Ellos fumaron del mismo cigarrillo
mientras que con aquel humo sellaron el pacto
de su traición hacia mí.
Y con unos poco sorbos de ron con canela y
unas cuantas semillas de café,
enjugaron sus bocas, mientras se deleitaban los oídos
con los versos de Julio Micolta.
Sintiendo el claro éxtasi de mi dolor.
Y los dulces sollozos de una noche larga y fría.
Siguieron amándose frente a los presentes.
Y el caliente cigarrillo de olor a menta
se consumió en tus ojos y en los marrones de ella.

ESTÁS LEYENDO
Dieciocho
PoetryLo que escribo no son frases. Lo que escribo no sólo son poemas. Lo que escribo son las voces de mi cabeza que nunca cierran la boca. Esta historia está protegida con Safe Creative bajo el código de identificación: 1410142335493. Prohibida su copia...