• Indestructible •

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Nadie me dijo
que añoraría tanto
a la pequeña saltamontes
de la casa,
nadie me dijo
que extrañaría tanto
a la sonrisa sonriente,
nadie me dijo que echaría tanto
de menos a esa carita de niña
que nunca rompió un plato,
sino la vajilla entera.

Nadie me dijo
que desearía darle un abrazo inmarcesible a esa niña que,
poco a poco,
se fue forjando
la mujer que es ahora,
con valores incontables,
con una personalidad envidiable,
con una forma de ser irrepetible,
con unas ganas de superación interminables,
con una alegría pasmosa,
con una paz interior majestuosa,
con una capacidad de adaptación asombrosa,
con un potencial por explotar inacabable.

Nadie me dijo
que ella iba a derribar
cualquier barrera
que se le pusiera en el camino,
nadie me dijo que
amaría sus tonterías
que me hacen reír tantísimo,
hasta el fondo del alma,
del mar,
nadie me dijo que querría tenerla
por un tiempo para disfrutar
de su desparpajo,
de su constancia,
de su tenacidad.

Nadie me dijo que ella
sería la chica con más ángel
que había conocido nunca.

Nadie me dijo
que ella sería mi mayor ejemplo,
nadie me dijo
que ella tendría
un estilo que lo flipas,
de esos pocos estilos originales
y con gustazo soberbio.

Nadie me dijo
que sería bendecido
con la mejor hermana
del universo.

Nadie me dijo que ella sería irrompible,
loable,
imparable,
inconcebible,
indescriptible,
«indestructible».

Mayo: MilagroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora