True Nature

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Solomon de Ardemis llegaba con su legión, ellos habían perdido su gran número que al inicio le otorgaba una enorme ventaja, Emil estaba furioso, las circunstancias lo obligaban a tomar medidas que en otro momento no habría considerado, miraba a su lado esperando ver a su amigo Cilan, pero se percataba de su ausencia, causándole una gran pena.

—¡Todos al castillo! ¡Lo usaremos como último recurso! — les ordenó el Barón, sin evitar mirar con desprecio a la estructura.

—¡¿Qué?! ¡No! ¡Destruya el castillo! ¡Ahora es el momento! — le retenía el líder de los mercenarios, pero solo recibió un empujón del hombre, quien no deseaba escuchar más de este.

—Solo morirían mis hombres por semejante acción — dejo en claro como eran movidos en contra de su voluntad.

Sebastián y Tiberius fueron junto al resto al castillo, pudo notar como también el Barón pelirrojo entraba al lugar, pero sabía lo que ese sitio realmente era, un matadero y todos los cerdos habían entrado por voluntad propia, miro al ejército de Solomon, yendo con ellos.

—No dejaré que gane, la muerte de mi hermano no será en vano — susurraba ya decidió de lo que haría.

Los escasos guerreros de Emil se resguardaron en el castillo, el Barón a cargo pidió que arrancarán la puerta para mejorar su seguridad, en poco tiempo todos los muebles a la mano fueron empleados en el bloqueo y barricadas, anticipando el inminente ataque, Eastwood y Sebastián se ocultaron en el segundo piso, quienes se mantuvieron juntos, Tiberius se fue por su lado, quedándose en la planta baja. Emil vagaba por todo el castillo en búsqueda de Eastwood y sus supuestos compañeros.

—¡Todos! ¡Escuchen! ¡Busquen a Eastwood y sus rastreros compañeros! ¡Ellos se metieron aquí! ¡Si caemos ellos pagarán por su vil traición! — exclamó el noble molesto por como eludían su merecido castigo, los guerreros empezaron a buscarlos, tiraban las armaduras, y cortinas que podrían dar resguardo a estos.

En breve Tiberius atacó a los guerreros, su hacha conseguía golpes mortales al ser blandida, el Barón logro ver cómo con un rápido movimiento decapitó a otro, su marcha de muerte iba por la cabeza del líder, pero podía notar algo extraño saliendo del cuerpo del inmenso hombre, tras un grito encolerizado machacaba a sus oponentes con su hacha, las armas de los hombres que se atrevieron a combatirlo se rompían sin ofrecer resistencia a su altercado. Emil solo veía incrédulo como abría los vientres de sus compañeros, nadie podía ofrecerle resistencia, el Barón miro su arma “la caída del imperio” dentro de la estructura brillaba como nunca, sin dudas la descarga del arma significaría el fin del macabro lugar.

—¿Por esto vienes a mi? Tienes miedo y me muestras tus colmillos en un último intento por frenarme — se percataba sujetando su arma con ambas manos — solo un movimiento y este lugar quedará hecho polvo.

En el segundo piso Eastwood y Sebastián fueron descubiertos por los hombres de Emil, estos intentaron someterlos, ellos se fueron a las armas al estar acorralados, por suerte la pelea era igualada, dos contra dos, tras un par de choques de espadas el Barón pudo calcular la fuerza de su oponente y sus movimientos.

—En solo cinco ataques más podré superarlo — pudo planificar sus próximos pasos — ¡Sebastián aguanta!

El enemigo descargo su espada sobre Eastwood, ya esperándolo la evito con relativa facilidad, para así cortar una de sus manos, su oponente retrocedió gritando de dolor, tomo está oportunidad y le propinó un par de puñetazos, para luego degollarlo, temiendo al no ver señales de Sebastián le busco en otra habitación, en su travesía por el pasillo notó los cuadros, estos parecían vigilarlo con desdén, incluso algunas caras se transformaron, adquiriendo severas laceraciones, mostrando sus dientes chuecos mientras su piel colgaba a los lados, otro era una mujer sin ojos, a su lado un señor mayor, uno de sus brazos había perdido todo musculatura, solo dejando los huesos unidos al torso, su corazón latía con rapidez, esas imágenes le recordaban el terror habitante en el castillo.

Hill's Mortem: Requiem For The Flaming Sword Donde viven las historias. Descúbrelo ahora