FÉNIX -Life is about more than just surviving -

Parte 8 ¿Decisiones equivocadas?

Era ella, Lexa era la mujer por la que estaba dispuesta a dar el paso que tanto miedo le había dado, el paso que no había querido dar antes ni había necesitado darlo. El paso que no había podido dar, el que pensaba que no iba a existir. Pero ahora estaba segura. Lexa era su oportunidad de volver a ser feliz junto a alguien y alguien a la que necesitar hacer feliz. Si no fuera así no estaría sintiendo todo lo que la invadía por dentro. Era la mujer que la había despertado por dentro, la que le aceleraba el corazón cuando estaba cerca, su sonrisa la embobaba y sus ojos la atrapaban y hacían que sus piernas temblaran si no le apartaba la mirada. El verde era su nuevo color favorito, el color de la esperanza, la esperanza que ella había recuperado y le aflojaba el nudo del alma cada día un poco más. No se podía creer que de verdad estuviera pensando aquello.

Había estado preocupada por no verla casi durante una semana. Lo había hablado con Raven, le había confesado que tenía miedo de que se estuviera alejando después de aquella noche en casa de Lincoln, después de que hubieran estado apunto de besarse.

Lo más seguro es que fueran paranoias suyas, porque Lexa le decía que estaba muy ocupada con el trabajo, y la creía, sabía que era verdad y que aquello era muy importante para ella. Así que simplemente le dejó el espacio y se resignó a pasar los días sin ella. Al fin y al cabo tampoco eran nada, bueno, eran amigas.

Y después, cuando por fin la volvió a ver, todo estaba bien, Lexa estaba bien y ella se alivió por dentro. Sus actitud con ella no había cambiado y la verdad estaba acojonada con la posibilidad de que eso hubiera sido diferente.

La llevó a uno de sus lugares más especiales en la ciudad. Joder lo que sentía por ella ya era demasiado fuerte como para ignorarlo.

Y las ganas que había tenido de besarla hasta perder el aliento casi la superan por completo. Y vio las mismas ganas en ella cuando estaban una frente a la otra, cuando le acariciaba la cara mientras se miraban a los ojos, cuando todo su cuerpo le pedía a gritos que la besara ya de una maldita vez. Pero entonces Lexa dijo que "era muy tarde". Seguro que sabía lo que estaba apunto de pasar.

Tal vez era demasiado pronto o no estaba preparada, pero la otra noche la que casi la besa fue ella, y la hubiera besado si no hubiera sido por un acontecimiento ajeno a su control. Quizás que fuera borracha ayudó a que no se inhibiera. Pero bueno, no importaba, estaba dispuesta a esperar lo que hiciera falta, fuera cual fuera el motivo que la había hecho cortar el momento, esperaría y seguiría haciendo lo imposible para avanzar con ella y que un día le fuera imposible no besarla, porque lo necesitara más que nada.

También tuvo que contarle aquello a Raven. No supo exactamente lo que su amiga sentía por dentro todo aquel tiempo, lo mal que lo había pasado ella también hasta que no la vio dejar escapar unas lágrimas cuando le confeso "Es ella Raven". Al principio no entendió muy bien por que lo hizo hasta que la abrazó y cuando se recompusieron lo suficiente su amiga le dijo al oído "Yo también la echo mucho de menos, y tenía miedo de de perderte a ti también, no me perdonaría dejar que eso pasara y empezaba a perder la esperanza de traerte de vuelta" y la abrazó otra vez un poco más fuerte. Se dio cuenta de que había sido bastante egoísta con ella durante todo aquel tiempo, porque la necesitaba fuerte y no había caído en que Raven también la necesitaba a ella. Las dos habían perdido a alguien demasiado importante y eso lo pasó por alto. No iba a cometer el mismo error a partir de ahora.

"Le voy a poner un monumento a esa morena Clarke, aquí en medio del salón"

No podía tener mejores amigas de las que ya tenía. Se sonrieron. Maldita Raven.

Lincoln pasó a recogerla como hacía cada vez que tenía partido y como siempre se acercó a sus amigas antes de tener que volver para terminar de calentar. Joder es que era preciosa de verdad, y su corazón ya ni siquiera esperaba estar cerca de ella para volverse loco.