Capitulo 5

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-¿Sabes que es lo interesante de todo esto?-le pregunté y él solo pudo contestarme con su mirada atónita, sus ojos grandes abiertos como platos y continúe- cuando asesinaron a mis padres no escucharon ningún por favor, ninguna suplica. – dicho esto apreté el gatillo por segunda vez y aprecie como la vida se le apagaba por completo a través de sus ojos. – Limpien esto.

-Claro Chloe. 

Y así lo hicieron, me di la vuelta, guarde la pistola y salí de la bodega. Me tome el tiempo de sentir mis emociones de camino a mi moto, el sentimiento de poder que me recorría por dentro por haber logrado una vez más lo que me propuse, encendí mi moto para dirigirme hacia casa, el mismo recorrido de siempre hasta que justo antes de llegar casi choco con alguien...

- ¡HEY! ¡Fíjate por donde vas! – Dije fastidiada, un poco más y mi moto quedaba destrozada.

El auto paro bruscamente y de este bajo un chico rubio con lentes negros, estoy segura que antes lo había visto, el se acerco a mi y me pidió disculpas, lo miraba detenidamente, me parecía muy familiar su rostro hasta que este interrumpió mis pensamientos. 

- ¿Chloe? – levanté una ceja – ¿Chloe eres tu? ¿No me reconoces? – negué con la cabeza – ¡Soy Gustav!

- ¿Gustav? – Justo lo que me faltaba, el hermano de mi antigua amiga estaba enfrente mío y casi me asesina con su auto – ¿No venias atento? Casi me chocas. 

- Ya te pedí perdón... ¿No basta con eso? – Negué nuevamente – oh vamos Chloe... - Suspiró – Es que iba a casa, creo que hubo una pelea y mis padres se tiraron las cosas por la cabeza... Beth esta muy asustada – me miro mientras yo esperaba que terminara su explicación que en esta situación poco importaba – ¿No te interesa cierto?

- No. -dije fría y sincera.

- ¿Aun no se disculpa contigo? – Mi cara paso de seriedad absoluta a una completamente fastidiada y bufé– ok...me quedo claro mi hermana cometió el peor error de todos, bueno Chloe – miro su reloj – me voy, fue un placer haberte visto de nuevo.

- Igualmente Gustav.

- Mmm por cierto...si sufriste algún daño, físico, psicológico, neurológico o lo que sea llámame...pagare todo – me paso un papel con su numero telefónico escrito, lo recibí y lo guarde – cuídate pequeña.

- Adiós Gustav.

- Adiós.

Caminó de vuelta a su auto y salió de mi vista rápidamente, yo encendí el motor nuevamente y seguí en mi camino...mi hogar. En realidad no faltaba mucho, así que en menos de 5 minutos ya estaba dentro de mi habitación, quitándome la ropa y guardando a mi muñeca, mi pistola.

Decidí tomar una ducha para sacar algún rastro de sangre que pudo haber quedado en mi cuerpo, aunque realmente lo dudo ya que siempre hago un trabajo limpio. Salí de la ducha seque mi cabello y me puse el pijama, otra noche más...otra noche sola.

Al otro día

Solo vi la claridad de la mañana colarse por la ventana no había dormido en toda la noche, me levante y camine hasta la ventana para correr por completo la cortina, más allá estaba el mar, una linda vista...aun recuerdo cuando mi madre eligió esta casa hace unos 4 años. Yo acababa de cumplir mis 15 años y también era el fin de nuestra búsqueda. Ese momento apuñalaba mi cabeza, era algo insoportable, pero agradable porque tenia el vivo recuerdo de mi madre en mi mente.

Mi madre se veía radiante ese día, esa vida como la anhelaba, quiero esa vida...ahora lo único que tengo al lado mío son paredes sin vida, no hay calor en mi casa...solo recuerdos dolorosos. 

No estás sola. | Georg ListingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora