Daría mi vida por ti

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POV Poché

Salimos de la cama alrededor de las 8 de la tarde. Ambas estábamos exhaustas, pero no nos importó, hicimos la cena,  en realidad..., hice la cena, ya que Calle debía cuidar su linda manito cortada.

Me dispuse a hacer mi mejor plato para ella, "Pasta". Aunque a decir verdad era lo único que sabía hacer ya que Lisa siempre tenía comida para mi cuando llegaba. Puse la mesa, mientras iba a su balcón y cortaba una de las tantas flores que tenía en un masetero posándola arriba de su plato antes de servirle.

"Dani, ya vienes a cenar?" grité mirando las escaleras. Por un minuto divague al ver su silueta ya vestida bajar por la escalera, sus piernas largas se ajustaban perfectamente a su jeans negro y su top ocultaba esos atributos perfectos que pude disfrutar unas cuantas veces en el día.

"Huele delicioso Chef." dijo con una sonrisa mientras tomaba la flor y la posaba entre su cabello. Dios, ella era como una obra de arte.

"Pues, solo huele, porque no creo que esto haya quedado bien" –reí desde la cocina mientras veía como la pasta se pegaba una con otra al plato de Calle.

Puse mi cara de asco, esto era incomible. ¿Cómo puedo darle esto a Calle?. No definitivamente debo pensar en algo.

"Necesitas ayuda con algo, quizás no sabes donde guardo las cosas?" –gritó al ver mi demora.

"Voy, dame un segundo y tomo tu orden" –grité mientras reía incómodamente al ver el desastre de pasta frente a mi.

Comencé a revisar la despensa de Calle, para encontrar algo rápido que hacer. Encontré una sopa "maruchan" solo necesitaba 3 minutos y agua caliente, nadie puede arruinar eso o sí? puse el agua dentro del hervidor y fui donde Calle.

La flor en su cabello hacía relucir su melena castaña, ella se veía aún más hermosa con sus ojos de recién despertar.

"Disculpe, estoy lista para tomar su orden. Que quiere en el día de hoy señorita Calle?"

"Mmm..." -dudó "¿Cuál es la especialidad de la casa?"

"Pues, tenemos pizza, hamburguesas y pasta."

"Creo que tomaré la pasta" –dijo riendo.

Suspiré aliviada. Hubiese elegido cualquiera de las otras dos opciones hubiese tenido que ir corriendo a la tienda, sin embargo la suerte estaba de mi lado esta vez, o eso esperaba.

"Muy buena elección Señorita Daniela. Y para beber?" le dije simulando escribir en un trozo de papel.

"Que tal... un beso de la camarera?" -miró lujuriosamente

Me incliné hacia ella, pero antes de besarnos, me separé dejando sus labios parados.

"Lo lamento señorita Calle. No me permiten salir con los clientes" –reí

El hermoso rostro de Dani se volvió rojizo mientras reía.

"Es una lástima... En especial, por esa amistosa amiga que se está asomando a través de su bata señorita". –rió a carcajadas

Miré mi cuerpo y resultó que la bata estaba abierta y dejaba al descubierto todo, absolutamente todo de mi. Me ruboricé al instante mientras Calle reía a carcajadas, casi sin poder respirar. Que vergüenza, mi cuerpo desnudo bajo la bata se erizó mientras intentaba abrochar aquel trozo de tela asegurándome que nada mas se volviera a salir.

Después de calmar a calle, comimos nuestra cena. Era lo más simple posible, lo único que hice fue cortar unos tomates cherry y ponerlos encima de la pasta juntos con unas ramitas verdes. En realidad no se que era, pero se veía bien.  Después de todo el alboroto y lavar los platos fuimos al televisor , ya eran las 11:30, bastante tarde para que una chica hermosa como Calle estuviese despierta. Y Como lo pensé, ella se quedó dormida en mi pecho, apagué el televisor y la subí a la recamara recostándome a su lado y tomándole la cintura mientras olía su cabello. Era la mejor noche de mi vida.

Desperté al sentir un frío a mi alrededor. Abrí mis ojos y me encontré con la cama completamente vacía, miré hacia el baño, pero la puerta estaba abierta, la ropa que estaba en el piso, estaba ordenada en un sofá en la habitación. Miré como sobresalía un papel sobre la almohada de Calle.

Levanté la nota mientras rascaba mi cabeza...

*Buenos días, lamento no poder despertar junto a ti. Hoy debía ir al estudio... Pero siéntete como en casa, por favor señorita chef, deleitame con una de sus espectaculares cenas, espero volver pronto a casa, pero ya sabes como son estas cosas... por favor alimenta a Ramón.

Nos vemos Atte Calle*

Sonreí al recordar lo que había pasado con mi bata, sin duda era una de las mayores vergüenzas que había pasado en mi vida.

Me levanté y comencé a limpiar un poco, bajo la atenta mirada de Ramón quién iba de un lado a otro pidiéndome atención. Salí al balcón y pude presenciar la mas maravillosa vista de la ciudad, este departamento era espectacular, y más aún considerando que eran dos pisos dentro de un apartamento, osea una locura.

Saqué mi cámara y comencé a fotografiar LA como nunca antes lo había hecho. Ramón posaba para mi también, al igual que los pájaros que volaban desde mi ventana... Un minuto... "mi ventana?"... la ventana de Calle...

Esto era tan confuso, esto parecía tan familiar. Es como si a Dani la conociera de toda la vida, aunque solo la conozco hace casi 4 días. Entré a la casa mientras pensaba en la manera de impresionar a Calle con la cena. Me senté en el sofá con mi celular y comencé a buscar ideas en Internet, Sí, Google es una herramienta muy útil cuando la sabes utilizar, sin antes alimentar a Ramón, quién se devoró todo su plato en menos de dos minutos.

Escuche un golpe en la puerta, fui a abrir encontrándome con Kim, la amiga de Calle, la cual ni siquiera me vio en la puerta, pasando con la vista en su celular y diciendo un montón de cosas que no alcancé a escuchar.

Kim: "No Calle, no lo puedes traer a esa tipa a tu casa, a caso estás loca, no sabes si te puede hacer daño, no sabe cuáles son sus costumbres, sus enseñanzas, que tal si es cierto lo de la...."

Alcanzó a decir antes de percatarse de que no era Calle la que estaba al otro lado de la puerta, si no que era exactamente la persona en la cual no confiaba.

"Decías?" - respondí mientras cerraba la puerta tras de mi. Kim me miró sonrojada y sin saber que decir.

"Yo no sería capaz de dañar a Calle, ella es muy importante en mi vida Kim. No se quién creas que soy yo.... Pero sería incapaz de dañar a semejante mujer. Soy capaz de dar mi vida por ella, aunque solo la conozca hace un par de días." dije confiada mirando a los ojos de la rubia quién aún no podía creer lo que había pasado.

Síndrome de Estocolmo [Caché] Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora