《•10•》

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Decir que no estaba nervioso era una pequeña trivialidad cuando creía que se iba a orinar encima.

Y no, no era exagerar cuando pensó marcharse sin apenas haber pisado la entrada de la residencia Kim con el único pretexto que su gato se había muerto cuando ni siquiera tenía gato.

Suspiró, sacando el teléfono del bolsillo de su cazadora negra.

Jungkook:
Ya estoy aquí, ¿me abres o toco?

Taehyung:
Te abro como tú quieras 7u7

Jungkook:
😑

Taehyung:
Era broma...

Bufó cuando la puerta fue abierta.

—¿Te vas a quedar ahí o vas a pasar?— Preguntó un Taehyung divertido, recargando su cuerpo en la entrada para observar tranquilamente al menor que se acercaba con cara de pocos amigos.

—Hola, estúpido. —Saludó Jungkook y Kim rodó los ojos.

—Pasa, baboso. Te están esperando. — Respondió antes de apartarse para darle acceso al pelinegro.

Y Boom la realidad los golpeó.

La casa estaba perfectamente decorada pero sin embargo no sintió la calidez hogareña que la suya derrochaba, no sintió seguridad y no supo el motivo de esa observación cuando una preciosa señora le salió al asalto, abrazando y plantando un beso en su mejilla.

Taehyung sonrió.

—Buenas.— Saludó Jungkook mientras era liberado de los brazos de la hermosa mujer.

—Taehyung nunca nos comentó que eras tan lindo como una chica.—Comentó la señora y Jeon no pudo evitar sonreír ante la contagiosa sonrisa ajena.—Kim Eun Ha. Un gusto— Se presentó aún sin despegar la vista del chico.

—Jeon Jungkook.—Respondió recuperando un poco de su confianza.

¿Por qué hasta la madre del imbécil era tan hermosa?

Sí, Jeon Somin era la mujer mas preciosa que había visto, pero Eunha tenía ese algo que Jungkook no sabría como nombrar, ni siquiera sabía si la belleza de esta mujer podría llevar algún nombre.

Kim Taehyung había sido concebido por un Ángel.

¿Entonces porque seguía pareciéndole un engendro del demonio?

Se tomó un momento para observarlo.

Holgada camisa de vestir, pantalón azul marino, pelo perfectamente alisado y esa sonrisa preciosa brillando en su rostro.

¿Cuál era la necesidad de lucir tan etéreo?

Jeon Jungkook tenía serios problemas en sus pantalones en estos momentos.

—¿Jeon Jungkook, hijo de Jeon Seon Lee?—Preguntó un señor haciendo presencia en la sala, Jungkook asintió antes de reverenciar delante del mayor y seguramente padre de Kim.— Soy Kim YeonSun, un placer.— Se presentó estrechando la mano derecha de Jeon.

UPS! Número Equivocado °ᵀᴬᴱᴷᴼᴼᴷ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora