CAPITULO XII: EL DIA EN QUE MORÍ

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Pasaron unos días más, Brina seguía convencida de que días antes había visto al fantasma de su única y fallecida hermana, desde ese encuentro en el bosque había regresado cada día a la misma hora y al mismo lugar con la esperanza de encontrarla, así fuera solo un fantasma: así fuera solo una ilusión, estaba dispuesta a lo que sea por volver a verla, y pedirle perdón por no haberla podido proteger, sin embargo no había nada sino el área delimitada por los oficiales y el equipo forense que levantó el cuerpo de la esposa de Nikolay, dejando solo un silencioso y lúgubre lugar.

Río arriba Minho entregaba una fruta a Sarabi.

—No es esa —dijo la niña frunciendo el ceño.

—Hackee... el tipo que me la vendió dijo que era Hackee —Minho frunció el ceño también.

—No es Hackee —dijo la pequeña—, es Ackee.

—¡Qué rayos! ¡Es solo una letra! —Minho se quejó en su décimo intento por dar a la niña la extraña fruta que quería.

En ese momento la hija de Nikolay comenzó a llorar, Ulrika se acercó, sacó una navaja y la colocó en la mejilla de la bebé.

—Debería darte un verdadero motivo para llorar pequeña cucaracha —dijo entre diente con hielo en sus ojos.

Sarabi corrió a cargarla a la pequeña, y alejarla de Ulrika, en el acto la jovencita hermana de Zared se cortó el brazo a retirar a la bebé, obteniendo así un largo y profundo corte.

Ulrika sonrió al ver cómo la sangre se combinaba con su piel oscura y una maliciosa mirada siguió a la pequeña que fue a refugiarse detrás de Minho con la bebé en brazos.

—Es espeluznante como incluso los niños saben que eres un demonio —dijo Tamira mirando río abajo donde la silueta de su hermana acababa de desaparecer al darse por vencida un día más.

—¿Me dirás como obtuviste esas cicatrices? —Ulrika señaló el pecho de Tamira al abrir sus ropas con la misma daga que Sarabi se hirió.

—No es de tu maldita incumbencia —dijo Tamira al darle la espalda, no sin antes golpear su mano.

—¡Ya me cansast-...! —

La mano de Ulrika fue detenida con el cuchillo que apuntaba a Tamira, por la enorme mano de Minho.

—Te pago para que asesines —dijo Minho—, y también para que no lo hagas —continuó al soltar la mano de la rusa.

—Tarde o temprano mataré a esa engreída —Ulrika dejó caer la daga, la misma se clavó en el suelo y la sangre de la niña tiñó la tierra al tiempo que se tornó negra.

Tamira subió y se marchó en una motocicleta, empezaba a oscurecer y la nostalgia la acompañaba mientras el aire chocaba contra ella y sus cabellos ondulados eran azotados por el mismo.

¿Dónde había quedado la "Melissa" de cinco años atrás?

El sol comenzaba a bajar en el horizonte y aquel color rojizo del cielo que a la mayoría de las personas cautivaba en un sentimiento romántico, a Tamira le recordaba el horror de lo vivido hace cinco años.



[Cinco años atrás]

En la comisaria se encontraban en una reunión el equipo especial que en esa ocasión se había formado para atrapar a aquel asesino serial que aparecía cada cinco años.

En la sala se encontraban:

Lina: Capitana del departamento de Narcóticos en aquel entonces.

Melissa: Detective del departamento de Narcóticos.

SUSPIROS ROBADOS [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora