Síndrome de Estocolmo [Caché] Terminada.

Punto aparte

POV Poché

Miré a Sebastian mientras escuchaba un sonido proveniente del pasillo. Rápidamente "mi amor del día" me hacía señas para que me escondiera tras un vestidor lleno de ropa, la puerta se abrió, y pudimos apreciar unas largas piernas entrar al camerino, estas lanzaban sus tacones lejos y cambiaba sus zapatos por una alpargatas color café debido al uso. Miré con pánico a Sebas quien ya estaba llenando otro paño con cloroformo mientras volvía la botella a su pantalón.

"Que hacemos?" -le pregunté, escuchábamos todo lo que pasaba dentro del baño y como la persona que había entrado comenzaba a tararear algo que nunca en mi vida había escuchado.

"Ten, póntela, la fase 3 del plan entrará en acción en 3. 2. 1" dijo Sebastian pasándome una mascara para posarla en mi cara dejando ver solo mis ojos verdes. Salimos de detrás del vestidor, posandonos cada uno a un extremo de la puerta del baño, sin antes poner seguro a la puerta principal. Los gritos del público se dejaban sentir con fuerza dentro del camerino, sin embargo mi nivel de ansiedad estaba a tal punto, que solo escuchaba mis latidos del corazón en mis oídos.

Escuchamos el seguro de la puerta del baño mientras las largas piernas nos daban la espalda, sentí cómo sebas me pasaba el paño con cloroformo en mis manos lentamente sin hacer ruido, y el sacaba un arma de fantasía de su bolsillo trasero. La chica giró quedando frente a Sebastian quien la apuntaba con el arma. Su sonrisa se desvaneció de su rostro y el pánico apareció. Su color rojizo debido al maquillaje quedo completamente blanco bajo a sus ojos, mientras su boca se movía sin control queriendo gritar.

Sebastian: Al suelo, ahora -gritó

Yo me quede con el paño del cloroformo en la mano sin saber que hacer, solo mirando cómo mi mejor amigo apuntaba cada vez mas cerca a aquella chica que obedeció de inmediato a Sebas, sus ojos impregnados en lagrimas se posaron en mi. Mi corazón dio un vuelco al darme cuenta que la chica era la misma chica que me había dejado caer fuera.

"Por favor no me hagan daño" -dijo mientras ponía sus brazos en su cabeza y se agachaba quedando sentada en el suelo. Miré a Sebastian quien al parecer no se percató que ella era la mujer que nos habíamos encontrado fuera. Yo parecía una estatua, no me movía ni un milímetro mientras intentaba que la chica no me reconociera.

"No te muevas. Y Dime donde tienes dinero o algo de valor perra" -le dijo Sebastian apuntando el arma en su cabeza desordenando su cabello.

Ella comenzó a llorar, mientras tiritaba de manera impresionante. Las palabras no salían de su boca por más que lo intentara y la podía entender, yo estaba de la misma forma mirando a mi compañero quién no tenía piedad al momento de golpearla con su pié.

"Que no me escuchaste? Dime donde están las cosas" 

Ella bajó la cabeza y comenzó a suspirar intentando controla probablemente un ataque de pánico, sus ojos se cerraron, su pecho subía y bajaba rápidamente. Lo podía notar, ella estaba al borde del colapso. Sebastian comenzó a desesperarse, yo los miraba desde la puerta viendo si alguna persona venía podía observar cómo mi "amor" se ponía cada vez mas violento.

Abrí la puerta solo 2 milímetros mientras veía como un hombre caminaba rápidamente hacía el camerino. "Hey, Hey!" le susurre a Sebas mientras intentaba que mi voz no se pareciera en absoluto a mi voz normal.

"Y Ahora que quieres eh?" -dijo mi amigo enfadado aún apuntando a la chica con el arma en su cabeza

"Viene alguien" - dije cerrando la puerta con seguro, viendo cómo Sebas tomaba el rostro violentamente de la chica mirandola a los ojos.

"Si no quieres tener un disparo o un corte en tu hermoso rostro de muñeca, debes cooperar con nosotros... entendido?" -le dijo apretando su rostro dejando marcas a ambos lado de su cara de color rojo intenso. La chica asintió cerrando sus ojos. Seba, se sentó a su lado mientras le amarraba las manos y las piernas.

Mi corazón latía a 1000 por hora mientras sentía golpes en la puerta. Mi amigo se encontraba en el suelo junto a nuestra victima, el arma que antes estaba en la cabeza de la chica, ahora se encontraba en su pecho. Podía notar como el arma estaba casi perforando su seno derecho con la fuerza que Sebas la apuntaba.

"Calle? Dani estas bien" -dijo alguien golpeando la puerta.

Los ojos de la chica se abrieron como platos mientras Seba le susurraba en su oído lo que debía decir.

"No me siento muy bien... yo.. yo... tengo algo en el estómago"... -las lagrimas caían de sus brillantes ojos cafés. Mi amigo asintió con la cabeza mientras apretaba aún mas la pistola en su pecho, a lo que ella comenzó a susurra algo que ninguno de los dos pudimos entender.

"Quieres que ayude o llame a un doctor nosotros podemos lle...." -sentí como forzaban la manilla de la puerta queriendo entrar.

"No, por favor, déjenme sola, puedo hacerme cargo de esto..." Miré a la chica, ella me miraba pidiendo ayuda. Sus ojos cafés suplicaban piedad, aún sin decirlo, ella esperaba que yo tuviera mas misericordia que mi compañero, quien solo la había atormentado en los 10 minutos que llevábamos con ella.  En mi mente apareció Lisa, Mi novia, ¿Qué haría yo si ella estuviese en una situación así?

"Calle, debes seguir con el concierto, la gente grita tu nombre allá, no puedes irte luego de 2 canciones "

"No creo poder, me siento muy mal, por favor manden a alguien como remplazo, ventino, ventino se que me podrá cubrir" mencionó mientras negaba con su cabeza y sus lagrimas caían al piso.

"Esta bien, pero estas segura que no quieres ayuda?"

"No, estoy bien... por favor has algo para que la gente no se vaya"  Escuché los pasos de otras personas por el pasillo, corrían de un lado a otro buscando un reemplazo para esta chica... Al parecer era muy importante. Ella seguía en el piso ahora con sus cabeza entre sus piernas intentando tranquilizarse.

Mi compañero sacó el arma y se acercó a mi "Tenemos 10 minutos antes de que alguien venga por ella, debemos hacer todo en 7 minutos y salir corriendo de aqui" susurró.

"Yo buscaré mas cosas de valor, tu cuida a esa estúpida". Miré a través de mi mascara esos ojos cafés aterrados.

"Por favor, llévense todo, pero no me hagan daño" -susurraba

Sebas: cállate perra -gritó mientras buscaba joyas en los cajones. "No nos quisiste ayudar, y eso tendrá consecuencias hija de perra". Ella bajó la mirada mientras yo sostenía un saco donde tenía alguna de las cosas que había encontrado en el mostrador.

No soporte verla así, yo soy una buena chica, ni siquiera sabía porque había acompañado a Sebas a esto, yo con mi trabajo tengo suficientemente dinero para mantenerme y mantener a mi novia... ¿Por qué? ¿Por qué lo hice? Quizás me hubiese demorado mas tiempo en juntar el dinero de la boda, pero que importaba si Lisa seguía conmigo? Podríamos casarnos a los 80 años y yo seguiría feliz.

Me senté al lado de ella, mientras la miraba con compasión. Ella me miró de reojo y cerró sus ojos cafés llenos de lagrimas, alejándose un poco de mi.

"Por favor, no me hagas daño.... Te lo recompensaré si quieres... pero por favor" -susurro a través de las lagrimas, de seguro pensó que yo iba a ser igual que Sebastian, pero al contrario, lo que yo quería era hacerla sentir segura. Sólo era un atraco, nadie le haría absolutamente nada mas que quitarle sus cosas. ¿No era tan grave mas que el susto por la situación no? Sin embargo, Sebas al escuchar eso giró con una sonrisa en su rostro.

"Oh no" dije mientras Sebas me corría del lado de Calle lanzándome lejos. Pude notar cómo su sonrisa pasó a morderse los labios, mirando a calle con los ojos entrecerrados. Ella miró a mi compañero con pánico al sentir su mano en la pierna camino a su entrepierna.

Su cara ya estaba morada a causa de los golpes propinados por Sebas "Por favor, no me hagas daño" seguía susurrando la chica mientras veía aterrada como la mano ya había llegado a su muslo.

"Y Si te lo hago que?" -dijo Sebas mientras se acercaba y pasaba su lengua por la cara de Calle.