Era el primo de Kimi Himada con mi mochila en su mano. Pero, ¿qué hace aquí?, acaso... ¿Viene a burlarse de mi?. Ya había tenido suficiente por hoy.
Le arrabate la mochila de las manos, me levanté y di marcha hacia mi casa.
Pensé que no me seguiría... Pero lo hizo.- ¡Oye espera! -exclamó corriendo hacia a mi, yo seguí caminando pero él se puso enfrente de mi.- ¿Porqué te vas?, ¿No vas a decir algo?
- ¿Decir algo? -cuestioné haciéndome la desentendida.- ¿Cómo qué?.
- Em... No sé, ¿Decirle a los profesores lo que te hicieron o... Agradecerme?.
¿Agradecerle?, valla que este chico era ingenuo. Me reí de manera cínica en su cara, ¿De verdad esperaba que le agradeciera como si yo fuera una princesita esperando a ser rescatada?. Menuda mierda. No soy una princesa en apuros.
- Los profesores no harán nada contra esos idiotas, tal vez solo les llamen la atención pero no harán nada más. Y... ¿Agradecerte?, ¡Ja!, Aquí cada quien se cuida a si mismo, hay dos opciones: tener un apellido respetado o convertirse en el "amigo" de ese respetado -le expliqué a lo que se sorprendió más.- No sé como fuera en tu antigua clase, pero esto aquí así es, no trates de ser amable pues los amables no tienen lugar aquí -al escuchar eso se confundió más, tal vez pensó que aquí se ayudaban unos a otros, pero Nop. Aquí se aplica la ley de "el más fuerte".- Te dije que te alejaras de mi, ahora, si me disculpas, se me está haciendo tarde, tengo cosas más importantes por hacer -dije y me fuí de ahí, dejándolo solo.
†....†
Llegué a casa, Naoko aún no había llegado así que fuí a mi ratonera donde tiré mi mochila a un lado, tome una toalla, un poco de ropa y me dí una ducha. No quería resfiarme así que después del baño tomé una pastilla para evitar el resfriado.
Metí mi ropa en la secadora y me fuí a la cocina, no tenía muchas ganas de cocinar, así que me hice un ramen instantáneo. Cualquier cosa era mejor que las aberraciones que preparaba Naoko y que con descaro ella llamaba comida (aunque esa solo era la comida que medio preparaba para mi).Me senté a comer, mirando la televisión, estaba viendo las noticias aunque no estaba poniéndole atención.
Me sorprendió que ese chico me haya ayudado, pero... ¿Porque lo hizo?, tal vez sea un plan entre la Imbécil de Kimi y él para burlarse de mi.En fin, cuando terminé, me dispuse a limpiar toda la casa, Naoko había dejado un desastre antes de irse y se enojaba si yo no limpiaba la casa. Saqué mi ropa de la secadora y lavé toda la demás ropa que había (en su mayoría era de ella).
Limpié de arriba a abajo, incluso mi "habitación". Lavé el baño, que casi me enveneno la primera vez que lo hice porque lo hice con la puerta y ventana cerrada, error de principiante.Final mente terminé y volví a mi habitación para poner un poco de ropa en mi maleta, hoy me iría con mi tío, así que debía llevarme cuadernos y un poco de ropa (aunque allá tenía más que aquí). Puse mi mochila y maleta en el sillón, tomé uno de mis cuadernos para hacer la tarea, me senté en la mesa del comedor para hacer mis deberes, mientras esperaba a que mi tío fuera por mi.
×∆×
Tocaron el timbre y fuí a ver quien era, abrí los ojos dibujando una sonrisa en mi cara y abrí la puerta, era mi tío y había llegado media hora antes de la de siempre.
- ¡Hey Aki!, ¿Cómo estás, pequeña? -me preguntó sonriente, extrañaba estar con mi tío.
Takahashi Makoto, un chico de veinte años, alto, de tez blanca, cabello y ojos castaños, muy amable, y coqueto de vez en cuando, y lo más importante... Mi tío. (Mi abuelita decía que se parecía a mi abuelo cuando era joven).
ESTÁS LEYENDO
Loca De Amor: La Historia De Una Asesina.
RomanceAkiko Takahashi nació producto de un noviazgo donde el sexo era lo único que lo mantenía en pie. Fue abandonada por su madre y padre, dejándola con su abuela quien la crió hasta los siete años ya que por su fallecimiento no pudo hacer más. La madre...