Día 9: Invierno.
"¿A quien mierda le podría gustar el frío? Ah, cierto. A Rubén"
Ese pensamiento se había instalado en lo más profundo del cerebro de Vegetta desde que había comenzado la temporada invernal. No era que odiara totalmente el frío, solo le desagrada el sentimiento de enfriamiento general de su cuerpo. Por otra parte Rubén, su pareja, amaba la estación invernal. Se le hacía totalmente preciosa.
El y Rubén eran como agua y aceite, y siempre estaba orgulloso de decir, que eso hacía que se amaran con toda la intensidad que había.
—Samu~ - La voz del platinado lo saco de su ensoñación, lo suficientemente rápido para atrapar al más alto en sus brazos y acostarlo con él en sobre su sillón.
—¿Que pasó , osito? - El pequeño gruñido del menor lo hizo entender que quería.
Le comenzó a acariciar su cabello blanco, pasando cerca de su nuca, haciendo pequeños círculos con sus dedos en la parte trasera del craneo, jugueteando con la parte más larga del cabello rubio. Sintiendo como el noruego se empezaba a dormir en su pecho.
Pasaron unos minutos hasta que el noruego movió lentamente la cabeza, buscando un beso dulce. Los labios se juntaron, comenzando un baile lento, sensual sin llegar a lo caliente. Sonrieron al verse a los ojos.
Los labios de Samuel comenzaron a dejar pequeños besos que llenaron la cara de un sonriente Rubén. El frío que hasta entonces estaba sintiendo desapareció por completo, dejando un calor gustoso, no de esos que te queman no, de esos que te llenan, que te hacen sentir completos, de esos que te dicen que todo está bien.
Los brazos del platinado comenzaron a colarse por detrás de la espalda ancha, abrazandolo. Dejando que el abrazo generará un calor especial, un calor en el que solo ellos se podían ocultar y sentir que estaban completos.
Recordó el primer invierno qué pasó con Rubén, en su primer año de relación. Estuvo con el platinado en su casa por que este se enfermó. Cuidándolo y mimándolo, como ya se le había hecho costumbre. Ese invierno fue muy frío. Pero el estando con su Chiqui no lo sintió.
El segundo invierno fue en casa de Samuel. Viendo películas y jugando videojuegos. Cocinando y dejando las marcas del otro en la piel ajena.
El tercer invierno fue en su propio apartamento, sintiendo la calidez perfecta de un hogar. Un hogar por el que había peleado.
Su cuarto invierno fue desde la distancia, aún maldecía a su trabajo por haberlo mandado tan lejos por esos días, sintió el frío invernal de la lejanía con su amado. Preguntándose qué había estado haciendo los 22 años que no estuvo con el.
El quinto invierno lo pasaron en su nueva casa. Una casa que habían logrado comprar con mucho esfuerzo. Y era ahí donde pasaban su sexto invierno.
Si, podía odiar el invierno, pero era ese invierno que le dejaba llenarse del calor de su amado. Era ese frío que le dejaba disfrutar la calidez de Rubén. Era ese frío que le dio tanto durante tantos años. Ese frío que alguna vez detesto, sin darse cuenta, se volvió lo que más quería, por que ese frío era lo único que le llenaba de calor.
"¿A quien mierda le puede gustar el frío? Ah, cierto, a nosotros"
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💜 Rubegetta month 💚
FanficSi se pudo con el luzuplay ¿Por que no con otras ships? Ocupare AU's sacados de Twitter. Agregaré mis head cannons. Lo siento por mis errores. Espero que lo disfruten.