Hollywood Of The Dead

Chapter 17

En el capítulo anterior.

- Sinjin intentará separarlos, él desea su propio bien y hará lo que sea para conseguirlo. Ha cambiado mucho, ya no es el mismo chico de antes, es cuestión de tiempo, Tori.

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Capítulo 17.

Las autobuses se detuvieron, dieron aviso a los chicos y ellos dijeron que les sobraba poca gasolina también. Era medio día y el sol quemaba, se podía ver el vapor salir del pavimento a la lejanía, era un calor extremo. Los chicos iban bien cubiertos, camisas mangas largas y pedazos de tela encontrados en el camino alrededor de sus cabezas. Ahora también cubrían sus bocas y nariz para evitar la sangre de los infectados entrar en ellos al momemto de matarlos.

Desde que se habían detenido, no habían visto a Fawn. Beck, André y Robbie habían buscado en los alrededores sin éxito alguno, simplemente había desaparecido sin decir nada.

Estaban casi enmedio de la nada sin la que guiaba el camino al refugio y con un gran número de personas bajo su cuidado.
No encontrarían gasolina por los alrededores, no tan fácilmente y estaban seguros que tendrían que ir más allá para tener la posibilidad de encontrar.

- Esto es una verdadera mierda. - soltó Jade.

Les habían pedido a las personas que se mantuvieran dentro de los autobuses, las protestas no se hicieron esperar, pero, a su modo, Jade los "calmó".
Jade, Tori, Trina, Jo, Frankie, Cat, Jason, André, Beck, Robbie, Martha, Sikowitz, David, Arthur y Sinjin, se encontraban a un costado de la camioneta que dirigían André y Trina.

- No podemos arriesgarnos a ir en busca de combustible, no lo encontraríamos cerca. - Habló André.

- Aún así podríamos intentarlo. - dijo Beck con calma.

- Ni pensarlo. - dijo Jade. - Nos hemos encontrado con más de esas cosas de las que nos topamos en L.A. sin contar que son capaces de pensar.

- Pero no tenemos otra opción. - habló nuevamente Beck. - Tenemos a un grupo de casi 100 personas en esos autobuses.

- ¿Has visto con la cantidad de C4 con los que nos hemos enfrentado? - dijo ahora Jo. - Esos malditos parecen humanos deformes dotados de fuerza y rapidez.

- Sin contar que andan en grupo. - dijo Frankie.

- ¿Podríamos ir a pie? - sugirió Cat.
Todos la vieron por unos largos segundos. Sonaba a una idea demasiado descabellada, pero ingeniosa a la vez.

- Se los dije. - habló Sinjin captando la atención de todos. - Estaríamos bien en casa de Jo, sin necesidad de cuidar a más personas.

- Aunque nos hubiéramos quedado en mi casa me hubiera cansado de ti y te hubiera echado de ella.

- Chicos, señores. - volvió hablar Sinjin ignorando a Jo. - Vean con claridad la situación. No somos capaces de protegerlos a todos ellos. - señaló los autobuses. - Fawn se ha ido, no sabemos qué camino seguir, estamos sin combustible y poca municiones, la comida y bebida se acabará más pronto de lo que esperamos y si seguimos con esto de hacernos héroes moriremos todos. - un pequeño momento de silencio se formó entre el grupo.

El mayor de los West tomó la palabra.
- El chico tiene razón. Deberíamos de esperar al anochecer. Cuando ellos duerman podríamos marcharnos y buscar un lugar.