CAPÍTULO II: [NOTA]

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Unas horas más tarde, sobre el puente que cruzaba el río de Köralt City, las figuras de los cuatro jóvenes habían vuelto

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Unas horas más tarde, sobre el puente que cruzaba el río de Köralt City, las figuras de los cuatro jóvenes habían vuelto.

—¡¿Podrías dejar de caminar por ahí?! —Solicitó Zared, el enorme joven moreno de 1.95 m., a la chica asiática que caminaba sobre la baranda del puente descuidadamente— Podrías caer y morir por el impacto… ¡¿podría caer y morir cierto?!

—Hay agua abajo —respondió Taemin subiendo a la baranda y sentándose de espalda al río.

—¡Pero son 25 m!, ¡Desde aquí! —Señaló Zared el sitio donde estaba parado—… ¡Hasta allá! —su índice guió las miradas de los otros hacia la superficie del agua.

—Eres un paranoico —Taemin sonrió al dejar su peso caer hacia atrás y sostenerse solo con las piernas.

—¡¿Te quieres morir?! —Zared corrió a sujetarlo.

—¡En serio eres un paranoico! —Suki se sentó en la baranda junto a ellos—, tanto cuidar de tus hermanos te volvió un paranoico, no eres para nada divertido.

El viento sopló, las nubes abrieron paso y la poca luz proveniente de la menguante iluminó el río, los cabellos de Taemin bailaron con la brisa y el joven entrecerró sus ojos para enfocar a las figuras a la orilla del río.

—Siguen recogiendo hasta el más pequeño de los pedacitos —El joven sonrió admirado mientras colgaba de cabeza.

—Por eso es que esto será realmente interesante —Pavel, el joven croata que intentaba dormir en el asiento del convertible negro se unió a la plática.

—Cuando sonríes así pareces todo un psicópata —indicó Suki al bajar de la baranda—… Hay que hacerlo más interesante.

En ese momento Taemin soltó el agarre de sus piernas, Zared sintió un calosfrío intenso recorrer su médula, cuando apenas alcanzó a sujetarlo de una pierna y con relativa facilidad lo subió al puente, para posteriormente dejarlo caer en el asiento trasero del auto.

—¡¿Estás demente?! —Zared gritó—, ¡Pudiste haberte partido la cabeza!

—¡Fue como un ejercicio de confianza! —Suki gritó emocionada— ¡Es mi turno!

—¡Diablos~! quien dejó su “sopa” en el asiento de atrás —Taemin se quejó al levantarse y encontrar toda su ropa sucia.

—¿Tu papi te azotará? —Pavel se mofó.

—No te burles… “mi papi” facilita este auto y todo lo que necesitamos para divertirnos.

—¿Y cuantas veces le has entregado el trasero?

—Ninguna —Taemin sonrió—… es un torpe, solo tengo que ser un poco amable con él.

—Sigo pensando que es estúpido que estemos aquí —Zared continuó—, digo… tiramos el cuerpo, luego volvimos a tirar las tripas, fuimos a cenar y estamos de vuelta aquí… ¡¿acaso a nadie le preocupa que puedan atraparnos?!

SUSPIROS ROBADOS [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora