Síndrome de Estocolmo [Caché] Terminada.

Los caminos de la vida, no son lo que yo esperaba

POV Poché

Deambulé muchas horas por diferentes lugares, necesitaba despejarme de lo que había pasado minutos antes, mis pies me llevaron a lugares donde definitivamente no habían estado antes. El temor empezó a apoderarse de mi al ver cómo no tenía idea donde estaba.

Vi a un grupo de muchachos pelearse en medio de un callejón, los golpes iban y venían con furia, los gritos comenzaron a atraer a personas, las cuales gritaban aún mas fuerte para que la pelea parara. No se en que momento la policía llegó, uno de ellos salió corriendo empujadome duramente contra el piso debido a la desesperación por escapar. Un dolor en mi trasero me hizo sentir, viendo como mi ropa estaba repartida por el suelo.

Miré como la policía lo detenía mientras el maldecía a todas las pobres madres de los oficiales. Levanté mis cosas, las cuales estaban regadas por todo el piso, debido a que la maleta se abrió cuando el me empujó. Recogí rápidamente todo, ordene mis cosas, pero había algo que me llamó la atención, una pequeña bolsa estaba dentro de mi bolso. Con curiosidad abrí y me encontré con 5 mil dólares y unas pastillas con una carita feliz en ellas.

Miré hacia atrás, y presencié como el hombre era subido al carro policial, mientras las otras personas que estaban a mi alrededor admirando todo se dispersaban y se marchaban a sus casas o trabajos. Me quedé ahí mirando como el sujeto seguía maldiciendo mientras yo sostenía la bolsa en mis manos.

Policía: "Se encuentra bien" –dijo mientras me miraba.

Yo seguía con la cara de estúpida intentado pensar que era el contenido de la bolsa. Sin duda no había salido con dinero en efectivo de la casa que compartía con Lisa. El dinero me venía bien, considerando que no habíamos sacado nada del atraco que le hicimos a la pobre chica.

"Si, estoy bien gracias"–le dije mientras cerraba mi bolso, y me hacía la loca con el contenido de mi maleta.

Pasaron los días y con el dinero de la bolsa arrendé un cuarto en un hotel. No era el mejor de la ciudad, pero era algo que podía pagar. La gente del hotel ya me reconocía a penas me veía. Solía ser muy atenta y les ayudaba a realizar algunas cosas, de las cuales no recibía nada a cambio. Pero eso no me importaba amo ayudar a los demás.

Así pasaron los días, las semanas y casi un mes del "asalto", me enteré que Sebas había sido condenado a 10 años, por el "robo" y a 20, por el "acoso sexual" hacia Calle. De ella no he oído hablar más que en la tv. No me la volví a encontrar con ella después de el elevador. Creo que eso fue lo mejor. Espero que se haya recuperado de todo eso.

Un día normal para mi, era levantarme, hacer mi cama, ordenar un poco y salir a caminar. No tenía un trabajo estable al ser fotógrafa, podía trabajar con quien quisiera y cuando yo quisiera. Solo me hacía falta mi cámara y mi celular.

Estaba paseando por el parque fotografiando el paisaje, los niños y los cachorros jugar, mientras escuchaba una canción llamada "Quisiera" en la radio. Me resulto una canción buenísima, y más por que era un cover de una chica, la original nunca me gusto, sin embargo ella pudo darle el tono perfecto a la letra.

Me perdí en mis pensamientos y en mi cámara mientras la canción terminaba, pude visualizar mis fotografías y podría jurar que eran las mejores que había logrado tomar en meses. Choqué con alguien, mientras miraba la pantalla, recordé el día en que tropecé con Calle a la entrada de mi habitación lo que provocó unas pequeñas mariposas y una sonrisa en mi rostro.

"Lo lamento, estaba distrai..." alcancé a decir mientras veía quién estaba delante de mis ojos.

Me quedé impactada por la escena, mi sonrisa se debilitó, y mis mariposas se convirtieron en gusanos en mi interior.

Lisa: Hola... -dijo mientras me miraba de arriba abajo..

"Hola." respondí para no faltar el respeto.

Lisa: "Lindo día no..." mencionó Lisa intentando continuar con la conversación que yo no estaba dispuesta a tener, y menos después de un mes.

"Si."

Lisa: Cómo estás?

"Tu qué crees." dije de mala gana.

Lisa: Donde estás viviendo ahora..

"Y A ti que te importa..." dije intentando hacer paso para irme del lugar

Lisa: Poché, yo se que terminamos, pero tú fuiste la persona más importante, gracias a ti estoy aquí en LA

" Y por eso me engañaste no? Por agradecimiento?. Si ese es tu agradecimiento, perdón, pero no quiero tu discordia"  - No quería seguir ahí, la rabia no tardó en aparecer, al igual que su "nuevo novio" el que llegó corriendo a su lado y la besó delante de mí.

Lisa: Poché... él es... Mi novio....

"Que bien, tardaste menos de lo que pensé" –le dije mientras se formaba un silencio incómodo.

Lisa: Si quieres podemos ir a tomar algo...

" No. Lo siento debo volver al trabajo".–dije descortésmente pasando por el lado de ella y caminando hacia mi hotel sin antes decir "Suerte amigo, no la dejes sola un segundo, por que te puede cambiar a un abrir y cerrar de ojos".

Caminé al otro lado de la calle y podía ver cómo los dos comenzaban a discutir. Al llegar a mi hotel lo único que podía pensar era en ese día tan horrendo. La rabia comenzó a subir por mi cuerpo, tomando lo primero que se me cruzó lo lancé al piso, tenía mucho rencor en mi corazón, sin embargo no era una persona rencorosa, o no me consideraba de esa manera, quizás era el hecho de que arriesgue mi vida por esa mujer, para darle lo mejor, sin embargo, pasó lo que pasó.

Me lancé a la cama mientras la golpeaba con fuerza. Me moví un poco más y golpeé la pared, dejando mis nudillos cubiertos de sangre. Dios, nunca había hecho eso, y creo que fue una mala idea, ahora mis nudillos estaban estáticos por el dolor. Intenté buscar entre mis cosas un analgésico, pero en vez de eso, encontré las famosas pastillas que había olvidado botar después de encontrarme el dinero.

"Pastillas de felicidad? Seguro"-dije mientras la curiosidad me ganaba, era obvio que eso no era algo lícito, sin embargo a esa altura pensé que sería una buena idea experimentar con algo así. Nunca en mi vida me había involucrado en drogas, pero era una buena oportunidad, literalmente no tenia nada mas que perder en mi vida, ya no tenia nada, ni casa, ni al amor de mi vida.

Puse unas en mi boca, eran tan ácidas, que mi rostro comenzó a arrugarse por completo. "Esto es asqueroso" –dije mientras las sacaba de mi boca y las botaba a la basura. Me tiré a la cama, miré la hora y ya eran las 7:00 am, el rencor me había quitado la noción del tiempo, sin embargo no tardé en dormir aferrada a una almohada. Esta era la única compañía que tenía desde que me fui del lado de Lisa.