Él era antónimo y más sinónimo de muerte.
Él era luz disfrazada de oscuridad.
Y ellos y ella, hacían rituales de muerte para él.
Porque él era fuego y sangre vestido de ángeles brillantes en el cielo.
Él es el ladrón de corazones con latidos llenos de rubís.
Donde el fuego era más que su padre.
Y sus más preciadas vestimentas de plumas,
se hundieron en las aguas frías de sus crímenes.
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Dieciocho
PoetryLo que escribo no son frases. Lo que escribo no sólo son poemas. Lo que escribo son las voces de mi cabeza que nunca cierran la boca. Esta historia está protegida con Safe Creative bajo el código de identificación: 1410142335493. Prohibida su copia...