Fuego

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Calle: "¡Mierda! Lo he hecho dos veces! No deberías beber nada a mi alrededor."– dijo mientras intentaba limpiar el desastre en mi sudadera, pero en realidad lo estaba empeorando mucho mas.

La ropa quemaba, ese chocolate estaba hirviendo al momento de caer sobre mi. Calle insistía en que me quitara la ropa, pero yo no podía hacerlo, no aquí, no con ella. Sin embargo podía sentir mi piel arder bajo a ella.

Calle: "Iré por algo para que te cubras y puedas cambiar" – dijo mientras corría por las escaleras, antes decir que pudiera decir que no.

Llego rápidamente con una blusa en sus manos.

"No te preocupes por eso, la sudadera se secará", le dije pensando en una escusa para no sacarme la sudadera.

Calle: "¡No! No tienes elección, si no te cambias de ropa, no saldremos a ninguna parte, no te llevaré a casa ni nada"– dijo mientras se cruzaba de brazos.

"Por favor Dani, yo realmente no me la puedo quitar." – dije mientras la miraba como suplicando para que ella no preguntara nada más.

Los ojos de Calle me miraban atentamente, su cabeza giró ligeramente casi como si supiera que algo ocultaba. Sus ojos cafés me analizaban completa, casi como el scanner del aeropuerto lo cual me dio nerviosismo.

Calle: " Ahora que somos amigas, yo no quiero tener secretos contigo... me podrías decir porque no te la puedes quitar?" – dijo preocupada.

No tenía palabras, era como si mi lengua me la hubiesen cortado. Calle, me miraba con sus ojos cafés como pidiendo una explicación que yo no estaba dispuesta a dar, no porque no confiara en ella, si no por la vergüenza que me daba que me viera en esa situación.

Después de mirar los hermosos ojos de Calle y saber que no podía ocultar mas todo lo que llevaba a cuestas hace un tiempo,  me atreví a tirar de la manga de mi sudadera revelando la carne recién cortada a lo largo de cicatrices descoloridas.

La cara de Calle se puso blanca como la nieve, mis manos temblaban ya que no esperé tener que revelar mi secreto mas oscuro con ella, ese día, en su casa, luego que me tirara chocolate hirviendo encima.

En mis ojos comenzaron a salir las lágrimas, mientras Calle seguía ahí, sin moverse, sin decir ninguna palabra.

"Era mi única opción, yo estaba tan mal con Peter, que mi corazón no supo que mas hacer, Calle lo siento, se que me veo como un monstruo, pero créeme, no quería sentir mas el dolor en el corazón y sólo encontré esta salida..." - Le susurré al oído mientras sentía un abrazo re confortable.

Calle se quedó ahí mientras me hacía cariño en mi espalda. Ese abrazo era lo que necesitaba para que mis piezas pudiera volver a encajar y mi corazón volviera a estar completo. Este era el único secreto que tenía en mi vida, y Calle ya lo sabía, ya no había mas que ocultar, sin embargo, sabía que iba a ser difícil para ambas.

Daniela tomó mi brazo y comenzó a ver más arriba de mi ropa las interminables cicatrices. A mí se me caía la cara de vergüenza.

Calle: "Mírame". – dijo mientras bajaba la manga de nuevo con mucho cuidado para no lastimar mas mi brazo de lo que ya estaba. Aunque ya era casi imposible.

Sacudí mi cabeza, sabía que si la miraba comenzaría a llorar mas.

"No puedo"- le dije con una voz temblorosa por lo que Calle puso un dedo bajo mi barbilla y tiró de mi cabeza hasta que me quedé mirándola a los ojos.

"No debería haber venido, no fue una buena idea" – dije levantándome del sofá para irme.

Pero Calle, puso suavemente su mano en mi muñeca dañada para que me detuviese.

Calle: "Si esto fue por culpa de tu ex. Tengo que decir que yo no soy como él Poché..." - dijo tirando de mi muñeca y depositando un suave beso en ella.

"Gracias..." – dije mirándola y posando una débil sonrisa con mis ojos llenos de lagrimas.

Calle me dio un abrazo apretado, y nos quedamos ahí en un silencio. No era un silencio incómodo, ni de tensión como el de mi hogar, era casi como si no tuviésemos que decir nada más, solo disfrutar la compañía de la otra para poder sanar ambos corazones rotos.

Calle: "Me prometes una cosa" – dijo mientras se sentaba en el sofá y lo golpeaba para que me sentara a su lado.

Asentí con mi cabeza sin decir nada más para no arruinar el momento.

Calle: "Me puedes decir que no lo volverás a hacer?"

Eso era tan difícil. Pero casi por inercia solté

"Siempre y cuando tu estés a mi lado, ya no lo haré mas "– dije mientras me inclinaba para darle un beso.

Ahora era yo la que tomaba la iniciativa, todos los temores si era Calle o no la correspondida en mi vida desaparecieron y me dejaron claro que Sí.

Calle: "Nunca te dejaré" – susurro en mis labios antes de enfrascarnos en nuestro primer beso después de su accidente.

Nos separamos lentamente, abrí mis ojos para encontrarme con la sonrisa de Calle. Me reí al verla tan feliz y con sus ojos brillantes de la emoción que sentía.

"Creo que ya es hora de que me vaya." - susurré mientras me ponía de pie nuevamente ordenando mis pocas cosas que había llevado.

Calle: "Claro que no. Te quedaras aquí, te puedo prestar algún pijama... Además así no desordenas tus cosas" – dijo mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño.

Dudé por un momento, no sabía como actuar, está bien, la había besado, pero no será un poco rápido quedarme en su casa? Dios poché viviste en su casa sin saber quién era, y ahora te cuestionas esto?

"Esta bien, pero que me pondré mañana, lo que estoy usando está un poco sucio" – dije guiñándole el ojo, mientras miraba mi sudadera repleta de café.

Calle: "Puedes usar cualquier cosa de mi armario.... Y lo siento mucho lo que hice... de nuevo."

Asentí con la cabeza, estaba a punto de hablar cuando un gran bostezo salió de mi boca, estaba tan cansada. Calle me hizo subir hasta su hermosa habitación, ahí me pasó un hermoso pijama color rosa, muy ella.

"Dani, donde está el baño, necesito cambiarme" – dije mientras con la vista buscaba alguna puerta en la gran habitación.

Calle: "Oh, vamos, dormirás a mi lado y no puedes cambiarte en la misma habitación" – dijo mientras reía. Me sonrojé al instante, yo sabía perfectamente que ella conocía mi cuerpo a la perfección, pero, todo era tan rápido.

"Prometes no mirar?" – le dije mientras tomaba mi camisa de pijama, y la vi asentir con su cabeza girando su cuerpo hacía la ventana.

Calle: "Terminaste?" – pregunto queriendo girar.

"Solo espera a que..." - dije girando quedo con unos ojos de asombro.

Calle me estaba mirando en todo momento

" ¡¿Qué es lo que estas mirando Daniela!?"- Le pregunté, ella solo me respondió posando una sonrisa en sus labios y mordiéndoselos seximente, lo que envió un choque eléctrico directo a mi espina dorsal.

Calle: "Oh lo siento, es que te ves tan hermosa desnuda, no recordaba lo sexy que eras"

Síndrome de Estocolmo [Caché] Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora