraba en la sala, mirando la televisión, pero también leyendo un libro. Algunas veces le gustaba tener el ruido de la televisión mientras leía. Se sentía que cómodo y agradable, como si hubiera vida en la casa. Una sensación que su hermanastro Boruto, le enseñó hace unos años.

Su lectura fue interrumpida cuando escuchó los pasos, murmuros y del cierre de los cajones, que su hermana menor hacia en la cocina. Se veía un poco preocupada, por lo que no dudó en dejar su libro en la mesa e irse a ver cómo estaba.

-¿Buscas algo, Himawari-chan?

-Oh. Onee-chan, no sé dónde quedó mi celular -comentó la Uzumaki menor con pánico-. Juro que lo dejé por aquí cerca, pero no sé dónde podría estar.

-¿Solo eso?

-N-No es solo eso. Es muy urgente para mí encontralo. -declaró.

Obviamente no podía dejar que esos ojos tan suplicantes e indefensos sigan en la mirada de su hermana. Sonrió y con una pequeña risa le hizo detener a la otra de seguir buscando. Quedo un tanto desconcertada por la risa que Sumire estaba dando en el ambiente.

-Onee-chan, no es momento para que te burles de mi. -frunció los ojos al hacer un puchero.

Es increíble que siendo ya dos años menor que ella, siga siendo demasiado adorable, aún cuando ya está en secundaria la menor de la familia.

-Lo siento... hehe... Pero no puedo evitarlo. Es muy gracioso. -confesó la pelivioleta.

-N-No entiendo, Onee-chan.

Sumire se quedó callada sin responder a su pregunta, a lo que sólo apuntó hacia la mesa de la sala, y allí se hallaba un pequeño objeto que Himawari sabía que era. Se quedó totalmente en shock hasta quedar sin color su cuerpo de la sorpresa. Nunca se percató que yacía su celular en la sala.

Reflexionó sobre su mirada.

En cuestión de segundos, corrió hasta la sala y agarro su celular. Estuvo con locura revisando la pantalla, pero se relajó en seguida hasta dejarse caer de espaldas al sofá. Suspiró de alivio.

La otra chica se acercó a su hermana con curiosidad, mientras la miraba de reojo.

-¿Por qué tanta la prisa? -consiguió la atención de Himawari, que ahora se encontraba-. ¿Acaso a la espera de un mensaje de un chico?

-No. Nada de eso, Onee-chan.

-¿Entonces?

-Cosas de chicas.

-Soy una chica.

-De mi edad.

-Oh, okey.

Himawari suspiró, mientras volvía a poner su atención en la pantalla de su celular. Por alguna extraña razón, le había parecido que su comportamiento se había parecido un poco a Boruto. Le causó un poco de gracia, y a la vez mucha ternura. Bueno, después de todo, le recordaba a él, y eso aceleraba su corazón.

Definitivamente ellos dos son muy parecidos en algunas cosas. Aunque, le entró un poco de curiosidad cierto tema hacia la menor.

-Disculpa, Himawari-chan. ¿Puedo preguntarte algo?

-¿Qué cosa? -preguntó sin apartar la mirada de la pantalla de su celular.

-¿Hay algún chico que te gusta?

Los tecleados de mano por su celular se detuvieron en seco, viendo a su hermana mayor, que seguía sin quitar su mirada curiosa hacia ella. No mentía cuando sintió cierta presión en esa pregunta. Claro, que era por tener interés.

~Emociones Dispersas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora