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Vida mía,
si no existieras,
tendría que inventarte;

Corazón mío,
si no encontrabas
sentido a tu existencia,
ya la tienes;
busca tu diamante
y sé libre,
libre como cuando
saltas al vacío sin miedo.

Sonrisa mía,
Nada me causa
encanto ni atractivo
si no eres tú quien
me posees con tu locura
y la magia que comprende tu caos.

Cielo mío,
no me importan
ni mi nombre ni mi suerte,
si es contigo a mi lado,
y eres la razón de mis anhelos.

Risa mía,
cómo vas a saber lo que quiero,
cuando lo tienes todo en ti,
en tus adentros,
en tus profundidades.

Cariño mío,
eres la certeza de que Dios existe;
mi alma ríe cuando
tu rostro se ilumina.

Mirada mía,
tu espíritu gime cuando
me escucha venir,
y me buscas ansiosa y no te sacias,
y en vez de dar marcha atrás,
sigues encontrándome
cada día en tus manos de vida.

Erotismo mío,
eres creadora de belleza,
eres música para mis oídos,
eres arte anárquica,
eres una obra compleja.

Manos mías,
me gusta recoger
las flores de tu jardín,
pero me gustas más tú
cuando despeinada,
te veo en el espejo de mi retina.

Hogar mío,
aquí aprendemos a reír con llanto,
y, a llorar con carcajadas.

Alma mía,
te quiero imperfecta,
te quiero en la mañana,
te quiero sin máscaras,
te quiero en la madrugada,
te quiero en la oscuridad,
te quiero convertida
en el amor de mi vida.

Mayo: MilagroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora