CAP. 6

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Edad Media

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España


Golpeó la puerta mas fuerte, desesperado y con dolor, al no recibir respuesta, se alejo un paso preñarandose para patear la puerta y tumbarla, su pierna estaba por estampar la puerta pero cayó dentro. Su enfermero JiMin abrió preocupado, y mas se preocupo al ver al doctor tirado y con sangre.

-¡Doctor!- Lo ayudo a pararse y al estar parados el menor se apresuró en llevarlo a la cama del consultorio. Sacó con rapidez todos los instrumentos y medicinas para curarlo.

Cuando los encontró se acercó con el botiquin y su maletin. -No se preocupe doctor, va estar bien. -Comenzó a preparse, todo en silencio y con la mirada perdida y palida de JungKook.

JiMin comenzó abriendo su camisa con nervios, pudo ver como su pecho subia y bajaba a una velocidad rapida, se apresuro en desnudar la parte superior de su cuerpo y trató con la herida sonrojado.

Vio las expresiones de dolor del alfa cuando insertaba la aguja en su carne, le dolia ver a JungKook asi, se preguntaba que le habia pasado. Porque llegó con el estomago perforado, hizo todos sus esfuerzos para que JungKook no pierda mas sangre y cosió bien la herida.

El alfa tan adolorido se durmio de inmediato cuando JsiMin acabó, el omega suspiro cansado, en su estancia, al girar su delicado rostro vio al alfa dormido y con la piel brillante del sudor. Era tan apuesto, no pudo evitar no enamorarse de ese hombre. Se quedo observandolo un buen rato.

Luego de un rato entro en razón, al ver a JungKook mover la cabeza, pensó mas. El estaba casado y tenía un hijo, no podía enamorarse de él, solo era un gusto.

Busco con suavidad toallas en los cajones del mueble, al encontrarlas sonrió, en una pequeña cubeta recibió agua fria, con esto listo se acercó al alfa para limpiarlo.

Primero limpio su rostro, estoico y masculino, con delicadeza pasaba la toallita y limpiaba, bajo con la toalla limpiando en su camino hasta su cuello. Luego hasta su pecho mientras más bajaba más comenzaba a calentarse, su cuerpo se calentaba y se sentía húmedo.

Alejo la toalla de su pecho y la metió a la cubeta con agua para enjuagarla y luego exprimir para seguir limpiando.

Con la toalla recorrió su no tan marcado abdomen, y vio la herida con gasas, pero más se calentó al sentir su piel, dejando de lado la toalla y tocó el pecho y abdomen con la palma de su mano.

Sintió su entrada humeda, su fiebre de celo y sus piernas flaquaban, seguramente soltó sus feromonas de celo extremadamente dulces. -Ah~- Gimió al sentir rozar sus pezones con la tela de su vestido humilde.

-¡oh no!, Mi c-celo.- Se levantó de su silla y se fue a buscar un remedio para calmar su celo, deseaba mucho que haya remedios efectivos para calmar su celo, talvez en un futuro haya.

-HoSeok- Oyó un lamento y volvió dónde se encontraba el alfa.

-Mi Hobi- volvió a susurrar en sueños.

-Doctor, doctor. -Llamo suave el omega. Tocó con una mano la frente del alfa, y se asustó al sentir muy caliente. -Tiene fiebre-

No sabía que hacer, su celo y la fiebre del alfa. Corrió por toallas, agua fria y mantas para que pase sus escalofríos. Los síntomas de su celo comenzaban a darse a la luz, ya no podía aguantar, comenzaba a respirar con dificultad, sus piernas comenzaban a flaquear. -Aah~- jadeó, y sus piernas no pudieron resistir y cayó, derramando las toallas y sábanas mojándose con el agua. -¡Oh no! ¡Ah!- La temperatura del celo estaba fluyendo más.

¡Mamá yo te ámo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora