Firel miraba como Leilla le prendía fuego al cuerpo de Dhorcas, esperando que estás lo volvieran a salvar como lo han estado haciendo desde hace más de cuarenta años. Los heridos guerreros tiraron de la puerta, encontrando un sitio dominado por la oscuridad, el encargado de los hombres de Eastwood caminaba hacia Sablon, Marlon no podía creer que los había encontrado, pero para su mala fortuna uno de sus hombres yacía muerto en el suelo.
—¿Realmente es usted? Yo, no puedo creerlo — hablaba su subordinado de pésima reputación.
—Si, soy yo — miro al resto de los hombres que estaban con el y a ninguno pudo reconocer — ¿Pero qué sucedió? ¿Dónde está Erina?
Avergonzado de su incapacidad de protegerla agachó la cabeza, no existía excusa alguna para su incompetencia.
—Intentamos salvarla y salir de este horrible lugar — intervino en la plática el mercenario Firel, Sablon se sorprendió de la intervención del otro hombre, este le guiñó un ojo en señal de compañerismo.
—Si, me imagino que han ocurrido muchas tragedias — mencionó al volver a ver el cadáver de Dimos.
—¿Cómo es que llegaste aquí? ¿Acaso el Barón Eastwood entro con las tropas? — esperaba una grata noticia, pero sus esperanzas desaparecieron cuando Marlon negó con la cabeza.
—Yo me metí al castillo por mi cuenta, ya habían tardado bastante, pero al entrar todo era negro, solo me guíe al oír la voz de Erina — explico el guerrero — curiosamente me trajo aquí.
Leilla se acercaba con una antorcha, lista para cremar el cuerpo de su amigo, pero tanto Marlon como Sablon se negaron a dicho trato, entretanto Ernes intentaba hacer reaccionar a Sam, quien no volvía en si mismo luego de usar su magia.
—¡Te necesito, vamos levántate! — sacudía al mago esperando alguna respuesta, por más que le abría los ojos este no reaccionaba.
—¿Deberíamos bajar? — les pregunto Leilla al grupo, acercando la antorcha al interior de la puerta.
—Deberíamos prepararnos, no solo ir sin más — indico Marlon — no sabemos lo existe del otro lado. No queremos enfrentar una armada de muertos.
Sam se encontraba en un páramo desértico, donde grandes ráfagas de viento azotaban al mago, al seguir andando en este sitio pudo ver el resplandor de un objeto, lo siguió al no haber nada más a la vista, llegando frente a un gran cristal, pudo notar que varias manos aparecían desde el interior del objeto reluciente.
“¡Debes romperlo! ¡Acaba con esta extensa agonía! ¡Ve al cristal y destrúyelo!”
Sam estuvo batallando consigo mismo, pensando en tocar el objeto, ciertamente el material era fuera de lo normal, pero sentía un mal presentimiento, su mano con atrevimiento y descaro la tocó, escuchando gritos de dolor, imágenes de gente torturada se filtraban a su mente, una risa se oía detrás de tanto sufrimiento, uno que se escondía entre la oscuridad, era Lord Walter, quien bombardeo la mente desprotegida del mago con verdades escritas en papel y piedras, su mente se saturaba, poco a poco su identidad era opacada por tantos datos, sus manos intentaban llegar a la superficie, su alma estaba varada en algún otro plano dentro de la mazmorra, allí estaba desamparado y vulnerable a los ataques del soberano del castillo. Sumido en la desesperación al verse al borde del olvido, hizo lo único que podría vincularlo de vuelta, uso magia. Su cuerpo libero un as de luz, tal cosa hizo que Firel y el resto pudieran ver qué en el fondo estaba el cristal.
—¡¿Qué es lo que haces?! — le gritaba Ernes, pero de pronto el cuerpo de Sam daba alaridos de dolor.
Su alma era tirada por una fuerza más allá de él, pero en eso vio a otra alma, era Mirán, quien intentaba agarrarse del otro mago, la fuerza sobrenatural le dificultaba conseguirlo, pero se negaba a ceder.
![](https://img.wattpad.com/cover/209901125-288-k523555.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hill's Mortem: Requiem For The Flaming Sword
FantasiEl castillo Hill's Mortem a renacido, varios nobles entran en batalla por las prosperas tierras. El Conde Roland planea una astuta jugada, donde usará a tres hombres para asegurarse el castillo, usando la mano de su hermana como recompensa, dando po...