Te imaginé tantas veces.
Te pensé muy poco como en realidad eras.
Cada vez que en mi cerebro tu nombre se quería asomar, lo cubría mentalmente, te evadia.
Un ser muy egoísta como para que yo, tan ingenuamente, te entregará lo único que me pertenecía, mí cabeza, mis sentimientos.
No perdería la cabeza por ti.
No me perdería entre tus bosques, enredados, catastróficos.
Eres igual a mí, un desorden.
Un loco.
Psicótico.
Con esos ojos de ese color tan indescifrable.
Siempre estaré fascinada con esos ojos.
Oh, diablos.
Nosotros nacimos para conocernos, pero, ¿que hacer? Somos tan iguales, y tan intensos, que, generalmente tenemos suficiente con nosotros mismos.
Pero eres tu quien hace que el alma se sienta en casa.
Contigo, también me he arrepentido mil veces de dejar que me conozcas, pero no puedo hacer nada, simplemente, mi interioridad se deja llevar, mis labios sólo se mueven y yo no pienso lo suficiente, confío tanto en ti, a pesar de todo, tan transparente, tan incauto y honesto, si, he sido mala contigo, por que en el fondo se que podrás hacerme daño.
Siempre te recordare y se que tu a mi.
En algún momento, ambos estaremos pensandonos mutuamente, en algún lugar, quizás imaginario, volveremos a estar juntos.
Como siempre, siempre volvemos. En contra de mi voluntad, pero a favor del alma.-se que me lees
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Abzurdah inocencia
Novela JuvenilNo soy una etiqueta. No quiero que me miran por mi talla si no por mi valor como persona. No soy unos kilos de más, si no una sociedad que me obliga a ser unos kilos de menos. No quiero ser un "una ensalada por favor" cuando quiero una hamburguesa...